
Valencia lo tiene todo para proporcionar un viaje de lo más completo. Playas, patrimonio monumental, compras, oferta cultural, vida nocturna… la oferta para el viajero es enorme. Para que no te pierdas nada en este artículo te propongo una lista de las cosas que hay que ver y hacer en Valencia. Así que toma buena nota.
Las 40 mejores cosas que hacer en Valencia
Valencia tiene una tarjeta turística, la Valencia Tourist Card (desde 12 euros), que te da acceso gratis a muchos sitios e importante descuentos a otros además de uso ilimitado del transporte público. En mi opinión vale la pena. Más información aquí
1. Toma un primer contacto con la ciudad con un Free tour
No hay nada mejor para empezar a conocer la historia, las anécdotas y la vida de Valencia que hacerlo de la mano de un guía. Y mejor aún si es con un tour gratuito (solo tienes que dar propina voluntaria si te gustó el trabajo del guía)-
Con este tour conocerás los lugares más emblemáticos del centro de la ciudad y conocerás la historia que hay detrás de ellos. También te llevarás buenas recomendaciones para el resto de tu viaje como sitios para visitar, ir a comer o salir de copas.
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2. Visita la catedral
La Iglesia Catedral-Basílica Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia, también conocida como “la Seu”, se encuentra en el casco antiguo y es la joya de su patrimonio monumental.
Construida sobre una antiguo templo romano, luce diversidad de estilos, entre los que se encuentran el barroco, el románico o el neoclásico, y el gótico que es el predominante.
A su valor arquitectónico hay que sumarle lo que contiene su interior. Se dice que atesora el Santo Cáliz, que fue el que utilizó Jesús en la Última Cena, y entre las obras de arte que contiene cabe destacar los frescos del Renacimiento que decoran el Altar Mayor.
La entrada a las zonas de culto de la Catedral es gratuita. Para lo que se paga es para visitar el Museo Catedralicio y para subir al Miguelete. Más información: Catedral de Valencia
3. Museo Catedralicio
Aquí también se encuentra el museo catedralicio, que guarda una colección maravillosa de arte religioso. Tal vez por lo que más destaque sea por sus de obras pictóricas, entre las que se encuentran las de algunos artistas como Goya.
La entrada general al Museo Catedralicio cuesta 8 euros (hay descuentos). Más información: Museo Catedral de Valencia
4. Contempla Valencia a vista de pájaro desde el Miguelete
Siguiendo con la Catedral, otra de las cosas que tienes que hacer en Valencia es subir a lo alto de su campanario conocido como la torre del Micalet. Además de ser uno de los máximos exponentes del gótico valenciano, constituye uno de los mejores miradores de Valencia.
Desde lo alto, podrás disfrutar de una inigualable panorámica de la ciudad. Eso sí, para disfrutarla hay que subir más de 200 escalones por una angosta escalera de caracol.
Subir cuesta 2 euros. Puedes encontrar información en la misma página del Museo de la Catedral.
5. Descubre los increíbles frescos de la iglesia de San Nicolás
En la calle Caballeros, dentro del casco antiguo, es otra de las iglesias que hay que ver en Valencia. La razón estriba en que este precioso templo barroco atesora en su interior una maravillosa colección de pinturas al fresco.
Fueron realizadas por el mismo autor que restauró la Capilla Sixtina del Vaticano, lo que le han valido el apelativo de la Capilla Sixtina valenciana. Muestran representaciones de la vida de los santos, de San Pedro Mártir y San Nicolás, las cuales nos adentran en la historia religiosa más pretérita.
La entrada cuesta 8 euros e incluye la entrada a la Iglesia de los Santos Juanes y al Museo de la Seda. Más información: Iglesia de San Nicolás
6. Pasea por la plaza Redonda

También conocida como plaza del Clot, preside el casco antiguo de la ciudad. Tal y como su nombre sugiere, muestra una singular silueta redonda que trae a la mente una plaza de toros.
Es una plaza con mucho encanto y llena de vida. La vida que le dan sus tiendas de artesanía, comercios tradicionales, bares de tapas, mercerías y tiendas de recuerdos, etc. En tu ruta por el centro de la ciudad seguro que pasarás por ella en algún momento.
Es uno de los sitios más emblemáticos de los que hay que ver en Valencia, y si tu visita coincide en domingo o festivo, también podrás ver y hacer tus compras en el mercadillo.
7. Relájate en los jardines del Turia
Se extiende desde el parque de Cabecera hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias a lo largo de 10 km, lo que lo convierte en uno de los más extensos de España y el lugar de esparcimiento por excelencia de los valencianos.
Esta gran zona verde que cruza la ciudad de oeste a este nació de la desviación del cauce del Turia, que provocaba riadas continuas en la ciudad con sus consiguientes destrozos. Se inauguró en 1986, con diseño de diversos urbanistas y paisajistas.
Sus carriles y senderos son ideales para hacer senderismo, cicloturismo, running, pasear en seagway o tándem, patinar, jugar al fútbol o navegar en los estanques que la conforman.
Además, en su recorrido también hay numerosas paradas de interés como el parque de toboganes Gulliver, el Palau de la Música o el Instituto Valenciano de Arte Moderno. Si tienes tiempo y ganas de pasear recorrerlo es una de las cosas que vale la pena hacer en Valencia.
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8. Ir de compras por Valencia
Valencia es una ciudad muy bien surtida de tiendas y zonas comerciales. Existen varias áreas comerciales, pero la más clásica es la que se despliega hacia el sur del centro histórico en calles tan emblemáticas como Colón, Don Juan de Austria o Jorge Juan.
En ellas y sus adyacentes se concentran todo tipo de tiendas, así como las firmas más importantes del mundo de la moda y se convierten en hormigueros de personas durante los fines de semana. A destacar especialmente la calle Poeta Querol, la “milla dorada” valenciana, travesía comercial exclusiva en la que se alinean las principales firmas de lujo.
Para quienes disfrutan pasando un día completo en un centro comercial, Valencia también tiene una oferta amplia y variada con complejos como el Aqua Multiespacio, un centro que tiene absolutamente de todo, con diseño innovador y una ubicación tan espléndida como la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
9. Tomar la típica Agua de Valencia
El agua de Valencia es un cóctel clásico de la noche valenciana, una mezcla de naranjas naturales y bebidas alcohólicas que trascendió las fronteras de la ciudad para convertirse en bebida internacional.
Su origen se sitúa en los años 60 del siglo pasado en el clásico Café Madrid, ubicado a espaldas del palacio del Marqués de Dos Aguas.
10. Cruza las torres de Serranos

En la época medieval, Valencia estaba rodeada por unas robustas murallas, que protegían la ciudad frente a los ataque enemigos. Hoy ya no queda apenas nada de ellas, a excepción de dos puertas de entrada. Las torres de Serranos, de estilo gótico y declaradas Bien de Interés Cultural, son una de ellas.
Además de importancia histórica, tienen un gran peso en la cultura de los valencianos, pues en ellas se celebran acontecimientos importantes como la Crida, la llamada que hace la Fallera Mayor para invitar a los locales a disfrutar de las fiesta de las Fallas.
Se permite el acceso a su interior y se puede subir a lo alto, desde donde se pueden disfrutar de unas vistas maravillosas de las cercanías.
La entrada cuesta 2 euros. Más información: Torres de Serranos
11. Entra en el museo de Bellas Artes
Se trata de uno de los museos de pintura más importantes de España, que atesora una rica colección pictórica desde el siglo XIV al XIX, con obras de algunos de los artistas más relevantes de la historia como Velázquez, Goya, Murillo o El Greco.
También guarda un extenso fondo de grabados, piezas arqueológicas, dibujos, fotos y una magnífica colección de tablas góticas. Así que si eres un amante del arte, su visita es una de las cosas que hacer en Valencia más recomendables.
La entrada es gratuita así que ya tienes una razón más para visitarlo. Más información: Museo de Bellas Artes de Valencia
12. Acude a un concierto al Palau de la Música
Levantado en la ribera del río Turia, es la sede de la Orquesta de Valencia y de la Banda Municipal. Considerado uno de los centros musicales más importantes de Europa, destaca por proporcionar una excelente acústica, y tiene una agenda de actuaciones de lo más completa.
Consulta su agenda aquí
13. Visita la lonja de la Seda
También conocida como Lonja de los Mercaderes, este edificio es uno de los máximos exponentes del gótico valenciano. Durante la Edad Media fue uno de los principales centros de operaciones comerciales. Hoy es uno de los testigos más valiosos del esplendor de la burguesía durante la época.
Merece la pena entrar en su interior para ver la maravillosa techumbre que la cubre, los bonitos espacios que la componen como el patio de los Naranjos, un jardín de simetría perfecta, o el Salón de la Contratación, donde se llevaban a cabo las transacciones comerciales, en la Taula de Canvis.
La entrada cuesta 2 euros. Más información: La Lonja de la Seda
14. Adéntrate en la Ciudad de las Artes y las Ciencias

Inaugurado en 1998, la visita a este gigantesco complejo es una de las cosas que hacer en Valencia ineludibles, ya que para muchos es el principal atractivo turístico de la ciudad.
Está construido sobre antiguo cauce del río Turia, y destaca por el estilo arquitectónico que presentan los distintos edificios que lo componen, obra del ingenio de Santiago Calatrava. Éstos muestran siluetas en las que toman el protagonismo geometrías imposibles, el juego de volúmenes y el colorido, constituyendo uno de los máximos representantes del vanguardismo del siglo XXI.
Su arquitectura es impresionante y también el contenido de sus distintos pabellones. Especialmente destacado es el Oceanogràfic, el acuario más grande de Europa con más de 45.000 ejemplares de 500 especies diferentes: desde delfines, pingüinos y belugas hasta tiburones y focas.
Por su parte, el Hemisfèric es un cine en 3D, donde se proyectan películas y diversos documentales Imax en una gigantesca pantalla cóncava de 900 metros.
El museo de las Ciencias Príncipe Felipe acoge exposiciones interactivas sobre ciencia, la vida y la tecnología, que el visitante descubre a través de la manipulación. De hecho, su lema es “Prohibido no tocar, no pensar, no sentir”.
El Umbracle constituye el gran pulmón verde de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el elemento en torno al que se organiza el complejo. El jardín tiene unas dimensiones abrumadoras de más de 4.000 m2, rebosantes de diversidad de plantas y árboles mediterráneos y decorados con una amplia colección de bonitas esculturas.
Hay diferentes precios en función de lo que quieras visitar. La entrada solo al Oceanogràfic cuesta 31.30 euros. Más información: Ciudad de las Ciencias y de las Artes
15. Disfruta del reino animal en Bioparc
Acudir al parque zoológico es una de las cosas más interesantes que hacer en Valencia con niños. Dispone de más de 100.000 m2, rodeados de naturaleza salvaje y donde habitan en cautividad especies animales típicas del continente africano.
Además, las barreras no son visibles fácilmente ya que están camufladas emulando elementos de la naturaleza, lo que permite una mayor cercanía y, por lo tanto, una aproximación más real, como si estuvieran en su hábitat natural.
Lémures, gorilas, jirafas, leones o hienas son algunas de las especies que podrás contemplar en las cuatro áreas en las que se divide el recinto. La entrada general cuesta 23.80 euros. Más información: Bioparc
16. Contar los agujeros de cañonazos en las Torres de Quart
Las Torres de Quart fueron construidas, en estilo gótico tardío, a mediados del siglo XV. Junto a las de Serranos son los pocos vestigios que quedan de la antigua muralla medieval. Las dos torres cilíndricas flanquean el cuerpo central, en el que se abre el portal.
En la superficie de este monumento se pueden apreciar una serie de agujeros en los que acostumbran a anidar diferentes especies de aves. Esos huecos son los impactos de los cañones y los fusiles disparados por tropas napoleónicas durante la toma de la ciudad en junio de 1808.
Hasta 132 marcas de cañonazos y más de mil de fusil han sido contadas y respetadas durante el proceso de restauración de las torres, como recuerdo de aquel suceso.
17. Saborea los platos más típicos de Valencia

La cocina valenciana encuentra su fundamento en la dieta mediterránea, por lo que sus platos se sustentan sobre productos naturales y saludables. Uno de los más típicos es la paella, que además es uno de los iconos gastronómicos de nuestro país.
El arroz también es el protagonista de otros muchos platos como el arroz a banda, negro o con costra. Igualmente son muy populares las cocas, los clochinas (una variedad de mejillón) o el esgarraet ,una ensalada con pimiento rojo, bacalao, ajo y aceite.
En el terreno de las bebidas, no se puede dejar de mencionar la horchata, que sabe especialmente bien con unos fartons. Reducir las especialidades valencianas a estos ejemplos no es muestra significativa de su variedad gastronómica, así que date el gusto de descubrir otros platos y probarlos.
18. Salir de marcha por unas calles bulliciosas
Las noches valencianas son muy animadas y disfrutarlas es una de las cosas más divertidas que se pueden hacer en Valencia. La excelente climatología es buena aliada de los más trasnochadores y la ciudad entera vibra con el bullicio y la música de múltiples locales.
Entre las zonas más movidas, uno de los mejores sitios para salir de copas es el barrio del Carmen, en pleno centro histórico. Los alrededores de la Catedral, las calles y plazas adyacentes están siempre muy animadas.
Especialmente famosas son la plaza de la Virgen, la calle Caballeros y la plaza del Negrito, aunque la fiesta se amplía por toda la zona.
19. Recorrer el “soho valenciano” con una visita al barrio de Ruzafa
Este antiguo barrio del Ensanche valenciano, que hasta finales del siglo XIX fue un municipio independiente, ha pasado en poco tiempo de cierto olvido a convertirse en uno de los puntos con más vitalidad de la ciudad.
Ruzafa es conocido como el soho valenciano, porque atesora una enorme y muy variada actividad cultural y es el espacio multicultural y cosmopolita por excelencia. La creatividad que derrocha este barrio de moda se muestra en la cantidad de estudios de artistas, cafeterías-librería, galerías de arte o restaurantes de diseño que proliferan por sus calles.
Además, Ruzafa también tiene atractivos monumentales clásicos, destacando la barroca iglesia parroquial de San Valero y San Vicente Mártir, conocida como la catedral de Ruzafa, o el convento de Nuestra Señora de los Ángeles.
20. Disfruta de la gastronomía local en el mercado Central
Después de visitar la lonja de la Seda no te pierdas el Mercado Central. Está situado justo al lado de ésta. Es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y uno de los mercados más grandes de Europa con 8.000 metros cuadrados.
La arquitectura modernista que luce, en la que toman el protagonismo las vidrieras, los azulejos y las columnas de hierro constituye por sí misma un motivo de visita.
Aunque lo interesante está en su interior, especialmente para los más foodies, pues dispone de más de mil puestos, donde se venden todo tipo de productos frescos como quesos, tomates, naranjas, carne, anguilas, frutos secos, especias…
También podrás saborear algunos de los ejemplos de la gastronomía local más auténtica. Así que si quieres hacer una parada en tus visitas para picar algo y adentrarte en los sabores locales, acudir a este mercado es una de las cosas más recomendables que hacer en Valencia.
21. Piérdete en el barrio del Carmen

Ubicado en el corazón del casco histórico de la ciudad, en el distrito de Ciutat Vella, este barrio que creció intramuros es uno de los más mágicos y bonitos de Valencia. Sus callejuelas están repletas comercios tradicionales con siglos de historia, bares y restaurantes, especialmente en la plaza del Tossal, donde puedes saborear cocina local o tapear.
También atesora algunas construcciones importantes como la Casa de los Gatos o el Portal de la Valldigna y algunos de los museos más importantes de Valencia como el Instituto Valenciano de Arte Moderno o el museo de prehistoria de Valencia.
En esta parte también se encuentra el mercado de Mossen Sorell, que destaca por su oferta de productos gourmet.
22. Conoce la Patacona
La playa de la Patacona está en Alboraya, contigua a la Malvarrosa. Es mucho más tranquila y relajada. Es una excelente opción si buscas disfrutar de un baño en el mar sin tanta compañía y sin salir de la ciudad.
Está recorrida por un bonito paseo, por el que se puede dar un agradable paseo, patinar o hacer cicloturismo con vistas al mar. Además, tiene un buen número de restaurantes, bares y locales, en los que podrás disfrutar de una rica paella o una horchata con bonitas vistas.
23. Disfruta de una horchata en Alboraya
La horchata es una de las bebidas más tradicionales y populares de la gastronomía valenciana. Para quien no lo sepa, se elabora con las chufas que fructifican en sus huertas, y que además gozan de Denominación de Origen Protegida.
La cuna de esta rica bebida es el municipio de Alboraya, que se encuentra a escasos tres kilómetros del centro de la ciudad, por lo que no existe mejor lugar para probarla. De hecho, cuenta con un buen número de horchaterías donde es posible catarla e incluso un museo que te permitirá adentrarte en su historia.
24. Toma una horchata en un local con dos siglos de tradición
Si estás por el centro no hace falta que te vayas muy lejos para disfrutar de una buena horchata acompañada de fartons, una especie de bizcochos alargados.
Hay cientos de locales en Valencia en los tomarla, pero nada mejor que hacerlo en un establecimiento con más de dos siglos de tradición y experiencia en su elaboración como la horchatería Santa Catalina.
Es una de las más antiguas de toda Valencia, y está ubicada en pleno centro del casco antiguo y muy cerca de la Catedral. La decoración del interior es todo un espectáculo artístico, con auténtica cerámica de Manises.
Se puede tomar líquida, granizada o en crema, pero siempre con la garantía de que se está tomando una de las mejores horchatas de toda la ciudad.
25. Goza de la naturaleza más pura en el Parque Natural de Albufera

Este espacio natural se encuentra a poco más de 10 km de Valencia, y es uno de los más valiosos y bellos de su entorno. Tanto es así que algunas fuentes antiguas y poemas árabes lo denominan el «espejo del sol».
Se extiende a lo largo de 24 km y está rodeado de arrozales, bosques y vegetación frondosa. Además, lo preside una gran laguna, que es lugar de paso de numerosas aves migratorias, por lo que acercarse a ella es una de las cosas que hacer en Valencia muy popular entre los aficionados a la ornitología.
En este humedal también puedes pasear, navegar e incluso disfrutar de los mejores atardeceres de la comunidad, especialmente a orillas de la laguna.
26. Vibrar con fútbol de alto nivel
¿Te gusta el fútbol?. Pues en Valencia podrás presenciar partidos de la Liga española. Para los que nos visitan de otros países y no están muy puestos en fútbol español, el Valencia C.F. se fundó en 1919 y hoy es uno de los más destacados en la Primera División de la Liga española. Su estadio, tiene un aforo de casi 50.000 espectadores.
Si tu visita no coincide con un día de partido también es posible visitar Mestalla, el estadio de fútbol, en un interesante tour guiado que permite conocer los vestuarios, los palcos, la sala de prensa y hasta pisar el terreno de juego y sentarse en los banquillos en los que se sientan los futbolistas.
27. Descubre el palacio Marqués de Dos Aguas

Otra de las visitas que hay que hacer en Valencia es el Palacio Marqués de Dos Aguas. Situado en el casco antiguo, es una visita de lo más recomendable para adentrarse en la historia y las curiosidades de la ciudad.
Entre las cosas que podrás visitar en el interior de este palacio rococó figura el patio de los Carruajes, que conserva algunos ejemplares antiguos; y el museo de la Cerámica y las Artes Suntuarias Martí, que acoge una extensa colección de cerámicas, desde el siglo VIII hasta la época contemporánea.
La entrada cuesta 3 euros (gratis los sábados por la tarde y los domingos). Más información: Palacio Marqués de Dos Aguas
28. Conoce el museo de la Ilustración y la Modernidad
Este espacio, ubicado en el barrio de San Francesc, es uno de los más singulares de la oferta cultural de Valencia, por cuanto está consagrado al mundo de las ideas y cómo han evolucionado desde la Edad Media a la actualidad.
A diferencia de otros, no se descubre a través de objetos materiales y carteles explicativos, sino con las nuevas tecnologías, conferencias, charlas o proyecciones audiovisuales.
La exposición ‘La aventura del pensamiento’ es la principal, y versa sobre las ideas y pensamientos que supusieron un cambio en el mundo y las claves del pensamiento occidental como, por ejemplo, la Ilustración o el teocentrismo.
Un museo diferente que vale la pena incluirlo en tu lista de cosas que ver en Valencia si tienes tiempo y eres una persona con inquietudes intelectuales. La entrada cuesta 2 euros. Más información aquí.
29. Descubre la Marina de Valencia
Esta zona ocupa el antiguo puerto, junto al paseo marítimo de la playa de Cabañal. Es una de las zonas más especiales de la ciudad, pues en ella conviven construcciones antiguas, como el antiguo varadero o la torre del reloj, con otras de estilo vanguardista como Veles e Vents, consagrado al mundo de la gastronomía y la cultura.
Además, es el lugar al que hay que dirigirse para practicar deportes acuáticos. De hecho, en ella se han celebrado algunas ediciones de la America’s Cup, una de las competiciones deportivas más prestigiosas del planeta.
30. Disfruta de un baño en la Malvarrosa
La playa de la Malvarrosa es la más popular y concurrida de Valencia. Está dentro de la ciudad, delimitada por la de Patacona al norte y por la de Cabañal al sur. La fina arena dorada que la cubre constituye una invitación en toda regla a disfrutar de un paseo, una siesta o a desconectar.
Como atractivo añadido, acoge el Festival Aéreo, en el que se dan cita aviones procedentes de todas las regiones españolas, y la mascletà. Además, está recorrida por un precioso paseo marítimo repleto de bares, tiendas y restaurantes, que le dan una gran animación durante todo el día.
31. Descubre el museo de los Soldaditos de Plomo
Si viajas en familia o te apasiona el mundo de las miniaturas, este museo es, sin duda, una de las cosas que ver en Valencia. Ubicado en la calle Caballeros, contiene más de 90.000 piezas de soldados en miniatura de plomo, repartidas en 15 salas temáticas, que lo convierten en uno de los más grandes del mundo.
Algunas de las más populares son la recreación de la Batalla de Almansa, la sala Tirant o la de las colecciones valencianas. La entrada cuesta 8 euros. Más información: Museo l´Iber
32. Conoce la faceta marinera de Valencia en el Cabañal
Pasear por este barrio de pescadores supone adentrarse en la esencia marinera y la cara más auténtica de Valencia, donde la vida discurre a un ritmo diferente que en el resto los barrios valencianos.
Sus estrechas y enrevesadas calles aún conservan las antiguas barracas y las coloridas casas de pescadores vestidas de azulejos de colores. Además, las viviendas más deterioradas han sido decoradas con grafitis y arte callejero, que dan al barrio una gran personalidad.
Estas conviven con un montón de nuevos espacios culturales, salas de cine, teatros, restaurantes especializados en cocina local y bares muy bohemios, que lo han convertido en uno de los lugares de moda. Su visita es una de las cosas interesantes que hacer en Valencia.
33. Pasea por la plaza de la Virgen
Ubicada en el corazón histórico, constituye el alma de Valencia. Tanto es así que en ella se celebran actos relevantes para la ciudad como la conclusión de la ofrenda de la flores de las Fallas, la fiesta más importante de la ciudad.
Está construida sobre un antiguo foro romano, presidida por la gigantesca fuente del Turia, que representa al río Turia y la importancia de éste para sus habitantes, y rodeada de algunas de las construcciones de mayor valor como la Catedral, la basílica de la Virgen de los Desamparados y el palacio de la Generalitat.
También hay un buen número de bares con terraza, donde sentarte con una horchata y contemplar el ambiente tan animado que siempre hay.
34. Conoce El Palmar, la cuna de la paella
Muy cerca de Valencia, entre cultivos de arroz y huertas, y abrazada por el Parque Natural de la Albufera, se sitúa esta coqueta localidad pesquera. Ocupa una pequeña isla, por la que discurren bonitos canales, que la dotan de mucho encanto.
Además, conserva algunas construcciones tradicionales como las antiguas barracas que se hacían con materiales de proximidad como barro, cañas, juncos o ladrillos de adobe, que ha aparecido en series tan míticas como Cañas y Barro, de Vicente Blasco Ibáñez.
Pero también es la cuna de la paella, por lo que constituye un lugar de referencia para saborear este plato tan típico de la cocina valenciana, cuya popularidad ha traspasado fronteras. Además, hay donde elegir, pues dispone de más de 30 restaurantes.
En la cocina de esta localidad también es muy típico el all i pebre, cuyos ingrediente principal son las anguilas, o el arròs amb fesols i naps, es decir, caldera de arroz con alubias y nabos.
35. Descubrir los extraordinarios paisajes de las cuevas de San José
A menos de 50 kilómetros de la capital encontramos las cuevas de San José, otro de esos lugares que hay que ver en Valencia. Estas cuevas cuentan con el río subterráneo navegable más largo de toda Europa, con casi tres kilómetros de longitud conocidos, porque todavía no se ha podido llegar ni al fin de la gruta ni al origen de dicho río.
La visita tiene una parte en barco y otra andando. El recorrido te permitirá observar estalactitas y estalagmitas con formas caprichosas creadas durante miles de años y diversas salas de gran altura y con curiosas figuras esculpidas por la erosión del agua en la roca desde tiempos inmemoriales.
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36. Empaparse del sabor único de las Fallas
Las Fallas se celebran del 1 al 19 de marzo. Estas fiestas que reúnen componentes tradicionales con arte, sátira y mucha diversión son uno de los grandes acontecimientos que hay que ver en Valencia.
Entre sus tradiciones más conocidas destacan el gran estallido multitudinario de petardos y fuegos artificiales y actos emotivos como la ofrenda floral a la patrona, la Virgen de los Desamparados.
Pero, la parte más definitoria de las Fallas son los ninots, enormes estructuras que se plantan en calles y plazas destinados a ser quemados de forma colectiva durante la gran noche de la cremà, el 19 de marzo.
Se puede decir que todos son verdaderas obras de arte con destino efímero, aunque una, la que resulta indultada, se conservará como muestra en el Museo Fallero. Si no se puede vivir esta fiesta, siempre se puede visitar esta exposición ubicada en un antiguo convento que acoge todos los ninots indultados desde 1934.
37. Practicar senderismo por las Hoces del Turia
Visitar Valencia también permite hacer excursiones a lugares que merecen tanto la pena como éste, localizado a menos de una hora de la ciudad. Las rutas de las Hoces del Turia son muy populares tanto por la sencillez del trazado como por la belleza de los parajes por los que transitan.
Las aguas del Turia nacen en la Sierra de Albarracín, a casi 300 kilómetros de aquí y antes de llegar a las llanuras hortícolas donde riega los cultivos discurre encajado en cañones profundos y de gran atractivo visual. Estas formaciones son especialmente impactantes en las cercanías de la población de Chulilla.
El sendero se desarrolla paralelo al cauce del río y permite disfrutar de paisajes frondosos y lugares de gran interés como la zona en la que se encuentran las pinturas rupestres del barranco de Vallfiguera.
38. Darse el gustazo de comer en un restaurante con dos estrellas Michelín
Valencia puede decir con orgullo que su gastronomía está al nivel de las grandes capitales europeas. Los excepcionales productos locales contribuyen al nivel gastronómico de la ciudad, que cuenta con algunos de los mejores restaurantes de España.
Es el caso del Ricard Camarena Restaurant, emplazado en el espacio de arte Bombas Gens, uno de los dos únicos establecimientos valencianos que han sido galardonados con dos estrellas Michelín.
39. Observar extraordinarias panorámicas desde la terraza del Ateneo Mercantil
El Ateneo Mercantil ocupa uno de los edificios más emblemáticos de la histórica plaza de ayuntamiento, erigido en el año 1953. Desde arriba, en la azotea situada a 50 metros de altura (y a la que se puede llegar cómodamente mediante ascensor), se contempla una de las mejores panorámicas de toda la ciudad, en una visión de 360 grados.
Edificios como el Miguelete, las Torres de Serranos o el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, así como paisajes como el Mediterráneo y la sierra Calderona se nos ofrecen como si estuvieran al alcance de la mano.
La entrada cuesta 3 euros. Más información aquí.
40. Asistir a una sesión del milenario Tribunal de las Aguas
Todos los jueves, desde hace más de mil años, se reúne en la puerta de los Apósteles de la Catedral el Tribunal de las Aguas. Se trata de una institución de origen medieval encargada de regular el uso de los riegos de las ocho acequias que dan servicio a la huerta valenciana.
Constituye un modelo de justicia oral sencilla, simple y muy efectiva. Los síndicos, ataviados con sus clásicas blusas negras, se sientan en sus ocho sillones de madera y cuero y resuelven conflictos entre los regantes con las mismas reglas y discusiones que en la Edad Media.
Esta entidad ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y su importancia se comprende por el simple hecho de ser la institución de justicia en funcionamiento más antigua de toda Europa.
Por eso, acercarse por allí a las doce de la mañana es una de las imprescindibles cosas por hacer en Valencia si se visita la capital durante un jueves.