
En tu viaje a Menorca una de las visitas que no puede faltar en tu itinerario es Ciutadella, la que para mí es la ciudad más bonita de la isla. En este post quiero sugerirte las cosas que tienes que ver y hacer en Ciutadella para que no te pierdas nada.
Se trata de una ciudad costera muy señorial con un pequeño pero elegante casco urbano antiguo con palacios, edificios históricos, museos, tiendas, cafés y restaurantes.
Además de los vestigios de una larga historia, Ciutadella, que fue capital antes de Mahón, tiene acceso a muchas de las mejores playas de Menorca y parajes naturales de gran belleza.
No solo eso, sino que a su innegable encanto se le une la que probablemente sea la mejor oferta de ocio, tanto diurno como nocturno (hoy en día es la población con más vida nocturna de la isla).
Vamos que lo tiene todo como para ser el campo base ideal para alojarse en Menorca.
Pero entremos ya de lleno a lo que nos interesa. Hay muchas cosas que hacer en Ciutadella y estas son algunas de ellas:
Qué hacer en Ciutadella: los 25 mejores planes
1. Empezar la visita con un interesante Free tour por Ciutadella

Ciutadella destaca por su interesante puerto y precioso casco antiguo de calles estrechas y pintorescas de origen árabe y medieval. Y una de las mejores cosas que hacer en Ciutadella, para conocer de un primer vistazo sus principales atractivos históricos, es reservar un free tour.
Durante dos horas se recorre el centro peatonal, donde se encuentran la mayoría de los monumentos de la ciudad y algunos de sus lugares más conocidos.
Comenzando en la plaza de Alfonso III, junto al emblemático reloj, el recorrido incluye la visita a referentes urbanos como la farmacia Llabrés, ejemplar típico del estilo Art Noveau de principios del siglo XX, o el monasterio de Santa Clara, fundado por Alfonso III de Aragón en el año 1287.
También se visita la pequeña iglesia barroca del Santo Cristo, conociendo la emocionante leyenda sobre el sudor de su Cristo crucificado.
Otra visita que se realiza en este tour es la imponente catedral de Santa María, magnífico ejemplar de templo gótico mediterráneo del siglo XIV, construido sobre una mezquita.
Atravesando otros lugares característicos como la Plaça des Born, que aloja edificios como el Ayuntamiento o el Teatro, el tour finaliza en la plaza de la Libertad.
Un tour ideal para conocer la historia, las anécdotas y llevarte buenos consejos sobre la ciudad. Como su nombre indica es gratis y solo se pide una propina voluntaria para el guía su trabajo te satisface.
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2. Hacer un recorrido por la historia de Ciutadella en su museo municipal
Una de las mejores actividades culturales que hacer en Ciutadella es visitar su Museo Municipal, una institución cultural nacida en el año 1935, que tiene por misión preservar, investigar y compartir el patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
Después de un largo periodo en la sede del edificio del bastión de Sa Font, donde estuvo una de las cinco puertas que se abrían en las murallas medievales, la zona expositiva pasó al edificio histórico conocido como Can Saura, en el casco antiguo de la ciudad.
Es una construcción de finales del siglo XVII que constituye una de las joyas arquitectónicas del barroco civil de Menorca.
El museo tiene una temática generalista basada en la historia y la arqueología. Ofrece una exhibición permanente que abarca desde tiempos prehistóricos hasta la presencia musulmana y la integración de Menorca en la corona de Aragón.
La colección incluye objetos arqueológicos de la cultura talayótica, la era romana, el cristianismo, la época bizantina y la islamización de la isla, entre otros.
La institución también alberga un importante material arqueológico extraído de las excavaciones en todo el término municipal.
Durante el año acoge también conciertos, exposiciones, talleres y todo tipo de espectáculos.
3. Pasear por el laberinto de callejuelas del centro de Ciutadella

El núcleo histórico de Ciutadella, verdadero corazón de la ciudad, cuenta con edificios de singular valor y una hermosa monumentalidad.
Muestran un excepcional buen estado de conservación, que ha hecho que el casco antiguo fuera declarado conjunto histórico artístico español.
Compuesto por un laberinto de callejuelas que se remontan a la ocupación musulmana y la Edad Media, es un espacio casi totalmente peatonalizado ideal para caminar sin rumbo por sus rincones, deambulando por sus calles empedradas y plazas llenas de ambiente.
La destrucción de la ciudad por el asalto turco del siglo XVI derivó en una reconstrucción con nuevos palacios construidos por las familias nobles supervivientes, durante los siglos XVII y XVIII, que ahora representan un auténtico tesoro arquitectónico.
El centro de Ciutadella acoge la mayor parte de los edificios más importantes, como la Catedral, el Ayuntamiento, el mercado y palacios señoriales como los de Torre-Saura o el de Salort.
Entre sus arterias más importantes, destacan lugares con tanto encanto como la calle Josep María Quadrado, más conocida como Ses Voltes, un concurrido y precioso paseo porticado.
Otros puntos interesantes que no hay que olvidar son paradas como la iglesia del Roser, de finales del siglo XVII, con su decorativa fachada o la plaza de la Explanada, llena de animadas terrazas.
4. Visitar el centenario faro de Sa Farola
En apenas un paseo de 20 minutos, desde el centro de Ciutadella, se alcanza el faro de Sa Farola, una construcción de más de 150 años que preside la entrada al puerto, en la punta norte de la bocana.
Este faro, el más urbano de todos los que se conservan en Menorca, cuenta con una torre de 13 metros de altura, pintada con franjas verticales blancas y negras.
Está situado en un entorno compuesto por una serie de casas diseminadas, sobre un pequeño peñón que se alza 21 metros sobre el nivel del mar y puede ser visto desde una distancia de 14 millas náuticas.
Desde esta zona se puede disfrutar de magníficas vistas de la ciudad de Ciutadella, con el castillo de Sant Nicolau al otro lado del puerto. Mirando hacia el norte, se vislumbra la isla de Mallorca.
La construcción del faro comenzó en 1861 y se inauguró en 1863, con un cambio a sistema eléctrico en 1918, el primero en hacerse en Menorca.
Con el tiempo, se reforzó su estructura para protegerlo de los temporales, con un muro que lo defendiera de los embates que en los días de temporal introducían el agua en sus instalaciones.
5. Bañarse en algunas de las mejores playas y calas de Menorca

Por supuesto, para los que les gusta la playa, la isla entera ofrece enormes posibilidades. No te miento cuando te digo que en pocos sitios vas a encontrar tantas calas y playas de la belleza de Menorca por km cuadrado.
Cerca de Ciutadella, reconocida por su amplio litoral con más de 30 playas y calas paradisíacas, se pueden encontrar algunas de las mejores de toda la isla.
La playa más grande de todo el entorno y una de las más populares, es la de Son Saura, también conocida como Bellavista o playa de Levante.
Realmente son dos playas de arena fina y aguas cristalinas, separadas por un saliente rocoso.
Al sur de Ciutadella, Cala Blanca es una playa pequeña y bien cuidada, con arena blanca y aguas cristalinas y turquesas. Está en la misma ciudad, así que no necesitarás usar el coche para darte un baño en aguas limpias y cristalinas.
Cala en Turqueta es otra de las playas vírgenes más famosas de Menorca, considerada por muchos como una de las más hermosas. Cercana a ésta, Cala des Talaier no le anda a la zaga en cuanto a belleza.
Cala Macarella forma parte del Área Natural de Especial Interés, con arena blanca y fina y agua clara y tranquila, compartiendo ensenada con Cala Macarelleta, una playa más pequeña donde se suele practicar el nudismo.
Otras dos excelentes opciones destacadas en Ciutadella son la Cala en Blanes o Cala en Bosch.
Visita cualquiera de estas playas y entenderás el por qué Menorca es para muchos el Caribe europeo.
6. Paseo en barco por las calas del sur, una de las actividades más populares y demandadas
Otra manera de disfrutar de la costa menorquina y descubrir algunas de las calas más famosas del sur de la isla es con una excursión en barco que te permitirá tener una visión del litoral menorquín desde el mar y bañarte en varias playas.
Estas excursiones parten de diversos puntos de la isla y recorren diversos tramos de costa. Si te alojas en Ciutadella, también podras reservar excursiones en barco que parten desde el puerto antiguo de Ciutadella hacia la costa sur de la isla.
Con este paseo en barco disfrutarás de la costa sur cercana a la ciudad desde otro punto de vista y visitarás algunas de las calas vírgenes más famosas de Menorca como Son Saura, Es Talaier, Cala’n Turqueta y Cala Macarelleta.
Esta es una de las actividades que hacer en Ciutadella más populares y demandadas. Si te interesa, y viajas en temporada alta, más te vale reservar con tiempo de antelación.
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7. Imaginar el peligro de las incursiones piratas desde el castillo de San Nicolau

El Castillo de San Nicolau, conocido popularmente como Es Castell, es más bien una torre defensiva, una fortificación situada en la entrada del puerto de Ciutadella.
Su construcción se remonta a finales del siglo XVII, con un uso especial contra las temidas incursiones piratas, hasta alcanzar su peculiar forma de pirámide truncada con la característica piedra marés extraída de las canteras de la isla.
El interior abovedado, con el único soporte de una columna en el centro, además de servir para alojamiento de los soldados allí destacados, se utilizaba como almacén de víveres y de armamento.
Ascendiendo por una escalera de caracol se alcanza la terraza y la torrecilla que servía de observatorio, desde donde se puede disfrutar de una vista impresionante de la ciudad y el mar, lo que lo convierte en un lugar muy popular para los visitantes de Ciutadella.
Además, el castillo de San Nicolau también alberga un pequeño museo dedicado a la historia de la fortificación, así como de la isla de Menorca.
8. Picar algo en el mercado des Peix
Ubicado en pleno centro de la ciudad, el Mercat des Peix, es el mercado local de Ciutadella, y que, como su nombre indica, destaca por su amplia oferta de pescado y marisco fresco.
También se pueden comprar otros productos frescos como carne, verduras, quesos, pastas, pan y productos agrícolas ecológicos.
El edificio histórico que acoge el mercado, construido a mediados del siglo XIX, es una muestra única de la arquitectura decimonónica de hierro.
Se trata de una hermosa construcción de planta rectangular que acoge en su interior una caseta central de forma hexagonal, y que presenta unos característicos arcos forjados de hierro y tejas blancas y verdes.
Alrededor del propio mercado, en el entorno de la plaza Des Peix, se ha constituido una zona muy animada y auténtica, que resulta ideal para tapear y es el centro local de la costumbre del tardeo.
Esto lo ha convertido en uno de los puntos más populares de la ciudad, especialmente durante los meses de verano.
9. La hermosa catedral de Santa María, una visita imprescindible que hacer en Ciutadella

Otra actividad imprescindible que hacer en Ciutadella es conocer la Catedral de Santa María, un imponente templo situado en el centro histórico.
Construida sobre una antigua mezquita, por orden de Alfonso III de Aragón, entre los siglos XIII y XIV, esta catedral, que es uno de los monumentos más importantes de toda la isla, es un ejemplo de arquitectura gótica.
La construcción cuenta con una impresionante fachada de piedra, con arcos y ventanales góticos, así como cúpula de estilo barroco que se alza sobre el edificio, como un añadido realizado en siglos posteriores.
El interior de la catedral cuenta con una amplia nave central de casi 15 metros de anchura y una impresionante bóveda de cañón de 23 metros de altura, que proporciona una sensación de espacio y luminosidad.
La catedral también alberga varias obras de arte, incluyendo esculturas, retablos y un altar mayor muy elaborado.
Además, el templo acoge una serie de sepulturas y monumentos funerarios que testimonian su importancia a lo largo de los siglos. Entre las diferentes capillas, sobresale de forma especial la de las Ánimas, del siglo XVIII.
10. Acercarse a las canteras de piedra de s’Hostal
Otra de las cosas que vale la pena hacer en Ciutadella es acercarse a las antiguas canteras de piedra marès de s’Hostal cerradas en 1994, que hoy se han convertido en un museo al aire libre, y en un gran jardín nacido de la interacción entre hombre y naturaleza.
La roca tallada por el trabajo de los canteros para extraer el marès, piedra calcárea utilizada históricamente para la construcción de edificios en la isla, conforma un atractivo espectáculo visual.
La titularidad recae en la Asociación Líthica, fundación que protege las canteras y las convierte en espacio social y cultural.
En 2017, las canteras fueron consideradas un Bien de Interés Etnológico, formando parte del patrimonio histórico de Menorca.
El recinto, con una superficie de 7 hectáreas, tiene una zona antigua (de los siglos XIX-XX) y una moderna (1960-1994) en las que la acción restauradora ha desarrollado una intensa vida vegetal y jardines visitables.
Cuenta con un circuito botánico, un laberinto vegetal circular de 177 metros cuadrados y 15 metros de diámetro, así como un laberinto mineral inspirado en la leyenda del Minotauro.
Se ofrecen visitas didácticas guiadas, exposiciones de arte y actuaciones en un anfiteatro, así como talleres para aprender a esculpir piedra marès.
11. Experimentar la emoción de los saltos al mar desde acantilados
Menorca es una isla con impresionantes acantilados, ideales para que los amantes de los deportes de riesgo practiquen los saltos al mar.
Uno de los lugares más populares para este verdadero desafío es Cala en Brut, cerca de Ciutadella. Esta cala sin arena es una de las más especiales de la isla, con aguas turquesas que se ven como una piscina natural.
Para que sus visitantes puedan tomar el sol y relajarse, se instalaron varias plataformas de piedra lisa a diferentes alturas, que en la práctica se han convertido en superficies idóneas para hacer de trampolines y lanzarse al mar.
A esto ayuda la profundidad de las aguas de la cala, superior a los 4 o 5 metros en la mayor parte de su extensión. Para los más atrevidos, la preferida es la plataforma de La Cueva, a más de 10 metros de altura.
De noche, el paraje es aún más espectacular, ya que las plataformas están iluminadas.
12. Admirar la monumentalidad de la plaza del Born

La Plaça d’es Born es el corazón de la ciudad y el clásico punto de partida de las visitas a Ciutadella, ya que, desde aquí, se accede a un laberinto de calles estrechas que rodean el casco antiguo.
Esta plaza abierta y diáfana, que en su tiempo fue plaza de armas, destaca por su elegancia y cuidado aspecto.
El punto más icónico es el obelisco de 22 metros de altura, erigido a finales del siglo XIX en conmemoración de la heroica defensa de Ciutadella ante el asedio turco de 1558, que terminó con el brutal saqueo de la ciudad y la cautividad para muchos de sus habitantes.
La plaza está rodeada por edificios históricos como el ayuntamiento, el teatro municipal, construido en 1875, el palacio Salort o el majestuoso palacio de Torre-Saura, de inicios del siglo XIX, donde estuvo alojada la reina Isabel II.
Esta plaza, que tiene un ambiente muy vivo, es ideal para sentarse en sus bulliciosas terrazas, y acoge semanalmente un concurrido mercadillo con todo tipo de productos artesanales.
Además es escenario principal de la famosa celebración de San Juan, la fiesta patronal más importante de Menorca y en la que las tradiciones y los caballos juegan un papel central.
13. Asistir a una representación en el histórico teatro de Es Born
El Teatro de Es Born, ubicado en la plaza del mismo nombre, es el núcleo principal de la actividad escénica de Ciutadella.
Su enorme tradición teatral está reconocida con el Premio Born de Teatro, uno de los más importantes a nivel nacional. El teatro fue reinaugurado en octubre de 2020, después de estar cerrado durante quince años debido a una polémica rehabilitación.
La reapertura es parte de una iniciativa para rescatar este importante edificio histórico y para ser fieles a una larga tradición teatral en la ciudad.
El edificio original, construido en 1875, es uno de los más emblemáticos de esta histórica plaza de Es Born. Presenta exteriormente una fachada simple de estilo neoclásico y cuenta con una planta de herradura con palcos y balcones, sobre una estructura de pilares metálicos.
El teatro busca ser tanto un espacio para el tejido asociativo y compañías teatrales amateur, como para el sector profesional de las artes escénicas, ofreciendo espacios de ensayo, asesoramiento y apoyo a las producciones.
Además, busca ser un espacio de calidad, diversidad y buen gusto, programando una amplia variedad de espectáculos, incluyendo ópera, zarzuela, espectáculos contemporáneos y explorar nuevos lenguajes artísticos.
14. Asombrarse con el fenómeno natural de la rissaga
La rissaga (resaca) es una de las curiosidades naturales características del puerto de Ciutadella. Es un fenómeno costero meteorológico que sucede en verano, bajo ciertas condiciones atmosféricas que provocan una variación fuerte de la pleamar.
Está provocada por fuertes vientos en la troposfera y cambios bruscos de la presión atmosférica. También contribuye la progresiva y rápida estrechez del puerto, que arranca con unos 110 metros de anchura y desciende a unos 15 metros en apenas 1.200 metros de longitud.
Se diferencian de las marejadas comunes por sus oscilaciones más intensas y bruscas en el nivel del mar.
Visualmente, es todo un espectáculo, pues el mar oscila arriba y abajo hasta que se desborda, subiendo de nivel en unos instantes, minutos o incluso segundos.
No obstante, hay que ser consciente del riesgo que supone. En el puerto de Ciutadella, algún año se ha producido una rissaga tan grande que ha provocado inundaciones y daños a las embarcaciones y las infraestructuras portuarias, al subir el nivel del agua en cuatro metros y llevarse incluso por delante los barcos amarrados.
En 2011 se construyó un nuevo dique para mitigar sus efectos, pero no se han abandonado las precauciones necesarias cuando hay previsión de rissaga.
15. Recorrer la costa de Ciutadella por el Camí de Cavalls
El Camí de Cavalls es un sendero que rodea el perímetro de la isla de Menorca. Con más de 180 kilómetros de largo, atraviesa diferentes paisajes, como bosques o playas.
Las fuentes históricas más antiguas hablan de una ruta de este tipo desde 1331, como camino de circunvalación para vigilar el litoral.
Hoy, dividido en un total de 20 etapas, es un recorrido ideal para practicar senderismo o montar en bicicleta. En Ciutadella confluyen dos de estas etapas, numeradas como 10 y 11, óptimas para una interesante caminata.
La décima etapa recorre la conocida como “Menorca seca” hasta Punta Nati, atravesando una zona de escasa vegetación y terreno plano en el que predominan acantilados y terrenos rocosos.
Más allá, se puede emprender la etapa número 9 que conduce hasta Cala Morell.
La undécima etapa, partiendo desde el centro de Ciutadella llega a la costa por Cala Blanca y discurre por el litoral ofreciendo paisajes repletos de muy diversa vegetación, con la isla de Mallorca como telón de fondo en el horizonte, para finalizar cerca del faro de Artrutx.
Para quienes quieran seguir, la etapa número 12 les conducirá por algunas de las calas más emblemáticas de la costa sur.
16. Más cosas que hacer en Ciutadella: seguir la huella del legado prehistórico menorquín

Ciutadella y sus alrededores poseen un rico patrimonio arqueológico prehistórico, con importantes restos de cultura talayótica.
Se puede aprender sobre la vida antigua de la isla a través de yacimientos como los poblados de Montefí y Torrellafuda, la necrópolis de Cala Morell, y, la naveta d’Es Tudons, monumento megalítico pretalayótico con fines funerarios, del siglo XIV a. C.
Situada a solo 4 kilómetros de Ciutadella, esta naveta d’es Tudons es una de las imágenes más icónicas de Menorca. Su construcción implica una técnica avanzada para la época y es uno de los edificios íntegramente conservados más antiguos de Europa.
Su forma se asemeja a una embarcación invertida, construida con técnica ciclópea, utilizando piedras sin argamasa.
Sus dimensiones exteriores son de 13,60 metros de largo y 6,40 metros de anchura máxima, con 4,5 metros de altura. El interior está dividido en dos cámaras, una cámara superior y otra inferior con un pequeño banco corrido en la pared.
En la fachada principal hay un hueco en el que falta una piedra, que dio origen a una curiosa leyenda que cuenta cómo dos gigantes enamorados de la misma mujer se enfrentaron, matando uno al otro con esa piedra que falta.
17. Compartir la devoción popular hacia el “Cristo que suda”
La iglesia de Sant Crist des Paraires es una sencilla construcción barroca, con una decoración elegante, culminada con el escudo de armas de Felipe IV esculpido en piedra sobre la puerta.
Su distribución interior está conformada por una nave única y rectangular, con una cúpula central y paredes decoradas con pinturas al fresco. El ambiente del templo favorece al recogimiento espiritual.
La iglesia fue fundada a finales del siglo XVII, bajo el impulso del gremio de cardadores y financiada a través de limosnas variadas que se iban recogiendo por los alrededores.
La iglesia cobró importancia cuando acogió la talla de madera de un Cristo crucificado del que se decía que se empapaba en sudor, todo un milagro que atrajo la atención de la población.
Una vez trasladada esta talla a la iglesia, se dice que continuó sudando durante un tiempo, lo que generó una devoción intensa hacia la sagrada imagen que todavía perdura.
En su interior, destaca también un retablo barroco de unos cinco metros de altura, presidido por la figura del Santo Cristo, con un bajorrelieve policromado y decoraciones en dorado.
18. Pasar un día divertido viendo carreras de caballos
Menorca es una isla con una antigua tradición muy relacionada con los caballos.
De hecho, el caballo menorquín tiene una existencia muy antigua y alcanza su máxima expresión en las carreras de trote, un deporte hípico que ha arraigado con fuerza en la isla.
Estas carreras de trote requieren de un adiestramiento especial para mantener este modo de desplazamiento, evitando en todo momento ponerse al galope. En esta modalidad, los jinetes van sentados en unos carros llamados sulky de los que tiran los caballos.
En Ciutadella, ubicado en Cala en Blanes, se encuentra el hipódromo de Torre del Ram. Aquí se celebró la primera carrera de trotones de Menorca, en el año 1971.
En este recinto se celebran carreras cada semana durante todo el año, en unas instalaciones ideales para disfrutar en familia con un bar, terraza, colchonetas elásticas y hasta un mini circuito de Karts.
También se puede apostar en el hipódromo, sin esperar unas cuantiosas ganancias, porque está más enfocado a la diversión y pasar una jornada divertida participando de una de las principales tradiciones menorquinas.
19. Ver una puesta de sol única en el faro Nati

El faro de Punta Nati se encuentra a 6 kilómetros de Ciutadella, en un rincón bastante diferente al resto de la isla, ya que el entorno cuenta con escasa vegetación, dentro del paisaje conocido como la Menorca seca.
El faro se construyó en 1912, para evitar los frecuentes naufragios frente a los acantilados de esta escarpada costa norte de Ciutadella. Especialmente, el trágico hundimiento en 1910 del “Général Chanzy”, que dejó 155 personas muertas.
Las instalaciones constan de dos edificios rectangulares y una torre hexagonal de 19 metros que se alza a 42 metros sobre el nivel del mar.
Sin duda, uno de los mejores lugares de toda Menorca para contemplar la puesta de sol, con vistas a la isla vecina de Mallorca.
Para poder disfrutar de la puesta de sol es importante llegar al aparcamiento de Punta Nati, a un kilómetro de distancia del faro, con bastante antelación a la hora de la caída del sol, porque suele estar bastante concurrido.
Te lo digo por experiencia propia. La última vez que fuí lo pasé realmente mal para aparcar del gentío que hay. Eso sí, el esfuerzo vale realmente la pena. Tanto el paisaje, tan diferente al resto de la isla, como la puesta de sol son de 10.
Una vez entrada la noche, el entorno del faro Nati es un lugar ideal para observar la bóveda estrellada del cielo, ya que está bastante alejado de la contaminación lumínica.
Muchos aficionados a la astronomía vienen a esta zona con sus telescopios e incluso se organizan excursiones para ver las estrellas.
20. Disfrutar de una buena comida en el puerto
El puerto de Ciutadella es uno de los lugares más emblemáticos de toda Menorca, al que se puede llegar tras un corto paseo desde la catedral.
Su rica y prolongada existencia data de la Edad Media, cuando la ciudad era la capital de la isla bajo el dominio de la Corona de Aragón.
Las medidas de este puerto natural son de algo más de un kilómetro, con anchura que se va estrechando progresivamente desde los 110 a los 15 metros.
Aparte de ser uno de los principales puntos de entrada a la isla, también es un lugar de ocio y encuentro para locales y visitantes.
En él se encuentran varios restaurantes donde se puede disfrutar de las mejores especialidades culinarias menorquinas, comiendo excelentes arroces, pescado o bogavantes.
¿Te recomiendo uno de los mejores restaurantes de Menorca situado en el puerto de Ciutadella? Intenta conseguir una buena mesa en S´Amarador. Disfrutarás!!!
El Puerto de Ciutadella es ideal para pasear mientras se admiran las embarcaciones de pesca y recreo y gozando de espléndidas vistas de las antiguas casas de los pescadores.
Ascendiendo por un peculiar pasaje de escaleras, con tiendas, se llega a la parte superior del puerto, donde se pueden obtener las mejores panorámicas del puerto, dignas de ser fotografiadas, muy en especial durante la noche.
21. Observar las estrellas en Ciutadella
Sin lugar a dudas el cielo nocturno de Menorca, único en el mediterráneo, es otro de los encantos que tiene la isla y que tampoco te dejará indiferente. Gracias a sus espectaculares cielos noctunos hacen de ella un lugar muy especial.
Actualmente Menorca se encuentra entre los 13 únicos territorios del mundo declarados reserva y destino Starlight.
Sin lugar a dudas disfrutarás del cielo estrellado menorquín. Y si quieres ir un poco más allá en la observación astronómica, nada mejor que contratar una excursión para observar las estrellas con telescopio y las explicaciones de un astrónomo.
Durante una hora y media podrás observar las estrellas, planetas y otros cuerpos celestes con diferentes instrumentos de observación.
Además de identificar la vía láctea y estrellas lejanas también te permitirá conocer historias relacionadas con la mitología clásica y cosmovisión menorquina.
22. El Pont d’en Gil, otro punto ideal para disfrutar de los atardeceres menorquines

Otro de las cosas que hacer en Ciutadella es visitar este curioso arco natural ubicado en un pequeño cabo en la zonas de Cales Piques. Es una de esas imágenes que todo el mundo busca para sus selfies vacacionales.
Si te gusta el submarinismo, también puedes descubrir la cueva submarina Sa Cigonya, muy popular entre buceadores.
Se puede acceder a través de un pequeño tramo del Camí de Cavalls andando o en bicicleta aunque una buena experiencia sin lugar a dudas es hacerlo en barco.
Si llegas en coche, no te preocupes. Podrás aparcarlo cerca (aunque ya te aviso que al atardecer la zona se abarrota y tal vez te toque dejarlo más lejos de lo normal).
Al igual que Punta Nati, este lugar es muy popular para disfrutar de maravillosos atardeceres.
23. Descubrir la belleza temporal de la Bassa Verda
Las lagunas temporales son un fenómeno peculiar de la isla de Menorca, un entorno que alterna fases secas y húmedas. Durante su ciclo de vida estas lagunas temporales constituyen paisajes hermosos y sorprendentes.
Si durante el verano se secan absolutamente, durante el periodo de invierno las lluvias lo inundan por completo, conformando lugares de gran belleza.
Una de las lagunas temporales más conocidas y mejor valoradas de Menorca es la Bassa Verda, ubicada en la parte norte de Ciutadella, en una finca de Algaiarens, muy cercana a la playa de Es Tancats y Es Bot.
El estanque, que se muestra oculto tras altos árboles y las rocas circundantes, ofrece un espectáculo con tanta vida que resulta impensable que solo tenga una existencia temporal.
En verdad, constituye un ecosistema de gran valor ecológico y es considerado un hábitat de conservación prioritaria por la UE debido a su hidrología única y su vulnerabilidad.
Este magnífico reducto natural con aspecto mágico, toma el nombre del característico color verde del agua.
24. Conoce la payesía menorquina visitando Binissuès
La vida rural también juega un papel importante en Menorca, y una forma de conocerla es visitando una masía o “lloc” típico menorquín. Conocerás de primera mano cómo es la vida en el campo de la isla, las caracteristicas propias del campo menorquín y los productos típicos de Menorca
Uno de los llocs que puedes visitar es Binissuès. Hay que destacar que se encuentra en uno de los parajes más bonitos del interior de la isla, cerca de Ciutadella. Su visita te remonta a la Menorca rural de hace más de 100 años.
Para los más pequeños es un lugar ideal donde a parte de conocer las diferentes estancias de la finca podrán realizar también diferentes actividades dirigidas.
Si te interesa esta actividad puedes reservar online tu entrada Binissuès con taller de queso.
25. Haz un bautismo de buceo en la costa de Ciutadella
Si te interesa realizar tu primera experiencia de buceo y a la vez tener la oportunidad de explorar las profundidades marinas de Menorca puedes hacer tu primer bautismo de buceo en la costa de Ciutadella.
A través de esta actividad podrás explorar el bonito mundo subacuático de la isla y tener tu primera experiencia de buceo con neopreno y bombona.
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