
Para que puedas visitar la capital de Francia de la mejor manera posible, te propongo un itinerario para ver París en 3 días. Para conocer bien la ciudad necesitarías casi una semana, aún así con este itinerario podrás ver lo más importante de la ciudad.
París es una ciudad cara y también lo son la visita a sus principales atractivos turísticos. Por ello todo lo que puedas hacer para ahorrar algo de dinero lo agradecerás al final del viaje.
Una buena manera de economizar un poco es comprar la Paris Pass para tres días que te permite entrar gratis en 75 atracciones que incluyen el Museo del Louvre, la subida a la Torre Eiffel, o un crucero por el Sena. No solo eso, además te saltarás las colas.
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París en 3 días: Día 1
El primer día de esta ruta para visitar París en 3 días será bastante exigente ya que cubriremos mucho terreno y visitaremos muchos de los atractivos imprescindibles que hay que ver en París.
Levántate pronto y podrás cubrir todo el itinerario que te propongo sin ir demasiado agobiado.
Trocadero
No hay mejor forma de estrenarse en París que visitando su icono monumental: la Torre Eiffel. Lo ideal es hacerlo a primera hora de la mañana para contemplar la evocadora tonalidad que adquiere la construcción con la salida del sol y porque hay menos gente.
Puedes darle el primer vistazo desde los jardines del Trocadero. A modo de curiosidad, el nombre de este precioso espacio verde tiene origen español.
Proviene de la batalla del mismo nombre que tuvo lugar en la bahía de Cádiz en 1823, en la que el ejército francés, Los Cien Mil Hijos de San Luis, derrotaron a los liberales españoles, lo que supuso el restablecimiento del absolutismo de Fernando VII.
Fue creado para la exposición de 1937 y está presidido por el palacio Chaillot y la gigantesca fuente de Varsovia, formada por varios estanques en cascada.
Además, está decorado con preciosas esculturas que datan de 1930, como Mujer de Daniel Bacqué o Caballos y perros de Georges Guyot.
El palacio Chaillot alberga tres museos: de la Marina, que hace un recorrido por la historia marítima de Francia, del Cine, que adentra al visitante en la historia y los entresijos del mundo del cine, y del Hombre, que expone colecciones sobre antropología, la etnología y la prehistoria de la humanidad.
En su interior también hay un teatro y una cafetería, Café de L´Homme, que regala vistas panorámicas a la torre, siendo especialmente evocadoras por la noche cuando la torre se ilumina.
No obstante, desde cualquier parte de Trocadero tienes bonitas vistas a la torre e infinidad de ángulos para inmortalizarla.
Torre Eiffel y Campo de Marte
Una vez hayas tomado tus fotos y disfrutado de las vistas, cruza el puente de Jena y llegarás a los pies de la Torre Eiffel.
Curiosamente, esta construcción, que se construyó para la Exposición Universal de 1889 con el objetivo de demostrarle al mundo el poderío industrial de Francia, no le gustó a ningún parisino, pues la veían como una simple mole de hierro.
Tanto es así que se pensó en destruirla. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha convertido en el símbolo de París, en el icono de su cultura y en el monumento más visitado del mundo con más de siete millones de personas.
Puedes subir al mirador de la cumbre, ya sea por las escaleras (recuerda que hay que subir más de 1.600 escalones) o en el ascensor, desde donde puedes descubrir la Ciudad del Amor desde las alturas.
Independientemente del medio que elijas, intenta acudir a primera hora de la mañana y comprar la entrada con antelación por internet si quieres evitar las horas de colas que se forman.
En el interior de la torre hay varios restaurantes donde puedes saborear gastronomía parisina mientras contemplas la magia de la ciudad.
Aunque no son la opción más económica para comer en París, lo cierto es que es una experiencia especial, sobre todo por la noche con la ciudad iluminada.
Pero si cenar no te acaba de convencer, la Tienda de Macarons y el Bar de Champaña cuentan con un servicio de champán que te permite brindar en la cima de la torre.
A los pies de la torre, se encuentran los jardines del Campo de Marte, que siempre están repletos de gente. En la época estival, muchos acuden a hacer un picnic, reunirse con los amigos o simplemente a disfrutar de las vistas.
Es el mejor lugar para realizar un pequeño descanso en tu ruta y sacar bonitas fotos.
En esta zona se encuentran los embarcaderos Bateaux Mouches, Bateaux Parisiens y Marina de París de donde parten las embarcaciones turísticas que realizan cruceros por el Sena.
Los cruceros por el Sena te permiten disfrutar de la magia de París y conocerla desde otra perspectiva y de una manera alternativa a la tradicional.
Tanto si lo haces por el día como al atardecer, el recorrido incluye pasar por los famosos puentes parisinos que salvan el Sena y contemplar los tesoros de su patrimonio monumental como la catedral de Notre Dame, el Louvre, el Gran Palais o la Torre Eiffel.
Algunos cruceros también ofrecen servicio de comida y cena a bordo. Esta última es una opción mucho más evocadora y romántica, pues la iluminación de la ciudad crea un ambiente muy especial. Puedes chequear precios aquí.
Los Inválidos

Por una de las salidas de los jardines del Campo de Marte se accede a los Inválidos.
Se trata de un palacio-hospicio ordenado construir Luis XIV en el siglo XVII para atender a los soldados heridos en actos de guerra y alojar a los militares retirados que carecían de recursos; un albergue para los veteranos.
Incluye la iglesia del Duomo, que se encuentra en la parte sur. Está coronada con una impresionante cúpula dorada, bajo la cual se encuentra el mausoleo con la tumba de Napoleón.
Al otro lado está la catedral de San Luis de los Inválidos, también llamada la iglesia de los soldados.
Además, el complejo de los Inválidos tiene cuatro museos:
- el de Mapas y Maquetas, el
- de Historia Contemporánea,
- el de la Armada, que es el museo de historia militar más relevante del país,
- y el de la Artillería, que expone todo tipo de uniformes, armaduras y armas de colección reunidas durante la Revolución Francesa, especialmente cañones clásicos franceses, morteros y obuses.
Puente de Alejandro III
Después de visitar los Inválidos cruza por el Puente de Alejandro III, uno de los más bellos de París, a la otra ribera del Sena. De buen seguro que te recrearás haciendo fotos en este puente.
Cuando lo hayas cruzado te encontrarás con el Petit Palais y el Grand Palais.
Petit Palais y Grand Palais
El Petit Palais es un imponente edificio construido para la Exposición de 1900. Llama la atención por su magnífica fachada en la que toman el protagonismo el pórtico decorado con columnas jónicas y la enorme cúpula que lo cubre.
Alberga el museo de Bellas Artes, que expone colecciones que abarcan desde la Edad Media y el Renacimiento hasta el París del siglo XX.
Enfrente se encuentra el Grand Palais, que destaca por lucir un estilo decorativo propio de la belle époque. Desde el punto de vista arquitectónico, es una maravilla. El elemento más llamativo es la cúpula acristalada que lo cubre.
Lo conforman la Nef, que acoge variedad de espectáculos, especialmente de equitación; las Galerías Nacionales, que organiza exposiciones de artistas relevantes como Picasso o Renoir; y el palacio del Descubrimiento, que es un museo de ciencia muy enfocado al público infantil.
Normalmente no te dará tiempo a visitar los museos que albergan si quieres cubrir este itinerario sin muchas prisas. A menos que tengas un interés especial por visitar alguno de estos museos te recomiendo que su visita la dejes para futuros viajes a París.
¿Sabes qué zona te interesa para quedarte en París? Echa un vistazo a este post y sal de dudas: Dónde alojarse en París: Las mejores zonas
Los Campos Elíseos
Continúa por la avenida de los Campos Elíseos, que es la principal arteria de París y la más conocida en el mundo al acoger la celebración del Año Nuevo y los desfiles del 14 de julio.
Pero también porque aquí abren sus puertas las tiendas y las boutiques más caras y lujosas de la capital, como Louise Vuitton, Dior o Chanel, así como cafés muy sibaritas y restaurantes exclusivos.
Son casi 2 km que conforman una de las avenidas más bellas y populares del mundo.
Arco del Triunfo
A poca distancia se encuentra el Arco del Triunfo, uno de los iconos monumentales de la ciudad y, por lo tanto, un imprescindible que ver en París.
Esta construcción, situada en la plaza Charles de Gaulle, rememora las victorias del napoleónicas, especialmente la batalla de Austerlitz.
Además, ha sido testigo de excepción de numerosos acontecimientos históricos como el paso del féretro de Napoleón o los desfiles de las dos guerras mundiales.
En la base de la construcción, cuyo estilo está inspirado en el Arco de Tito, se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido, cuya llama siempre encendida rinde homenaje a los soldados no identificados que murieron en la Primera Guerra Mundial.
A modo de curiosidad, la base de los pilares muestra grabados los nombres de las batallas militares ganadas por el ejército de Napoleón y de los generales franceses que lucharon en dichas batallas.
Su interior acoge un museo que recorre la historia de la construcción y un mirador que ofrece bonitas vistas de París, en las que toma el protagonismo la Torre Eiffel, los Campos Elíseos y la gigantesca rotonda en la que confluyen doce de las principales avenidas parisinas.
Como es recomendable en las principales atracciones turísticas de la ciudad, vale la pena o que vayas con el Paris Pass o que compres la entrada por internet para ahorrarte colas.
Como ya debes tener hambre, busca algún sitio para comer por la zona de los Campos Elíseos. Después, volveremos a recorrer los Campos Elíseos hasta la Plaza de la Concordia (también una buena zona para comer algo).
Si no tienes ganas de patearte toda la avenida siempre puedes usar el metro. Desde la parada del Arco del Triunfo (Charles de Gaulle – Étoile) hasta la parada Concorde hay tan solo 4 estaciones.
Plaza de la Concordia

Si en un extremo de los Campos Elíseos está el Arco del Triunfo, en el otro está la plaza de la Concordia. Esta plaza puede presumir de ser la más grande de la capital francesa y la segunda más grande del país.
Durante la Revolución Francesa, tenía el nombre de plaza de la Revolución y era el lugar donde se leían las sentencias y se guillotinaban a los condenados. Aquí fueron decapitados personalidades tan importantes como Luis XVI, Robespierre o María Antonieta.
No obstante, lo que hace especial a dicha plaza es el gigantesco obelisco egipcio, decorado con numerosos jeroglíficos que versan sobre el reinado de Ramsés II, que la preside.
Fue un regalo de Egipto a Francia, y formaba parte de la portada del templo de Luxor, en Tebas, por lo que tiene 3.000 años de antigüedad.
Está jalonada por dos fuentes: de los Mares, compuesta por seis estatuas que representan el Mediterráneo y la pesca, y la de los Ríos, que representan al Rin y al Ródano.
Si no has comido todavía por la zona de los Campos Elíseos, este es un buen punto del itinerario para hacer un alto en el camino y comer, pues cerca de la plaza de la Concordia hay varios restaurantes de comida francesa.
En los adyacentes jardines de las Tullerías también tienes tres opciones a tu disposición: la Terrasse de Pomone, Restaurant Le Médicis y Café des Marronniers.
La iglesia de la Madeleine
Entre la plaza de la Concordia y la Ópera Garnier encontrarás la iglesia de la Madeleine. Sin duda, es uno de los templos religiosos más impresionantes que verás París, que te embarcará en un viaje a la Grecia clásica.
Luce un perfecto estilo neoclásico, está rodeado por 52 gigantescas columnas corintias y presidido por un frontón que muestra un relieve del Juicio Final.
Aunque el exterior es mucho más espectacular, el interior guarda sorpresas como el enorme órgano y el Altar Mayor, presidido con una escultura de María Magdalena y decorada con magnífico fresco sobre la historia del cristianismo.
Por el camino, en la calle Rue Royale, te toparás con Ladurée, la pâtiserie más emblemática y concurrida de la capital francesa. Su fama se debe a que es la inventora de los macarons, un clásico de la carta pastelera francesa.
Así que es la ocasión perfecta para hacerte con unas cajitas de regalo y probar los mejores de la ciudad y del mundo. Tienen decenas de variedades y sabores diferentes según la época: caramelo de fresa, pistacho, frambuesa, café…
Aunque también tiene otras delicias tradicionales como el cupcake de fresa y ruibarbo, la tarta Tatin o de higos.
Los Jardines de las Tullerías
Seguimos este itinerario de París en 3 días recorriendo los Jardines de las Tullerías. Este gigantesco espacio verde formaba parte del antiguo palacio real y acogía elegantes fiestas para la corte y la aristocracia.
Hoy es uno de los lugares de esparcimiento por excelencia de los parisinos, especialmente durante el buen tiempo, cuando se colocan numerosas sillas verdes diseminadas por sus rincones.
En la época estival, acoge la feria de las Tullerías, en la que se instalan más de 60 atracciones y puestos de comida. Así que dar un paseo por él es uno de los planes más recomendables que hacer en París.
Además, también acoge dos interesantes museos de arte: Jeu de Paume, dedicado al arte contemporáneo, y Orangerie, que acoge una importante colección de obras impresionistas y postimpresionistas, siendo especialmente destacadas los Nenúfares de Monet.
Museo del Louvre
Después toca uno de los platos fuertes que hay que ver en París: El Museo del Louvre. Este museo, que ostenta el honor de ser uno de los más importantes del mundo y el más visitado de la capital francesa, se encuentra en el palacio que da nombre al museo.
Fue construido en el siglo XII y, durante algunas épocas, fue la residencia de algunos reyes como Felipe II. No obstante, lo que llama la atención de esta construcción es la gigantesca pirámide de cristal, que es la puerta de entrada. Tomarte una foto aquí es imperativo.
Atesora una colección de 35.000 obras (aunque el fondo total está cerca de las 500.000 piezas) de arte occidental, de las civilizaciones antiguas orientales, egipcias, griegas, etruscas, romanas, del arte del Islam y desde la Edad Media hasta 1848, las cuales están organizadas en áreas temáticas.
En ellas se encuentran tesoros artísticos como La Gioconda de Leonardo da Vinci, La Venus de Milo, La libertad guiando al pueblo de Delacroix, La victoria alada de Samotracia, que data del periodo helenístico, o La balsa de la medusa de Théodore Géricault
Es tan inmenso que necesitarías varias semanas para verlo por completo. Por ello, es recomendable recurrir a una visita guiada o un guía. De este modo verás las obras más importantes en dos o tres horas y ganarás tiempo para seguir visitando París.
También te aconsejo que compres la entrada con antelación para evitar las largas colas que se forman y acudir a primera hora de la mañana o de la tarde, que está menos concurrido.
Le Marais y Plaza de los Vosgos

Y ya para acabar con esta primera e intensa jornada de este itinerario de París en 3 días nada mejor que callejear por el vecino barrio de Le Marais.
Este antiguo barrio destaca por su ambiente conformado por tiendecitas, boutiques, galerías de arte, cafeterías y restaurantes. Es una zona ideal para acabar el día ya que es perfecto para cenar.
Si continúas caminando llegarás a la última parada del viaje: la plaza de los Vosgos, que es el corazón del barrio de Le Marais.
Está rodeada por preciosos edificios de piedra y ladrillo rojo típicos de los siglos XVI y XVII con soportales repletos de cafeterías y comercios.
En ella, en el número 6, se encuentra la casa-museo de Víctor Hugo, autor de El jorobado de Notre Dame. En el centro hay unos enormes jardines presididos por la estatua de Luis XIII, donde muchos parisinos acuden a relajarse.
París en 3 días: Día 2
Este segundo día del itinerario de París en 3 días también estará cargado de visitas aunque será más relajado que el primero. Durante la primera parte del día visitarás parte de la zona más céntrica, comercial, con el permiso de los Campos Elíseos, y con mayor oferta cultural de París.
La segunda parte del día la dedicarás a explorar el barrio de Montmartre.
Free tour por París
Para empezar este día, una propuesta interesante es unirte a un free tour por París que te llevará por varios de los sitios que recorreremos en esta jornada, y alguno que verás en el primer día si sigues el itinerario que te propongo.
Como el tour se centra en una zona muy concreta, podrás hacerlo, disfrutar de las explicaciones del guía, y volver sobre tus pasos para hacer la ruta que te propongo por tu cuenta y a tu aire.
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Notre Dame
Propongo comenzar el segundo día del viaje a París en 3 días en Île de la Cité, el corazón de la ciudad.
A esta isla se accede por cualquiera de los cinco puentes que salvan el Sena, el río que cruza la ciudad. Puente Nuevo -Pont Neuf- es el más famoso y el más antiguo, que además está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sin embargo, también puedes cruzar por el puente de las Artes -Pont des Arts- así llamado porque atrae a numerosos pintores y artistas.
Aquí se encuentra otro de los iconos monumentales de París: la catedral de Notre Dame.
Es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo, cuyo interior ha sido testigo de importantísimos hechos históricos como las coronaciones de Enrique IV de Inglaterra y Napoleón Bonaparte o la beatificación de Juana de Arco.
Además, su belleza ha inspirado historias como El jorobado de Notre Dame, que habitaba en el campanario. Desde lo alto de las torres, a las que se accede subiendo 387 escalones, las vistas de París son magníficas.
En el subsuelo de la construcción hay una cripta que guarda restos descubiertos en las excavaciones realizadas en 1965.
Sin embargo, el 15 de abril de 2019 sufrió un aparatoso incendio que acabó con la aguja de la torre principal y provocó importantes daños en el tejado. Por este motivo, su interior está cerrado al público.
Pero no dejes de acercarte para contemplar el exterior, pues es, sin duda, una de las cosas que ver en París imprescindibles.
En las proximidades de la catedral está Shakespeare & Company, una de las librerías-biblioteca más famosas y legendarias de París.
No solo es un paraíso para los amantes de la literatura anglosajona, sino que también es un refugio literario, pues ofrece alojamiento a escritores noveles a cambio de trabajar unas horas en ella y, por supuesto, cumplir unas normas.
Sainte Chappelle
Sigue unos minutos por la orilla del Sena hacia el Boulevard du Palais, llegarás a Sainte Chapelle.
Esta iglesia, que constituye uno de los máximos exponentes del gótico, es sumamente valiosa para la cristiandad, pues atesora las reliquias más importantes y sagradas de este culto: la corona de espinas que portó Cristo y un trozo de la cruz en la que fue crucificado.
El elemento característico y diferenciador de su arquitectura son las quince vidrieras que conforman sus paredes, las cuales muestran 113 escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, es decir, desde el Génesis hasta la resurrección de Cristo.
Si no quieres perder tiempo en la taquilla para comprar la entrada puedes hacerlo online aquí.
Le Conciergerie

A unos metros se encuentra Le Conciergerie. Actualmente esta construcción alberga el Palacio de Justicia, pero desde 1392 fue una de las prisiones más cruentas de la ciudad, especialmente durante la Revolución Francesa, cuando acogió el Tribunal Revolucionario.
De hecho, aquí se condenaron a más 2.700 presos a la guillotina, que estaba en la plaza de la Concordia. Aunque su presa más ilustre fue María Antonieta, quien fue acusada de conspiración contra Francia y de arruinar las arcas de Francia para satisfacer sus caprichos.
Finalmente, fue guillotinada seis meses después de su marido Luis XVI.
Conserva las celdas tal y como eran, lo que permite hacerse una idea de las terribles condiciones en las vivían los presos. Aunque estas variaban en función de su clase social y los más adinerados gozaban de privilegios como mobiliario y camas. Además, hay una reconstrucción exacta de la celda de María Antonieta.
En esta parte del callejero de París se concentran un buen número de restaurantes, tiendas y varios mercados, siendo especialmente curioso el mercado de la Île de la Cité, que se encuentra en la plaza Louis Lépine, entre la catedral de Notre Dame y Sainte Chapelle.
Se celebra en el interior de unos pabellones que datan de 1900, y constituye un lugar de referencia para los amantes de la botánica, pues acoge numerosos puestos de flores y plantas de todos los tipos. Los domingos también encontrarás pájaros.
Centro Pompidou
La siguiente visita es el Centro Pompidou, también conocido como centro Beaubourg.
Este museo, que es el tercer lugar más visitado de la capital francesa después de la Torre Eiffel y el Louvre, acopia una completísima colección -muy a la altura del MoMA de New York- de arte moderno y contemporáneo con más de 100.000 obras.
Tiene seis plantas, siendo las más importantes las cuarta y la quinta, que están dedicadas al arte moderno e incluyen obras de grandes artistas como Kandinsky, Miró, Picasso o Matisse.
Si no eres muy seguidor del arte moderno, acércate como mínimo a contemplar su particular exterior. Y es que su fachada muestra los conductos de aire, las tuberías, los ascensores y las escaleras mecánicas pintadas de colores, convirtiéndola en una auténtica maravilla.
El Pompidou también es un museo muy visitado, y si bien no se forman las mismas colas que en el Louvre, nunca está demás ir con la entrada comprada para ahorrarte tiempos de espera.
El Palacio Real
Acércate al Palacio Real, que se encuentra justo al norte del museo del Louvre. Esta preciosa construcción fue la residencia del cardenal Richielieu, pero hoy es la sede del Ministerio de Cultura, el Consejo de Estado y el Constitucional.
No se puede entrar, pero sí a sus jardines, que guardan sorpresas como las columnas de Daniel Buren, que son un tesoro del arte contemporáneo.
Plaza Vêndome
La siguiente parada del itinerario es la plaza Vêndome. Es una de las más conocidas por albergar las tiendas de moda, complementos y joyería más lujosas de París como Chanel, Dior o Cartier.
Aquí también se encuentran los hoteles más exclusivos como el Ritz, lo que hacen de esta plaza uno de los máximos exponentes del lujo parisino.
Aunque las tiendas que abren sus puertas en dicha plaza no son compatibles con todos los bolsillos, lo cierto es que merece la pena darse una vuelta para adentrarse en el ambiente que la envuelve y curiosear.
Ópera Garnier
A poca distancia se encuentra la Ópera Garnier, que, junto con la Ópera de la Bastilla, conforman la Ópera Nacional de París. Acercarse para ver el exterior ya merece la pena.
Está decorado con enormes columnatas, repleto de detalles dorados repartidos por su fachada y coronado con gigantescas estatuas doradas, que lo convierten en uno de los edificios más opulentos y grandiosos de París.
Su interior se divide en dos niveles unidos por una impresionante escalera de mármol blanco cuya balaustrada está vestida con mármol en tonos verdes y rojos. En su decoración toman el protagonismo el pan de oro, los mosaicos y el terciopelo rojo.
Sin duda, un edificio de lo más suntuoso y evocador. Tanto es así que ha inspirado clásicos como El fantasma de la ópera, de Gaston Leroux. Tienes la opción de acudir a ver un espectáculo de ópera o de ballet o visitarla únicamente, ya sea por libre o con un tour guiado.
Galerías Lafayette

Estando aquí es inevitable acercarse a las emblemáticas Galerías Lafayette
Están compuestas por diez pisos, y tienen una superficie de 70.000 metros cuadrados en los que todas las grandes firmas francesas e internacionales tienen sede, así como un buen número de restaurantes y cafeterías, que lo convierten en uno de los centros comerciales más grandes de occidente.
No obstante, ya merece la pena acercarse únicamente para apreciar la vistosa y elegante arquitectura del edificio de estilo art nouveau.
Su vestíbulo interior es circular, está jalonado por balconadas doradas y coronado con una gigantesca cúpula de 43 metros de altura vestida de vidrieras de colores, que durante en Navidad resulta más impresionante gracias al gigantesco árbol que se coloca.
Montmartre
Por la tarde puedes visitar el barrio de Montmartre, también conocido como el «barrio de los pintores» porque en él vivieron importantes artistas del siglo XIX como Dalí, Renoir, van Gogh o Monet.
De hecho, hoy encontrarás numerosos pintores creando sus obras in situ en sus callejuelas, especialmente en la plaza du Tertre.
El barrio se ubica en torno a una colina de 130 metros de altura, presidida por la Basílica de Sacre Coeur. El barrio está recorrido por callejuelas estrechas y empedradas repletas de pequeñas tiendas de barrio, arte y recuerdos.
Aquí recomendarte que te unas a un free tour por Montmartre. Hay tanto por la mañana como por la tarde así que seguro que lo puedes hacer cuadrar bien en tu itinerario.
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Moulin Rouge
Empezaremos la visita por la parte baja, en uno de los puntos más evocadores y representativos de la cultura parisina, el Moulin Rouge.
En la parte baja, entre las plazas Blanche y Pigalle, se encuentra el Moulin Rouge. En este mítico cabaret nació el cancán y, a día de hoy, sigue ofreciendo buenos espectáculos.
¿Tienes curiosidad por saber cuánto cuesta asistir a uno de estos espectáculos? Infórmate aquí.
Pero su fama mundial no se la dieron sus innovadores shows, sino los carteles de Toulouse Lautrec y la película del mismo nombre, protagonizada por Nicole Kidman y Ewan McGregor. La foto con el gigantesco molino rojo que decora la fachada es obligada.
Justo a la vuelta del cabaret, en la calle Lepic, se encuentra Les deux Moulins, la cafetería en la que Amélie, la protagonista de la película creada por Jean-Pierre Jeunet, trabajaba. Se conserva exactamente igual que en la peli. Así que si eres un fan, la visita es obligada.
Cementerio de Montmartre
Desde aquí te propongo acercarte al cementerio de Montmartre, que es el tercero más importante de París. Es posible que la propuesta de ir a un cementerio no te resulte atractiva, pero su visita es de lo más recomendable.
Y es que este camposanto, que tiene más de dos siglos de historia, es de todo menos un lugar lúgubre, pues está abrazado con numerosos tipos de árboles y las tumbas con auténticas obras de arte, pues están decoradas con esculturas y bustos neoclásicos.
A lo que se añade que aquí descansan los restos mortales de personas importantes en su época y grandes artistas como Edgar Degas, Émile Zola o Focault.
Sacre Coeur
Montmartre está presidido por la basílica del Sagrado Corazón -Sacré Coeur-, una preciosa construcción de estilo bizantino, coronada por una enorme cúpula, que se ve prácticamente desde cualquier punto de París.
Sacre Coeur se ubica en lo alto de la colina, y para llegar a ella hay que subir una empinada subida con casi 200 escalones. Si quieres evitarlas, siempre puedes usar el funicular, que se toma en la plaza Saint Pierre.
Este es uno de los mejores sitios para disfrutar de una vista panorámica de París excepcional y de bellos atardeceres sentado en sus escaleras.
Place du Tertre

Y ya para acabar tus visitas aprovecha la visita para cenar en uno de los coquetos restaurantes que hay en la plaza du Tertre.
De este modo, podrás saborear platos parisinos y, al mismo tiempo, contemplar a los pintores hacer sus obras y adentrarte en el ambiente tan especial y bohemio de este barrio.
París en 3 días: Día 3
Este tercer día de este itinerario de París en 3 días estará algo más descargado en cuanto a visitas que los anteriores. Nos centraremos en la ribera sur del Sena y a lo largo de la ruta te propondré varios museos interesantes.
Torre Montparnasse
Te propongo comenzar el último día disfrutando de una maravillosa panorámica de la ciudad desde la Torre Montparnasse. Se encuentra en la avenida Maine y es el segundo edificio más alto de la capital francesa con más de 200 metros de altura.
Es también uno de los más famosos, a pesar de que su construcción generó numerosas controversias entre los parisinos, quienes pensaban que rompían con la estética y la arquitectura clásica que dominaba el barrio.
La torre acoge numerosas oficinas, donde trabajan más de 5.000 personas. Las plantas 56 y 59 tienen dos miradores que regalan vistas preciosas de París y sus iconos monumentales como el Arco del Triunfo, la Torre Eiffel o el Sagrado Corazón.
Se llega a ellas por los ascensores, que ostentan el honor de ser los más rápidos de Europa. El de la planta 56 está protegido por enormes ventanales y ofrece unas vistas más deslucidas. Pero el de la 59 no, posibilitándote contemplar una panorámica más espectacular y hacer fotos más bonitas.
Este edificio permite, además de ver la ciudad a vista de pájaro, conocer más detalles sobre el París de antes y su evolución a través de las diferentes aplicaciones multimedia.
Como puedes imaginar, está muy concurrido, especialmente en las horas centrales del día. Si quieres evitarlas, acude un poco antes de su apertura, que es a las diez de la mañana, y mejor si adquieres la entrada por anticipado.
Museo de Rodin
Después de disfrutar de las vistas desde la Torre Montparnasse exploraremos la ribera sur del Sena
Si eres un seguidor de las obras de Rodin, te recomiendo visitar su museo, que está a justo al lado de Los Inválidos.
Las obras se exponen en el interior de un precioso palacete rococó y en el jardín que lo rodea, que es la parte más recomendable. En él se exponen sus esculturas más emblemáticas: El beso y El pensador.
El primer día no debiste tener tiempo de visitarlo y en esta tercera jornada si te interesa puedes hacerlo. Si no es así, simplemente dirígete al Museo de Orsay.
Museo de Orsay
La siguiente parada es el museo de Orsay. Este museo, ubicado cerca de los jardines de las Tullerías, es uno de los lugares que ver en París imprescindibles para los amantes del arte.
Tiene una ubicación de lo más singular, pues se encuentra en el interior de una estación de tren inaugurada en 1900 con motivo de la Exposición Mundial de París.
A diferencia del Louvre, es más pequeño y muy fácil de ver. Está consagrado a las artes plásticas del siglo XIX e incluye obras pictóricas impresionistas y postimpresionistas, así como una amplia colección de esculturas, fotografías, elementos arquitectónicos y artes decorativas.
Los más buscados son Autorretrato, La noche estrellada y la La habitación de Van Gogh, El almuerzo sobre la hierba de Manet, Mujer con sombrilla de Monet, Las espigadoras de Millet y Le Moulin de la Galette de Auguste Renoir. Mención especial merecen las esculturas de La bailarina de Degas, así como El pensamiento y Puerta del infierno de Rodin.
Saint-Germain-des-Prés
Tómate tu tiempo para caminar por las calles del barrio de Saint-Germain-des-Prés. Es una de las zonas de París que más me gustan. Es un barrio elegante que se caracteriza por sus cafeterías, sus librerías y sus galerías de arte.
En el barrio hay que visitar la Abadía benedictina de Saint-Germain-des-Prés, la iglesia más antigua de París (data del s. VI) y la Iglesia de San Sulpice.
Los Jardines de Luxemburgo
Los Jardines de Luxemburgo, situados en el borde de Saint-Germain-des-Prés y del Barrio Latino, es uno de los parques más emblemáticos de París. Inspirado en el jardín Boboli de Florencia, cubre 25 hectáreas.
En él podrás ver unas 106 estatuas repartidas por todo el parque, la monumental fuente de los Médicis, el invernadero y el pabellón Davioud.
El parque también acoge el Museo del Luxemburgo, el primer museo francés abierto al público en 1750. Actualmente presenta diversas exposiciones temporales a lo largo del año.
Panteón

La siguiente parada es el Panteón, que se encuentra muy cerca de los Jardines de Luxemburgo, en el Barrio Latino.
Luce un maravilloso exterior de estilo griego, en el que adquieren un gran protagonismo las columnas corintias y el frontón con elementos góticos.
Sin embargo, lo realmente interesante está en el interior. La cripta alberga los restos mortales de 73 personalidades importantes de la historia de Francia como Víctor Hugo, Alejandro Dumas o Rousseau.
La parte superior guarda valiosos bajorrelieves, pinturas y el péndulo de Foucault, una gigantesca esfera suspendida de un hilo de 67 metros, la cual prueba cómo rota la tierra sobre su eje.
Barrio Latino
El Barrio Latino está presidido por la plaza de Saint Michel, que es famosa por la estatua de bronce del San Miguel luchando contra un demonio.
Lo conforman un entramado de callejuelas, siendo la principal la Rue Huchette, donde se concentran numerosos restaurantes y cafeterías con precios más económicos que en otras partes del callejero parisino.
Puedes aprovechar para picar algo, ya sean propuestas típicas francesas, como el coq au vin, el croque-monsieur, el ratatouille o la quiche Lorraine, o internacionales.
Es una excelente opción para cenar y, además, tomar el pulso al ambiente de la ciudad de noche una vez que hayas finalizado las visitas del día.
Hay free tours por el barrio latino que te permitirán descubrir los rincones más representativos del barrio. Sin embargo si sigues esta ruta por los horarios tal vez no puedas unirte a ellos. Aún así, chequea los horarios para los días en los que vayas a viajar a París.
Jardín des Plantes
La siguiente parada de este itinerario para conocer París en 3 días es el jardín des Plantes, uno de los jardines más encantadores de la capital francesa.
Se extiende a orillas del Sena y fue creado en 1635 para el cultivo de hierbas medicinales para el rey Luis XII. Tras la Revolución Francesa, se transformó en jardín botánico.
Hoy está integrado por varias partes: la rosaleda, que alberga más de 170 variedades de rosas, el jardín de invierno, que luce un paisajismo art déco, el jardín alpino, que cuenta con más de 2.000 plantas originarias del Himalaya, los Alpes, los Pirineos y América del Norte, y el jardín ecológico, donde se cultivan plantas silvestres de la región.
Como atractivo extra, el jardín cuenta con numerosos árboles históricos que fueron plantados a partir de 1734 y el jardín del laberinto.
Este discurre en espiral hasta la cumbre de un montículo donde se encuentra la tumba de Louis Daubenton, que fue el primer director de museo, y la Glorieta de Buffon, un encantador quiosco metálico.
Sin olvidarnos de la Ménagerie, que es uno de los zoológicos públicos más antiguos del mundo. Es el hogar de más de 1.200 animales, entre los que se incluyen aves, mamíferos, insectos, crustáceos, arañas, tortugas e incluso cocodrilos y lagartos.
Museo de Historia Natural
Dentro del jardín también se encuentra el Museo de Historia Natural, que es uno de los más completos del mundo.
Está compuesto por varios edificios, cada uno de ellos dedicados a un campo de la historia natural como zoología, geología, botánica, mineralogía, paleontología y anatomía.
Las más exitosas son la Galería de la Evolución, que tiene una amplia colección de animales disecados a través de los cuales se relata la diversidad del mundo y la acción del hombre sobre el entorno; y la Galería de Paleontología y de Anatomía Comparada, que expone fósiles de mamíferos y otras especies del Jurásico extintas hace millones de años.
Plaza de la Bastilla
Continúa por el Bassin de l´Arsenal, que es conocido como la «pequeña Venecia de París» por los canales que la cruzan. Al finalizar este tramo está la plaza de la Bastilla.
Es uno de los lugares con más valor histórico de París, pues en este punto se encontraba la fortaleza que da nombre a la plaza, que constituyó el símbolo por excelencia del Antiguo Régimen, el oscurantismo y la tiranía del poder absoluto.
En 1789 los parisinos decidieron tomarla, lo que supuso el comienzo de la Revolución Francesa, la caída del poder absoluto y la liberación de los franceses, cambiando la vida del país para siempre.
Hoy la plaza conserva algunos restos en el pavimento de la posición que ocupaba.
En el centro se yergue una columna Juillet, que conmemora la Revolución de 1830.
Aquí también se encuentra la Ópera de la Bastilla, que destaca por su moderno diseño, rompiendo con el clasicismo de la arquitectura que la rodea. Ofrece espectáculos de ballet clásico, ópera y danza.
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Fotos: Shutterstock
Muchas gracias por las recomendaciones. Nos basamos en estas para nuestra visita a Paris de 4 dias. La visita a Versalles cuanto tiempo nos toma ?
Despues nos vamos a Praga, viena y Budapest, donde tambien tienes muy buenos datos.
Saludos
Carlos
Hola Carlos. Le pondría como mínimo 4 horas. Vamos que te va a llevar toda la mañana y parte de la tarde incluyendo traslados. Saludos
Gracias por la ayuda.
Sintetizaste la información muy bien. Quizás faltaría visitar las catacumbas.
Sin embargo, recorrer los museos puede tardar incluso más de 3 horas.
Hola Claudia. Además de las Catacumbas me dejo muchas cosas. París realmente es para ir más días o volver varias veces. Siempre hay algo nuevo que hacer o ver. Saludos