
En este artículo veremos algunas de las cosas que ver y hacer en el Trastevere. Es un barrio que nunca ha faltado en mis viajes a Roma ya que es uno de los sitios a los que más me gusta ir al atardecer para cenar y tomar algo.
El Trastevere es uno de las zonas más pintorescas y con más encanto de Roma. Situado al sur de la Ciudad del Vaticano, es un barrio muy cosmopolita pero también bohemio, lleno de universitarios y con una arquitectura con reminiscencias medievales, renacentistas y barrocas.
Quien visite Roma no puede pasar por alto sus estrechas y emblemáticas calles, adoquinadas con los típicos “sampietrini”, entre casas populares de la Edad Media, pequeñas iglesias, placitas y hermosos rincones, que lo convierten en uno de lugares con más encanto para pasear y perderse por sus callejuelas.
Además, el Trastevere es una zona con un ambiente bohemio, muy animada y frecuentada, especialmente por la noche, gracias a sus numerosos restaurantes y bares.
Cenar en alguno de sus restaurantes, trattorias o pizzerías tradicionales, ya sea en sus terrazas o al calor de sus chimeneas, es garantía de pasar una velada excelente.
Para los viajeros que buscan las atmósferas más auténticas de un barrio, puede ser una zona perfecta para alojarse en Roma porque, a pesar de que es un barrio muy frecuentado por turistas y extranjeros, ha logrado conservar muchos de sus rasgos típicos.
Además de para salir a cenar y tomar copas, también es un barrio que hay que visitar ya que tiene algunas cosas de interés.
Las más importantes son la Plaza y la Basílica de Santa María en Trastevere, las iglesias de Sana Cecilia y la de San Crisogono, palacios y villas como el Palazzo Salviati o el Pallazo Corsini, el Jardín Botánico, la colina de Gianicolo con su bella panorámica de Roma, o el Museo di Roma in Trastevere.
Bien comunicado con el centro de Roma mediante autobús y tranvía, pero desgraciadamente no por el metro, este barrio debe figurar en tu lista de sitios que ver en Roma.
Como curiosidad cabe destacar que es el lugar donde dicen crucificaron a San Pedro.
Qué ver y hacer en el Trastevere
1. Basílica de Santa María: una de las iglesias más antiguas de la ciudad

Empezamos con las cosas que ver en el Trastevere con uno de los lugares con mayor historia de Roma: la Basílica de Santa María. La primera construcción data del siglo III d.C., cuando el cristianismo todavía no era la religión oficial del Imperio.
Desde entonces, este templo ubicado en la céntrica y popular plaza del mismo nombre, se ha ido renovando para albergar unos magníficos mosaicos del siglo XII y XIII, los techos barrocos de estuco o el pórtico de principios del XVIII.
Sin olvidar que todavía conserva 22 columnas de la primera construcción.
La visita a la basílica también es una buena oportunidad para conocer la gran fuente de la Plaza de Santa María de Trastevere y el Palacio de San Calisto y su iglesia.
2. Conoce el lugar donde crucificaron a Simón Pedro
Otro lugar que va sobrado de historia es el Templete de San Pietro in Montorio.
Forma parte de un gran edificio -antiguo convento franciscano- que alberga también la iglesia del mismo nombre y la Real Academia de España.
En cuanto al templete fue mandado construir por los Reyes Católicos y de su diseño y construcción se hizo cargo entre 1502 y 1510 el famoso arquitecto Bramante, según algunos con la colaboración del también arquitecto Bernini.
Para acceder al templete sólo hay que identificarse. El pequeño templo posee dos plantas y en el sótano hay una capilla donde supuestamente se colocó la cruz donde Pedro fue martirizado.
Pese a ser un monumento pequeño y oculto, para muchos es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista.
3. ¿Una fuente más bonita que la de Trevi?

En italiano la llaman Fontana dell’Acqua Paola y, para algunos, es más bonita que la Fontana de Trevi. Tal vez sea una exageración, a mí me lo parece, pero ya me contarás cuando la visites tú mismo.
Se construyó en el año 1612 en estilo barroco y como final de un acueducto que llevaba agua potable al barrio.
Luego fue restaurada por el pontífice Pablo V y hoy destaca por su iluminación nocturna y por las vistas que se tienen de Roma desde el lugar. De hecho, ya estarás en la Colina del Janículo.
4. Antes de subir, pásate por la Porta de San Pancrazio
Al oeste del barrio se ubican las Murallas Aurelianas, que protegían Roma por ese lado. Y como en todas las murallas había puertas.
Una de ellas es Porta de San Pancrazio, frente a la Academia Americana y que hoy alberga el Museo Garibaldi. En él podrás conocer parte de la historia de la ciudad en la era Contemporánea.
Además, frente a la puerta comienza la Vía delle Mura Aurelie que, en dirección norte, todavía conserva parte de la muralla que hoy hace de límite del Janículo con la zona todavía más al oeste de la ciudad.
5. Roma a vista de pájaro desde el Mirador del Janículo
El punto más alto de esta colina está a 83 metros, suficiente para tener una panorámica de prácticamente toda la ciudad. Su ubicación está en una plazoleta donde se levanta una gran estatua en honor al unificador de Italia Giuseppe Garibaldi.
Dos datos curiosos respecto a esta colina: uno, que no formó parte de las siete colinas sobre donde se creó la ciudad de Roma, y dos, que la estatua y otros monumentos como la Fontana degli Undici Zampilli, el Faro del Gianicolo o el Anfiteatro Quercia del Tasso, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1990.
Definitivamente un lugar que ver en el Trastevere.
6. Pasea por el Jardín Botánico de Roma
El lugar, como Jardín Botánico, se constituyó a finales del siglo XIX, con Italia reunificada. No obstante, este gran jardín de más de 12 hectáreas tuvo sus antecesores en los jardines del Vaticano.
Allí se crearon los primeros espacios verdes en la Edad Media con el objetivo de cultivar hierbas medicinales.
Actualmente, el jardín botánico está gestionado por la universidad romana La Sapienza y te permitirá disfrutar de más de 3.000 tipos y especies de plantas. No te pierdas el Jardín japonés y su mirador, encinas de más 400 años o el bosque de helechos.
7. Un poco de arte y arquitectura en el Palacio Corsini
Justo al oeste del Jardín Botánico (contiguo prácticamente) se encuentra este palacio barroco construido entre los siglos XVI y XVII. En él se encuentra la Galería Nacional de Arte Antiguo, con una de las mejores colecciones pictóricas de arte barroco italiano.
Si llegas al palacio desde el Jardín Botánico, sólo tendrás que seguir el camino que lleva a la Fontana dei Tritoni y, a cien metros, encontrarás ya los jardines de la galería de arte.
8. Vuelve al Renacimiento en la Villa Farnesina
No tendrás que andar mucho porque la villa está justo enfrente del palacio. Cuenta con un bonito jardín prácticamente pegado a la orilla del Tíber. Pero lo verdaderamente interesante del lugar, como en el Palacio Corsini, es su colección artística.
En este caso, como el lugar se construyó en el Renacimiento (1505-1511), se decoró con frescos al estilo de la época. Y no te defraudarán porque algunos fueron pintados por el mismísimo Rafael, como “El Triunfo de la Galatea”.
9. Basílica de Santa Cecilia y su famosa estatua

Al este, muy cerca del río Tíber, se encuentra la segunda iglesia más importante del barrio y otra de las cosas que ver en el Trastevere.
Sólo un poco más antigua que la anterior, se construyó en el siglo V y en honor a la ciudadana romana que se convirtió al cristianismo y fue martirizada siglos antes.
Como el resto de los templos de Roma, sufrió cambios importantes. El más relevante: la reconstrucción del 822, que incluyó traer los restos de Santa Cecilia a esta iglesia desde la de Calisto.
Te sorprenderá su nave central, los cuadros tan bien conservados del siglo XIII y, por supuesto, la estatua barroca de Stefano Maderno El martirio de Santa Cecilia.
10. De compras a Porta Portese
No te puedes ir de Roma sin ver en el Trastevere esta puerta del siglo XVII pegada al río, diseñada y construida por Vincenzo Maculani y que sustituyó a Porta Portuensis. Formó parte de las murallas de la ciudad y estaba muy cerca del principal puerto del río Tíber.
Sin embargo, Porta Portese es famosa por el mercadillo de productos de segunda mano que se monta todos los domingos y que llega a reunir más de 4.000 puestos en las calles que rodean a la puerta.
11. Viendo el Tíber pasar sobre el Puente Giuseppe Mazzini
El río romano posee muchos puentes y uno de los más bonitos es este, cuya visita te recomiendo hacer en el Trastevere. Está frente a la Prisión de Regina Coeli, edificio que se construyó en 1654 pero para albergar a un convento.
Además de su longitud (casi cien metros) y las bonitas vistas del río en ambas direcciones, el Puente Giuseppe Mazzini es famoso por sus farolas. Estas cuentan con una base compuesta de diversas esculturas.
El puente también tiene acceso a un largo paseo que transita por debajo de los puentes a lo largo de una parte importante de la orilla oeste del Tíber.
12. Date un paseo hasta el Puente Sixto
Desde el Puente Giuseppe Mazzini hasta el Puente Sixto hay un agradable paseo bordeando el río de poco más de 500 metros.
Como curiosidad, verás en las paredes del paseo varios tipos de murales y grafitis. De entre todos, hay que destacar el dedicado a William Kentridge y Triunfos y Lamentos.
Al final de la caminata, llegarás a uno de los puentes más visitados del Tíber: el Puente Sixto o Ponte Sisto. Se construyó en 1479 por encargo del Papa Sixto IV y es totalmente peatonal.
Tanto de día como de noche es muy transitado porque es una de las entradas al centro de Roma. Es precisamente por la noche cuando el puente iluminado luce mejor.
13. Tómate un respiro en la Plaza Trilussa

Justo frente al Puente Sixto, es otro lugar imprescindible que ver en el Trastevere. Aunque no hay muchos restaurantes, es un lugar muy visitado y encontrarás a muchas personas sentadas en las escaleras de la Fuente del Puente Sixto. Esta se construyó en 1613 y cuenta hasta con escudo papal.
14. Y otra vez a andar hasta el Puente Garibaldi
En este caso, el puente es también para tráfico rodado, pero es de mayor altura, anchura y longitud que los otros dos, por lo que tendrás buenas vistas.
Fue construido en el siglo XIX, también en honor al unificador de Italia y está al principio de la Isla Tiberina, de la que te hablo a continuación.
15. Toma el sol y aprende algo de historia en la Isla Tiberina
La historia nos cuenta que en el siglo III a.C. y ante una epidemia de peste, los legisladores de Roma construyeron en la isla un templo en honor al Dios romano de la medicina: Esculapio, Asclepio para los griegos. Con esta ofrenda a la deidad, Roma se liberó de la peste.
Al día de hoy, la relación de la isla con la ciencia médica no ha acabado, ya que en la ínsula está el Hospital Fatebenefratelli.
Además, quedan algunos restos de la muralla antigua, puedes visitar la Basílica de San Bartolomé All’Isola y hay una zona de césped al oeste donde, en los días soleados, muchos turistas se sientan para relajarse y tomar un poco el sol.
Tampoco te pierdas los dos puentes que conectan la isla con la ciudad: al sur con el Trastevere el Puente Cestio, al norte, con el centro de Roma, el Puente Fabricio, el más antiguo sobre el río Tíber construido en el 62 a.C.
16. Piérdete por las calles de el Trastevere

En el barrio encontrarás turistas (muchos en algunas calles), italianos de otras partes del país y vecinos de toda la vida. Estos últimos se caracterizan por querer mucho a su barrio, y eso se nota en sus calles.
Por eso, una de las cosas que hacer en el Trastevere es -con un pequeño mapa- recorrer las calles del casco y observar el día a día de los romanos y romanas, estudiantes y gentes de paso que las pueblan.
Los límites del barrio son: al norte, la Porta Settimiana, del siglo II y reformada varias veces; al sur, Porta Portese; al oeste, la Iglesia de San Pietro in Montorio, y al este, la Basílica de Santa Cecilia.
Si te gustan las calles no muy ajetreadas (una vez sales de las calles más concurridas por turistas), con tiendas de barrio, cafés y restaurantes aquí y allá, el Trastevere es para muchos la mejor zona de Roma para salir a pasear.
17. Tómate un café por el barrio
Hablando de cafeterías y restaurantes, toca hablar de la oferta gastronómica del barrio. Como en el resto de Roma, hay una buena variedad de lugares donde poder tomar un buen café.
La mayoría se concentra en las zonas que te he comentado antes. Muy populares son Baylon Cafè, Trastevere Café o Long Island Café.
Todos ellos cuentan con terraza y también con una carta gastronómica. En cualquier caso, en tus paseos encontrarás numerosos cafés para elegir el que más te guste.
18. Prueba la gigante tabla de embutidos de Cantina Dei Papi
También te puedes llevar quesos y embutidos regionales porque esta cantina es realmente una tienda de fiambres, pero que ha habilitado una barra y mesas para que puedas probar un plato estrella: una tabla (tagliere) de embutidos y quesos de más de medio metro.
A esta la puedes acompañar con un buen Lambrusco. Está en Via della Scala 71 y tiene un ambiente muy acogedor.
19. No dejes el barrio sin probar su pizza

Es algo que debes hacer en el Trastevere, donde se encuentran algunas de las mejores pizzerías de la ciudad.
Algunas que te recomiendo son: Dar Poeta, cerca de Villa Farnesina; La Boccaccia, no muy lejos; Ivo a Trastevere, ya en el centro, o Popi Popi, por los alrededores.
De nuevo, las hay más abarrotadas y populares o más discretas y pequeñas. Mucho donde elegir.
20. Come bien y por buen precio en la Trattoria Da Enzo
Puede que sepas que las trattorias son establecimientos más informales que los restaurantes y con precios más asequibles. Esta que te recomiendo está en la Via di Vascellari 29 y es muy popular por la calidad de su comida.
Recomendarte sus alcachofas fritas, espagueti a la carbonara o su tiramisú.
21. Y después de cenar o comer: un helado
Italia es famoso por sus helados y en el Trastevere hay varias heladerías que los sirven durante todo el año. Se concentran, como restaurantes y cafés, por la zona del casco.
Entre las más populares te recomiendo la Heladería del Viale, frente al Puente Garibaldi; M Otaleg, en la Via di S. Cosimato; Fior D Luna, en Via della Lungaretta 96, o Faramorgana, al suroeste del barrio.
22. Tómate una cerveza en el Bar Calisto
La zona centro es la más animada para tomarse algo por el barrio. En ella encontrarás bares, pubs y discotecas para elegir. Y uno de los establecimientos más famosos es el Bar Calisto, en la plaza del mismo nombre.
¿Por qué es tan famoso? Por su ambiente relajado, por su terraza, ubicación y por la gran variedad de clientes que lo visitan. Además, los precios son muy populares.
23. ¿Qué viniste a hacer? Tomarme una cerveza
Otro lugar que debes visitar y ver en el Trastevere es Ma che siete venuti a fa, un local que sólo sirve cerveza y famoso por contar con una docena de grifo y artesanales.
El exterior del local no llama mucho la atención, pero por dentro está construido en su mayoría en piedra. La pinta está en torno a 6-9 euros y el local se encuentra en Via Benedetta 25, cerca del Puente Sixto.
24. Happy Hour en Big Hilda Caffé
Roma es un poco cara, por eso es bueno saber qué lugares tienen ofertas como las Happy Hours. Big Hilda Caffé es una de ellos y está en Vicolo del Cinque 33. También cerca del Puente Sixto.
El local es pequeño por lo que se llena por la tarde-noche, que es cuando puedes probar sus cervezas artesanales por precios más bajos. De todas formas, la Happy Hour se extiende hasta las 22 horas.
25. Termina tu visita a el Trastevere con una escapada nocturna
Aunque en Roma la noche no se alarga tanto como en países como España, sí que hay pubs y discotecas al uso. En el Trastevere, la mayoría están en la zona centro, como On The Rox, no muy caro y con buen ambiente.
Otro lugar donde acabar la noche es Mr. Brown Pub, una coctelería y cervecería con música variada y muy popular.
Y si lo que te gusta es bailar, entonces puedes pasarte por el auditorio y discoteca Alcazar Live, donde se organizan también conciertos y otros espectáculos además de ser discoteca.
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