Qué hacer en Estocolmo: 20 planes imprescindibles

Qué hacer en Estocolmo

Estocolmo, la capital de Suecia, está considerada como una de las ciudades más bonitas de los países bañados por el Báltico. Si estás pensando viajar a esta ciudad, toma buena nota de esta lista de los mejores planes que hacer en Estocolmo.

Formada por un total de 14 islas, está rodeada de naturaleza por todas partes. Una antigua historia y la más novedosa modernidad armonizan perfectamente en una ciudad que es el centro cultural, político y económico de Suecia. 

Antes de entrar en materia, recomendarte el abono turístico de la ciudad que te permitirá ahorrarte un buen dinerito. La GoCity de Estocolmo te dará acceso gratuito a los principales atractivos de la ciudad. La ciudad es muy cara y hay que buscar maneras de economizar lo posible.

Qué hacer en Estocolmo: los 20 planes imprescindibles

1. Hacer un free tour para recorrer con un guía los puntos más emblemáticos de Estocolmo

Qué hacer en Estocolmo: Free tour por Estocolmo

Pensando en qué hacer en Estocolmo, lo más conveniente, apenas aterrizar, es apuntarse a este free tour, gratuito y guiado. Un paseo de dos horas y media de duración por los principales lugares de la capital sueca. 

El punto de encuentro está en la plaza Gustavo Adolfo, junto a la estatua erigida en honor del monarca Gustavo Adolfo II.

Para comenzar el tour a pie por Estocolmo nada mejor que hablar de los orígenes vikingos de la ciudad y repasar su evolución histórica hasta llegar a lo que es hoy en día. 

Pasando por la maravilla neoclásica de la Ópera, se continúa hasta la sede del Parlamento (Riskdag), para repasar a la vez aspectos tradicionales de la política sueca y llegar luego hasta el gran palacio real y la isla de Riddarholmen. 

Como curiosidad, el recorrido pasa por Mårten Trotzigs Gränd, la calle más estrecha de la ciudad, visitando también otros símbolos como la estatua de San Jorge y el Dragón o la Catedral de San Nicolás, el templo más antiguo de Estocolmo

Continuando por la plaza de Stortorget y ante el Museo Nobel, se tratará sobre este prestigioso galardón, terminando en aquella misma plaza la visita. Un paseo muy interesante que te dará una visión global de lo que es Estocolmo.

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2. Ver las salas de ceremonias de los Premios Nobel en el imponente Ayuntamiento

Ayuntamiento de Estocolmo

El Ayuntamiento (Stadshuset) es una edificación muy original, en cuya construcción se utilizaron 8 millones de ladrillos. De majestuosa arquitectura está ubicado en las orillas de la isla Kungsholmen. 

Es un lugar muy emblemático y, sin duda, visitarlo es algo que hay que hacer en Estocolmo de forma imprescindible. 

En su interior hay unas cuantas salas lujosas, pero lo más destacado es que allí se celebran ceremonias de entrega de los Premios Nobel, en diciembre de cada año.

El banquete se celebra primero en el salón azul (Blå Hallen), donde se reúnen los nominados, el jurado y la realeza de Suecia. 

Aunque esté terminado en ladrillos rojos, el salón conserva el nombre que propuso su arquitecto, Ragnar Östberg, con la idea original de decorar con azulejos azules y grandes ventanales. 

Después de la cena, se pasa al baile formal en el salón dorado (Gyllene Salen), sin duda la sala más impresionante, con más de 18 millones de mosaicos dorados en las paredes, narrando la historia de Estocolmo

Para completar la visita, se pueden subir los 106 metros de altura de la torre para obtener algunas de las mejores vistas de la ciudad.

3. Recorrer el casco medieval de Gamla Stan

Recorrer el casco medieval de Gamla Stan

Gamla Stan es el precioso casco antiguo medieval, de sinuosas callejuelas empedradas, casitas de colores, y pequeñas plazas que acogen antiguas bodegas medievales. Sus calles son peatonales, ideales para pasear o circular en bicicleta. 

Las estructuras antiguas se conservan tan bien que recorrerlo es como un viaje en el tiempo hacia la Edad Media. El germen de la ciudad, hacia 1252, está en la isla también llamada Gamla Stan. 

El barrio completo reúne las islas de Stadsholmen, Riddarholmen y Helgeandsholmen, donde se encuentran los edificios más antiguos y emblemáticos de Estocolmo, como el ayuntamiento, el palacio real o la Catedral de San Nicolás, del siglo XIII. 

Otros rincones icónicos de Gamla Stan son la plaza de Köpmantorget, donde se encuentra la réplica en bronce de la estatua de San Jorge y el dragón

También encontramos la plaza Stortorget, que vivió el trascendental acontecimiento histórico recordado como el “baño de sangre”, en 1520. 

Otro punto de interés turístico es el islote de los caballeros (Riddarholmen), donde se encuentra la iglesia de Riddarholmskyrkan, destacada por la forma de sus capillas y su cúpula. 

El parlamento (Riksdagshuset), se encuentra en una isla en medio del río que separa el barrio de Gamla Stan y la zona de Norrmalm.

Gamla Stan hay que visitarlo de día, pero de noche también tiene su encanto. Una manera original de recorrer parte de sus calles al acabar el día es uniéndote a un free tour en español que se centra en los misterios y leyendas de la capital sueca.

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4. Relajarse en el parque Kungsträdgården 

Relajarse en el parque Kungsträdgården 

El Kungsträdgården es el parque más famoso de la ciudad y uno de los más antiguos, ubicado frente al muelle de Strömgatan y muy cerca de la Ópera de Estocolmo. 

En esta área, entre 1643 y 1825, se erigía el magnífico palacio Makalös, que contaba con un precioso jardín francés, hasta que un incendio lo redujo a cenizas. 

Después de pasar el terreno a posesión del ejército durante un tiempo, en 1875 pasó a manos de la ciudad, convirtiéndose en espacio público, con la zona verde más visitada del centro

Conocido coloquialmente como Kungsan, se trata de un espectacular parque con flores, fuentes, árboles y varias cafeterías, que constituye un auténtico centro de ocio y punto de encuentro de la ciudad

El Kungsan ofrece caras muy distintas según la época del año en que se visite. Por ejemplo, en primavera destaca por el colorido de los cerezos en flor, que dan una personalidad muy especial al parque. 

Durante el verano, acoge mercadillo y diferentes eventos culturales, con conciertos y espectáculos al aire libre. 

En invierno, con las bajadas de temperatura, se aprovecha para instalar en el parque la pista para patinaje sobre hielo más popular de Estocolmo.

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5. Montar en metro no sólo para desplazarse, sino para ver arte

Montar en el metro de Estocolmo para desplazarse y ver arte

Otra de las actividades más interesantes que hacer en Estocolmo es visitar su famoso metro, conocido localmente como T-bana. Y no solo por motivos de transporte, sino porque se trata de un auténtico museo con peculiares obras exhibidas en algunas estaciones, consideradas entre las más bonitas del mundo. 

De todas las estaciones de la red, hasta 90 están repletas de estas obras de arte únicas. Nada menos que 100 kilómetros de arte, lo que la convierte en la exposición más larga de todo el mundo, donde han intervenido hasta 150 artistas durante varias décadas. 

En ellas se puede disfrutar de preciosos murales, esculturas, mosaicos, montajes artísticos, pinturas y relieves, que se pueden conocer mientras se viaja o en visitas guiadas organizadas. 

La estación más importante y más transitada es T-Centralen, en pleno centro de Estocolmo, originaria de 1957, con las paredes adornadas con relieves y azulejos de aquellos años. 

Otras estaciones destacadas son Kungsträdgården, que simula una caverna, con antiguas columnas y otros restos procedentes de una excavación arqueológica.

También encontramos Thorildsplan, con relieves pixelados inspirados en videojuegos o Solna Centrum, con techo con forma de caverna.

Y por último mencionar la estación de Stadium, con el techo arcoíris y motivos de las Olimpiadas. Fue de las primeras estaciones cueva de la ciudad que empezaron a construirse en 1973. Se encuentra muy cerca del Estadio de Estocolmo donde se realizaron los Juegos Olímpicos de 1912.

Si te interesa este recorrido por las estaciones de metro más emblemáticas puedes optar por este tour por el metro de Estocolmo en español con el que podrás descubrir el suburbano de la capital sueca.

6. Bañarse en bonitas playas

En Estocolmo hay más de 30 playas oficiales controladas y vigiladas por el ayuntamiento. La mayoría, a la orilla de algún lago, aunque no faltan las que dan al mar Báltico. 

Sin alejarse mucho de la capital, las mejores y más populares son las de Långholmsbadet y Smedsuddsbadet

En la isla de Långholmen, a orillas del Báltico, está Långholmsbadet, una playa bastante concurrida que ya en el año 1998 recibió una bandera azul por la calidad y seguridad de sus aguas. 

La isla acogió una prisión hasta 1975 y ahora cuenta con hotel, restaurante y museo y es como un oasis en el centro de la ciudad, con escasas edificaciones. 

La zona para bañistas está marcada con boyas y cuenta con un malecón de madera. La franja de arena está rodeada de rocas planas y césped con bancos donde se hacen picnics. 

Por su parte, Smedsuddsbadet es otra playa de arena muy concurrida, situada en Kungsholmen, que se inauguró como zona de baño en 1973. 

Cuenta también con una gran zona verde donde poder estirarse, muelle para botes y servicios básicos de un balneario. Además es ideal para niños ya que el agua de la orilla es poco profunda y se encuentra una zona arbolada donde protegerse del sol.

Llegar a ella es tan fácil como bajarse en la cercana parada de metro de Fridhemsplan.

7. Asombrarse con la majestuosidad del Palacio Real de Estocolmo

Asombrarse con la majestuosidad del Palacio Real de Estocolmo

El palacio real (Kungliga Slottet), situado en el barrio medieval de Gamla Stam, es uno de los más grandes de Europa. Un palacio barroco impresionante en donde se pueden descubrir muchas cosas sobre el pasado y presente de la realeza sueca. 

En origen, se construyó en el siglo XIII, pero su aspecto actual viene del XVIII, cuando fue reformado tras el incendio de 1697. Entonces, adquirió el aire italiano que muestra la fachada y el ambiente francés del interior. 

Cuenta con siete plantas y nada menos que 600 habitaciones. Actualmente, se dedica más a las recepciones oficiales, porque la familia real tiene su residencia privada en el Palacio de Drottningholm. 

Se pueden visitar lugares tan interesantes como los apartamentos del Estado, el museo de antigüedades de Gustavo III, el tesoro nacional o la capilla real. 

El palacio alberga también otros museos como el Livrustkammaren, con piezas únicas de vestuario, carruajes y armería real, o el Tre Kronor, que exhibe la colección de coronas, vestimentas y joyas históricas de la monarquía.

Otro de los grandes atractivos del palacio real es el cambio de guardia, un espectáculo que se celebra a diario en el patio exterior del palacio.

8. Conocer la Estocolmo más bohemia en el barrio de Södermalm

Conocer la Estocolmo más bohemia en el barrio de Södermalm

Al sur de Gamla Stam y ocupando la isla de Södermalm, se encuentra este barrio con el mismo nombre, que representa la zona más bohemia y hípster de Estocolmo

En su origen, era zona residencial de clases trabajadores, pero en la actualidad es una de las preferidas de aquellos con más capacidad adquisitiva y se compara con el SoHo de Nueva York. 

La zona se caracteriza por acoger casas antiguas, caserones remodelados, casitas con jardín, tiendas coloridas, cafés ambientados en diversos periodos históricos y restaurantes de gran calidez. 

Sin duda, es el sitio de moda, donde se han instalado importantes artistas de vanguardia y se han establecido muchas tiendas de ropa, boutiques, casas de decoración, anticuarios, joyerías y casas de arte de diversa índole.

Entre las zonas en que se puede dividir el barrio destacan SoFo, al sur de la avenida Folkungagatan, que ofrece tiendas de ropa de última moda y Hornstull, al oeste de la isla y reúne lo más alternativo.  

Por otra parte, Sodermalmstorg, ubicado al norte del barrio, tiene los mejores restaurantes de la alta cocina sueca. 

Se puede visitar el museo de la ciudad (Stockholms Stadsmuseum), ubicado en un antiguo palacete del siglo XVII, o el museo de la fotografía.

Södermalm, el barrio hípster de Estocolmo, tiene mucho que ofrecer y es uno de los barrios de moda que se ha popularizado en esta zona de la capital sueca.

Para conocer este barrio más a fondo también tienes la opción de aprovecharte de otro de los free tour que ofrece la ciudad.

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9. Probar algunos platos de la gastronomía sueca

Probar algunos platos destacados de la gastronomía sueca

Por supuesto, en una visita a la capital sueca, no se puede dejar de disfrutar de su gastronomía, o al menos de algunos de sus platos más tradicionales. 

Uno de los más típicos son las riquísimas albóndigas kottbullar, pequeñas bolas de carne picada acompañadas con salsa, puré de patatas y mermelada de arándanos. Probarlas es algo que hay que hacer en Estocolmo de forma obligada y las oportunidades no faltan, porque están en todos los restaurantes.

Otro plato muy tradicional es el kroppkakor, parecido a las clásicas croquetas, aunque son bolas de patatas rellenas de diversos ingredientes, sobre todo carne y cebolla. 

La smörgåstårta es una torta salada muy típica en toda Suecia, con jamón, camarones, atún y huevo, y por supuesto, no falta el salmón, como en el kall inkokt lax, comida tradicional de la noche de San Juan, acompañado de patatas y mayonesa. 

Otra comida muy popular es el smörgåsbord, especie de bufé con más de 40 platos diferentes, fríos y calientes, preparados con arenque, queso, salmón, albóndigas suecas, salchichas, paté y sabrosas guarniciones. 

El smörgåsbord es un clásico de los restaurantes a la hora de comer. La costumbre es pagar un precio único y comer de todo lo que se desee.

10. Seguir la huella de la herencia vikinga en el poblado de Birka

La visita a Birka, en la isla de Björkö, es una de las excursiones más interesantes desde Estocolmo. A unos 30 km de distancia, se llega en ferry en menos de dos horas.

Allí, nos encontramos una especie de museo al aire libre donde se recrea el estilo de vida vikinga, con casas y personajes de la época. Porque aquí se estableció, alrededor del año 750 d. C. la considerada como primera ciudad de Escandinavia y primer asentamiento conocido de los vikingos suecos.

Su situación estratégica la convirtió en importante centro comercial durante la Edad Media, floreciendo durante más de 200 años, incluso fortificada con fuertes murallas. 

Ahora, en este poblado, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad, podemos visitar las ruinas de la Birka original, el museo y reconstrucciones a tamaño real de casas vikingas.

Además también se pueden visitar las maquetas que representan el poblado y diversos objetos y herramientas cotidianas, con réplicas a escala de barcos vikingos amarrados en el embarcadero. 

Uno de los rincones más especiales de la isla es la cruz en honor a Ansgar, monje que llegó en el año 829 para convertir a los vikingos al cristianismo. Situada en un cerro, permite impresionantes vistas de toda la zona.

11. Alucinar con el imponente barco de guerra del siglo XVII en el museo Vasa

Alucinar con el  barco de guerra del siglo XVII en el museo Vasa

Otra de las cosas más interesantes que hacer en Estocolmo es visitar el museo Vasa, donde se guarda el buque de guerra del mismo nombre, que naufragó en 1628 y fue rescatado íntegro del lecho del mar Báltico en 1961. 

Es una robusta embarcación de tres mástiles, con una altura de 52 metros, que portaba 64 cañones y pesaba 1.200 toneladas.

En su primer viaje, varios golpes de viento lo ladearon y empezó a entrar el agua a borbotones por las cañoneras de los laterales, hundiéndose con el resultado de al menos 30 personas muertas. 

Después de 333 años bajo las aguas del mar, se rescató con un 98% de su estructura original, lo que le convierte en la nave del siglo XVII mejor conservada de todo el mundo.

Se extrajeron más de 14.000 piezas de madera que se fueron juntando en la superficie como si fuera un gigantesco rompecabezas. 

En el museo se pueden encontrar tanto el barco como exposiciones sobre su construcción y rescate. También se pueden contemplar las esculturas talladas que adornan el navío, así como objetos que iban dentro del barco cuando se hundió e incluso los esqueletos de algunos de los tripulantes.

12. Descubrir el origen del llamado “Síndrome de Estocolmo” 

Algo curioso que hacer en Estocolmo es conocer la historia del este famoso síndrome, que, como parece obvio, tiene origen en la capital sueca. 

Da nombre a un estado psicológico en el que las víctimas simpatizan con sus atacantes y se desarrolla un vínculo afectivo entre rehenes y sus captores. 

El origen está en un famoso atraco con rehenes al banco Kreditbanken, en agosto de 1973 y en pleno centro de la ciudad, en la plaza Norrmalmstorg.

El atracador, Jan Erik Olsson, retuvo durante varios días a los rehenes, entre los que se encontraba la joven Kristin Ehnmark, que representó el caso más evidente del síndrome, ya que terminó defendiendo a su captor y criticando la actuación policial. 

Tras varios días de negociaciones, cuando el atracador fue detenido y los rehenes fueron liberados, estos se pusieron de parte del secuestrador e incluso llegaron a no querer testificar en su contra. 

Fue el psiquiatra sueco Nils Bejerot, colaborador de la policía en aquel momento, el que acuñó este término para definir esa peculiar reacción, que muestra, en realidad, una respuesta instintiva de supervivencia en la que demuestran su gratitud al secuestrador como si le debieran la vida.

13. Visitar el hermoso palacio de Drottningholm 

Visitar el hermoso palacio de Drottningholm 

Esta es una excursión imprescindible hasta la isla Lovön, que se puede hacer fácilmente tomando el ferri que parte de la terminal de Nybroviken. 

El espectacular palacio de Drottningholm es, desde 1981, la residencia privada de la familia real sueca, que utiliza el ala oeste, mientras que las otras partes del palacio están abiertas al público. 

Este palacio es el ejemplo mejor conservado de una residencia real del siglo XVIII en Suecia, inspirado en el palacio francés de Versalles. De hecho, todo el complejo palaciego se conoce coloquialmente como la “Versalles del norte” y aunque ha experimentado cambios según gustos de los monarcas suecos, sigue conservando su arquitectura regia. 

El edificio es precioso y su interior está repleto de salones lujosos y muy ornamentados, bibliotecas y galerías de arte. Se pueden visitar sus antiguos salones y puntos de interés como la biblioteca de la reina Luisa Ulrika y el dormitorio de la reina Hedvig Eleonora, así como los jardines reales, divididos en tres zonas completamente diferentes.

Es tal su grandeza, que el palacio de Drottningholm ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad junto a su teatro de la corte, el parque y el pabellón chino.

14. Navegar entre islas y archipiélagos

Un paseo en barco es otra de las cosas que hay que hacer en Estocolmo, porque la ciudad está rodeada de agua y se extiende sobre un conglomerado de 14 islas distribuidas entre el lago Mälaren y el mar Báltico. 

Las islas están unidas entre sí por muchos puentes, pero también se pueden visitar en barco, y los cruceros por la ciudad, especialmente en verano, son una de las actividades preferidas.

Algo más allá de Estocolmo, se puede extender la visita al llamado archipiélago, más de 30.000 islas, islotes y rocas muy accesibles desde el centro de la ciudad. Un mundo que es todo un paraíso para navegantes, pescadores y todos los que aman la vida acuática.

Son excursiones a otras islas cercanas a Estocolmo, como Fjäderholmarna, un lugar muy popular en verano por la cercanía de la ciudad, a solo 25 minutos del centro, que forma parte del Ekoparken

Parque Nacional de la Ciudad de Estocolmo. Otros destinos muy populares son Sandhamn, en la isla Sandön, con sus hermosas playas de arena; Vaxholm, donde se puede visitar una fortaleza del siglo XVI. Utö tiene muchos lugares para bañarse y Grinda, con su reserva natural.

Entre los planes sobre qué hacer en Estocolmo puedes visitar algunas de las islas por tu cuenta a través del trasporte público, además puedes optar por la GoCity Pass Stockholm que incluye cruceros.

También puedes optar por reservar el siguiente paseo en barco con el que podrás ahorrar más tiempo y conocer un mayor número de islas en una sola excursión.

>>>Paseo en barco por el archipiélago de Estocolmo <<<

15. Ponerse a punto en la sauna de Hellasgården

Tomar una sauna forma parte esencial en la cultura escandinava, porque dicen que purifica el cuerpo y relaja la mente. 

La práctica es tan antigua, que se dice que proviene de los primeros vikingos. Esta tradición sigue muy viva en Estocolmo, donde estos baños típicos, denominados bastu, salpican toda la ciudad.

Uno de los mejores lugares en los que disfrutar de este ritual nórdico es Hellasgården, un área recreativa ubicada dentro de la reserva natural de Nacka, en un entorno extraordinario, cerca del lago Källtorp. 

Está tan cerca de la ciudad que, en apenas un cuarto de hora en autobús, desde la estación de Slussen, se llega hasta Hellasgården

La sauna se combina con chapuzones en el frío lago, incluso con temperaturas bajo cero. Para ello, se hace un agujero en el hielo, para experimentar la sensación única del frío extremo antes de entrar el calor de la sauna. 

Además, desde la propia sauna se disfruta de unas vistas del paisaje circundante verdaderamente asombrosas. 

Además de la sauna, Hellasgården es en sí el centro de actividades al aire libre más grande de Estocolmo, donde se pueden practicar natación, pesca, piragüismo, esquí, trineo o ciclismo de montaña.

16. Perderse entre las construcciones antiguas de Skansen

Perderse entre las construcciones antiguas de Skansen

Skansen es un interesante y peculiar museo al aire libre que ocupa gran parte de la isla de Djurgården, un enorme espacio para aprender sobre la vida de la Suecia preindustrial.

Instalado en un terreno de más de 30 hectáreas, es una auténtica réplica a escala de una ciudad antigua

Como una Suecia en pequeño, con muchas casas y construcciones de otra época, donde se puede visitar barrios de Estocolmo como se verían en el siglo XVIII, con su arquitectura y mobiliario.

Un museo “vivo”, donde también podemos encontrar personajes por toda la villa de Skansen recreando acciones cotidianas de la Suecia de hace dos siglos. 

También se pueden recorrer granjas y casas rurales con sus establos y el espacio para cultivar, así como hogares de artesanos, donde se pueden comprar objetos artesanales.

Las instalaciones incluyen un zoológico con toda clase de animales, como alces, renos, focas, lobos, osos, a los que se intenta representar en su hábitat natural. 

Además, acoge muchas actividades, como paseos en tren, bares, bailes populares, música en vivo o festejos. A lo largo del año se celebran eventos de temporada como el solsticio de verano, la recolección o la Nochevieja, según tradiciones de antaño.

17. Elevarse hasta un espléndido mirador en el ascensor de Katerina 

El ascensor de Katerina (Katerina hissen) es uno de los mejores rincones de Estocolmo para disfrutar de buenas panorámicas, con impresionantes vistas de 360º de la ciudad vieja de Gamla Stan y la isla Djurgården, conocida como isla de los museos. 

Los 38 metros de altura de su plataforma superior por encima del puerto, hacen de este mirador el lugar ideal para tomar fotografías espectaculares, que pueden alcanzar hasta una imagen amplia de los canales de Estocolmo, la isla de Södermalm y gran parte del archipiélago. 

Este ascensor, situado junto a la estación de metro de Slussen, fue construido originalmente en el año 1881 como forma de atajar desde Slussen, junto al museo de la ciudad, hasta la parte más elevada de Södermalm.

La estructura fue demolida en los años 30 del siglo pasado y reconstruida posteriormente, con una arquitectura sencilla de barras metálicas al aire libre. 

En todo lo alto, junto a la plataforma mirador del elevador, hay un famoso restaurante, ideal para tomar algo mientras se contempla la ciudad de forma tan excepcional.

También se puede llegar hasta el mirador tomando los ascensores interiores del edificio que se encuentra frente al Katerina hiss

18. Trasnochar en los lugares más animados de Estocolmo 

Estocolmo es una capital con una oferta muy amplia en todos los aspectos, incluyendo la vida nocturna.La noche d e la capital sueca es muy variada, con posibilidades para todos los gustos y estilos, o diferentes edades.

Los bares más famosos y la fiesta más larga se encuentran en Östermalm, frecuentado por igual por locales y turistas.

Se puede decir que es la zona de ocio más cara de Estocolmo, aunque ofrece muchas posibilidades. La mayoría de establecimientos son bastante pijos, suelen cobrar entrada y tienen cierta etiqueta de vestimenta. 

Al norte de la ciudad está la zona de Vasastan, donde se acumulan bastante variedad de bares y pubs, aunque, por aquí, están un tanto alejados unos de otros.

Si se busca un ambiente nocturno más hípster y alternativo, la zona ideal es el barrio de Södermalm. Caracterizado por tener bastantes locales grandes, donde se celebran conciertos, el ambiente es más informal, sin códigos de vestimenta. 

Aquí se encuentra todo un clásico de la fiesta de Estocolmo, la discoteca al aire libre Trädgården, un gigantesco espacio que combina la música con juegos y otras actividades en un ambiente bastante relajado donde las bebidas se sirven en vasos de plástico.

19. Disfrutar de las atracciones del Tivoli Gröna Lund

Disfrutar de las atracciones del Tivoli Gröna Lund

Este parque temático retro, el más antiguo de Suecia, se encuentra en la isla de Djurgården, dentro del Royal National City Park

El Tivoli Gröna Lund se inauguró en 1883, en un área que ya se había dedicado a fines de ocio desde principios del siglo XVIII.

A pesar de su antigüedad, ha sabido mantenerse al día estrenando nuevas atracciones cada pocos años, como el Insane, impresionante viaje a toda velocidad, que se hace boca abajo, o el Eclipse, un tiovivo que sube hasta los 129 metros, ofreciendo una espectacular vista de Estocolmo. 

Cuenta con más de 30 atracciones para todos los públicos, con varias montañas rusas, una caída libre, la clásica casa del terror o coches de choque, entre otras. 

En el Tivoli Gröna Lund, la mayoría de las edificaciones eran antiguas estructuras residenciales y comerciales del siglo XIX, que no fueron construidas específicamente para el parque, sino que el parque se construyó alrededor de ellas.

En este recinto, también se celebran distintos espectáculos, bailes, entretenimiento para niños y conciertos de música en vivo al aire libre. De hecho, en los meses de verano suelen pasar por este Big Stage algunos de los mejores artistas internacionales.

20. Comprar en las zonas más interesantes de Estocolmo

Para amantes de las compras, Estocolmo ofrece muchas posibilidades, con todo tipo de tiendas. El epicentro del comercio más glamuroso, marcas de grandes diseñadores y las firmas de moda más exclusivas está en Östermalm, donde ir de compras es una de las actividades más populares. 

El arte también tiene allí su propio espacio, con decenas de tiendas, la mayoría en la avenida Strandvägen, donde se pueden encontrar los mejores artículos de diseño. Por su parte, en la Kommendörsgatan proliferan casas de antigüedades, artesanía y joyas de alta gama

En Gamla Stan se sitúa otro epicentro de compras, con tiendas más especializadas en souvenirs y antigüedades, aunque también se expongan artículos de diseño y muebles innovadores. 

Aquí, la calle más comercial es Västerlånggatan, donde se encuentran centenares de tiendas, comercios, restaurantes y puestos de comida. 

Otro punto muy destacado para las compras en Estocolmo es la calle Drottninggatan, avenida peatonal de casi 3 kilómetros que concentra numerosas tiendas de souvenirs, ropa, productos típicos, cafeterías y mucho más. 

Se trata de la vía más popular del centro moderno, que conecta con el casco histórico. Aquí, destacan los grandes almacenes Åhléns, los más famosos de la ciudad.

Fotos: Shutterstock

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