
Menorca está de moda, y uno de sus atractivos es su capital con su espectacular puerto natural. Si te interesa conocer esta parte de la isla, en este post te explico algunas de las mejores cosas que hacer en Mahón, mi ciudad natal.
Mahón, encaramada sobre un acantilado, preside su puerto natural, codiciado durante siglos por diferentes potencias por su ubicación estratégica en el Mediterráneo. De hecho la isla estuvo bajo dominio británcio durante casi un siglo. Un dominio que ha dejado una herencia muy visible en el callejero de la ciudad.
En tus vacaciones a Menorca vale la pena que dediques un día a visitar Mahón y sus alrededores. En la zona además de conocer más sobre su pasado británico, podrás ver las huellas de la historia que se remontan hasta la prehistoria y visitar los restos de la cultura talayótica.
No todo es historia, también podrás disfrutar de excelentes playas, visitar el parque natural de s´Albufera des Grau, asistir a alguna representación en el teatro de ópera más antiguo de España, deleitarte con exposiciones de arte de nivel internacional, ir de compras, disfrutar de la gastronomía local y mucho más.
No te pierdas nada y toma buena nota de esta lista de cosas que hacer y ver en Mahón.
También te puede ser útil este post sobre los planes imprescindibles que hacer en Menorca o este otro sobre las mejores zonas donde dormir en Menorca si todavía no te has decidido por una zona en particular
Qué hacer en Mahón: 25 planes imprescindibles
1. Únete a un free tour por Mahón
Como ya te he avanzado, Mahón tiene una historia muy relacionada con los tiempos de la dominación británica que ha dejado vestigios por toda la ciudad.
Por eso, algo que hay que hacer en Mahón es conocer su legado y para eso, la forma más cómoda de hacerlo es apuntarse a un free tour gratuito.
Partiendo de la Plaça de s’Esplanada el itinerario te llevará por los cuarteles del Conde de Cifuentes y Cala Corb, construidos durante el siglo XVIII. Después, continuando por la calle Hannover, se repasan aspectos de esta dinastía alemana que gobernó Gran Bretaña.
A lo largo de la ruta, se visitan lugares como el mercado del Claustro del Carmen, y los exteriores de El Principal de Guardia, construido en 1786 para albergar a los cuerpos de seguridad ingleses, y de ahí, hasta la Casa Consistorial.
El recorrido hace también paradas en el Museo de Menorca y el palacio del Gobernador, donde se repasan las hazañas del gobernador Richard Kane..
El histórico tour finaliza en la plaza de la Miranda, que ofrece unas fantásticas vistas panorámicas del puerto.
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2. La Iglesia de Santa María y su colosal órgano

La principal iglesia de Mahón es la Iglesia de Santa María. No es catedral, ya que la catedral de Menorca se encuentra en Ciutadella.
Este templo data del s. XVII y su visita es otra de las cosas que hay que hacer en Mahón. Realmente no es una iglesia especialmente espectacular, pero sí guarda en su interior un tesoro de gran valor: su órgano.
Este colosal órgano de 15 metros de altura y 9 de ancho, cuatro teclados y nada menos que 3006 tubos fue construido en el año 1810 por el organero suizo Johann Kyburz y decorado por el escultor mahonés Francesco Comas.
De vez en cuando se hacen conciertos de órgano, y exceptuando los domingos, se hace un breve recital a eso de las 11:00 horas. Ideal para sentir como suena esta magnífica obra de arte.
3. Conocer la historia de la isla en el Museo de Menorca
En Mahón está ubicado el Museo de Menorca, la institución de este tipo más importante de la isla. Es ideal para hacer un recorrido completo por la historia menorquina, a través de los vestigios materiales que han dejado sus pobladores.
Su misión declarada es impulsar actividades culturales, sociales y educativas para transmitir el legado cultural de la isla.
Se aloja en un edificio histórico, el Antiguo Convento de San Francisco, que fue construido en el siglo XVIII y cuenta con un bonito claustro renacentista.
La colección permanente del museo incluye objetos arqueológicos, artísticos y etnográficos que abarcan desde la prehistoria hasta la época moderna, además de una amplia selección de arte contemporáneo.
Está dividido en dos secciones principales: la arqueológica y la etnológica.
La primera sección exhibe objetos de la prehistoria hasta la época romana, incluyendo una cabeza de toro de bronce del siglo VI a.C.
La segunda sección está enfocada en la vida cotidiana desde la Edad Media hasta el siglo XX y cuenta con una recreación de una casa típica menorquina del siglo XIX.
Además de la colección permanente, el museo también ofrece exposiciones temporales, visitas guiadas y talleres para niños y adultos, así como actividades educativas y culturales.
4. Hacer la ruta de los mejores miradores de Mahón

Mahón, encaramada en lo alto de un acantilado, y su puerto natural conforman un paisaje espectacular. Por eso, vale la pena disfrutar de las vistas desde sus miradores.
Uno de los miradores más populares es el de la Plaza Miranda desde el que hay unas vistas al puerto muy despejadas. Cerca se encuentra otro, el del Mercado del Claustre que ofrece vistas a la Catedral y el carrer de Ses Voltes.
Otros dos situados en el casco histórico son el mirador de Sant Francesc, ubicado donde el Museo de Menorca, y el del Pont des Castell, en la Plaza de la Conquista justo al lado de la Biblioteca municipal.
Otro que destacaría es el Mirador Avenida del Puerto que ofrece unas espectaculares vistas a la boca del puerto con la Fortaleza de la Mola, y las islas del Rey y de Lazareto de fondo.
En este mirador se encuentra un monumento en forma de hélice y se puede bajar al puerto por un ascensor a una zona muy popular de restaurantes y donde se encuentra también el Casino.
5. Asistir a algún espectáculo en el histórico Teatro Principal de Mahón
El Teatro Principal de Mahón es un edificio emblemático que merece la pena visitar y que ofrece la posibilidad de asistir a alguna de sus variadas representaciones.
Inaugurado en el año 1829, es el teatro de ópera más antiguo de España y ha sido una parte importante de la historia y la cultura de Mahón y de la isla de Menorca en general.
Ha constituido un punto de encuentro para la comunidad artística y cultural durante más de 200 años, testigo de numerosas actuaciones y eventos importantes a lo largo de su historia.
El edificio original fue diseñado por el arquitecto italiano Giovanni Palagi, quien también trabajó en otros importantes teatros de España, en un estilo neoclásico, dotado de una fachada elegante y una amplia sala de espectáculos.
Aunque ha experimentado varias reformas y restauraciones a lo largo de los años, ha conservado su encanto y carácter original.
En la actualidad, el Teatro Principal de Mahón ofrece un programa cultural variado y de alta calidad, que incluye actuaciones de ópera, ballet, teatro y conciertos, así como eventos y festivales culturales importantes de la isla.
6. Pasear por las calles peatonales del casco antiguo

En el centro de la capital menorquina se encuentra su casco antiguo. Sin ninguna duda, algo que hacer en Mahón de forma ineludible es pasear por sus estrechas calles disfrutando de sus casas blancas con balcones de hierro forjado y sus edificios históricos.
El casco antiguo de Mahón cuenta con una rica historia que se remonta a la época de los cartagineses y ha conservado gran parte de su encanto y carácter histórico.
Su arquitectura es una mezcla de estilos, con influencias españolas, francesas e inglesas, destacando sus casas de estilo colonial, con grandes puertas y ventanas de madera y balcones de hierro forjado.
Es aquí donde se pueden conocer los monumentos y lugares más emblemáticos de la ciudad. Encontrarás la barroca Iglesia de Santa María, el Claustro del Carmen, el animado Mercado de Pescado, el Ayuntamiento y el Convento de San Francisco o el histórico Teatro Principal.
Además, las calles del centro son lugar ideal para disfrutar de la gastronomía local, con una gran variedad de restaurantes y bares que ofrecen platos típicos de la cocina menorquina.
Podrás encontrar productos locales como la caldereta de langosta, el queso de Mahón y los vinos locales.
También es el lugar perfecto para ir de compras, en especial si quieres llevarte algún recuerdo local o comprar productos típicos como el famoso calzado menorquín, con las abarcas, un calzado descubierto local, como producto estrella.
7. Admirar las casas señoriales de la calle de Isabel II
La calle Isabel II es una de las travesías más icónicas de Mahón y atesora en su recorrido historia y una arquitectura muy representativa de la dominación británica.
La localizarás fácilmente ya que en un extremo está la Plaza de la Constitución, donde se ubica el ayuntamiento y la Catedral, y en el otro el Claustro de San Francisco que acoge el Museo de Menorca.
Entre los edificios históricos está el Palacio del Gobernador, actualmente sede del Gobierno militar de Menorca, y varias casas señoriales.
A pocos metros del Palacio del Gobernador hay un callejón llamado Costa des General que baja hasta el puerto, concretamente a la zona de bares situada delante de la estación marítima.
8. Es Claustre del Carmen y su mercado centenario

La Iglesia y el Convento del Carmen es un conjunto arquitectónico religioso que también vas a encontrar en el centro histórico de Mahón. Fue construido para la Orden de los Carmelitas entre 1750 y 1808.
Además de sus usos religiosos, a lo largo de la historia fue usado como juzgado y cárcel. Hoy en día, y desde hace un siglo, su claustro acoge un popular mercado donde se venden productos locales agroalimentarios y también de artesanía.
Por otra parte, también se celebran habitualmente eventos y conciertos en el claustro. En verano, la agenda de eventos musicales es muy amplia.
9. Desplazarse hasta la reserva natural del Parque Natural de s’Albufera des Grau
Otra actividad en pleno contacto con la naturaleza que hay que hacer en Mahón es visitar el Parque Natural de s’Albufera des Grau, una reserva natural de más de 5.000 hectáreas. Es la más grande de la isla y fue declarada parque natural en 1995.
Forma parte de la Reserva de la Biosfera de Menorca e incluye una gran variedad de ecosistemas. Se encuentran desde humedales hasta bosques de pino mediterráneo, que albergan diversidad de flora y fauna, incluyendo muchas especies de aves acuáticas migratorias.
La Albufera des Grau cuenta con tres rutas principales que permiten explorar diferentes zonas y ecosistemas, incluyendo la laguna de Albufera, la Isla de Colom y la zona del Faro Favaritx.
Es un lugar ideal para practicar senderismo, a través de varios caminos marcados, que permiten recorrer los diferentes hábitats naturales, encontrando lenguas de dunas, playas e islotes de gran valor biológico, aparte de bosques, terrenos agrícolas y ganaderos.
Los amantes de la ornitología pueden disfrutar de varios puntos de observación de aves en la reserva. Además, se pueden hacer recorridos en barco para explorar los humedales y la costa.
También es posible contratar traslados en barco a la Isla del Colom donde se puede disfrutar de un paraje virgen y unas horas de playa en un entorno idílico.
10. Bañarse en espléndidas playas

Mahón no cuenta con playa urbana, sin embargo, cerca de la ciudad hay varias playas y calas que podrás disfrutar. Ya se trate de playas amplias o calas aisladas, estas se caracterizan por sus aguas cristalinas y suaves arenas.
Entre las playas mahonesas, cabe mencionar la de Es Grau. Es el mayor arenal de la zona, muy popular por ser uno de los lugares de veraneo más antiguos de la isla. Es una playa ideal para ir con niños gracias a sus aguas poco profundas y un entorno natural único, rodeada de pinos.
También encontramos la cala Mesquida, una hermosura virgen y casi salvaje con aguas cristalinas, ideal para escapar de las multitudes y disfrutar de la tranquilidad.
Otras playas populares en las cercanías de la capital menorquina son Cala Presili, dentro del Parque Natural de s’Albufera des Grau, con aguas cristalinas y un ambiente tranquilo y relajado.
En sus cercanías encontramos su vecina cala Tortuga, una playa virgen de aguas turquesas o la tranquila cala D’es Portixol, cercana al faro de Favaritx.
También son recomendables las calas de Es Canutells o de Binidali, una de mis favoritas, rodeadas de impresionantes acantilados y vegetación mediterránea.
A estas playas también puedes añadirle las playas del vecino municipio de Sant Lluís entre las que destacan Punta Prima, Binibeca, Binisafuller o es Caló Blanc, la playa más pequeña de Menorca y que es conocida por sus aguas color turquesa que recuerdan una piscina natural.
11. Rebusca entre los puestos del mercadillo ambulante
Si visitas Mahón un martes o sábado te encontrarás con un gran mercadillo ambulante en la Plaza Esplanada, la más grande de la ciudad. En el mercadillo se vende de todo, desde ropa, hasta souvenires, marroquinería, artesanía, bisutería, artículos de decoración, etc.
12. Visitar el hermoso puerto de Mahón

El puerto de Mahón es el puerto natural más grande del Mediterráneo y uno de los mayores de toda Europa. Con una longitud de casi seis kilómetros y una anchura máxima de 900 metros, puede albergar barcos de gran calado gracias a su profundidad de hasta 30 metros.
Este puerto ha sido importante desde la época romana, utilizado por varias civilizaciones y naciones a lo largo de la historia. Así, durante la Edad Media, fue un centro comercial y militar, y en el siglo XVIII, los británicos lo utilizaron como base naval durante su ocupación militar de la isla.
Hoy en día, es un importante puerto comercial y turístico con numerosos yates y barcos de recreo que lo visitan cada año. Tiene, también, lugares de interés histórico, como el fuerte de La Mola, el fuerte de Marlborough, la isla del Rey o la isla de Lazareto.
Visitar el puerto es algo que hay que hacer en Mahón de forma imprescindible, porque, además de los servicios para los barcos, cuenta con una gran variedad de restaurantes, bares y tiendas a lo largo de su paseo marítimo.
Puedes disfrutarlo dando un paseo por su bonito paseo marítimo y también vale la pena disfrutar de su belleza a bordo de una embarcación. De hecho las excursiones en barco por el puerto son una de las actividades más populares que hacer en Mahón entre sus visitantes.
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13. Tardeo en el Mercat d´es Peix
El Mercat d´es Peix, o mercado del pescado, es un lugar emblemático, un espacio gastronómico y cultural único.
El mercado está ubicado en la plaza de España y es, además de un sitio perfecto para comprar pescado y marisco, un importante punto de referencia para la vida social de la ciudad.
Y es que es muy popular como punto de encuentro para el tardeo. Los sábados por la tarde locales y visitantes salen a tomar copas y socializar.
El complejo se aloja en un edificio histórico del año 1927, construido por el arquitecto Francesc Femenías en un estilo modernista, con una fachada de hierro y cristal que da a la plaza del mercado.
Ofrece una gran superficie para la exposición y venta de una amplia variedad de pescados y mariscos frescos que los pescadores locales han capturado y venden directamente a los consumidores.
Además, se pueden adquirir otros productos locales como queso, aceite de oliva y vino.
14. La fortaleza de la Mola, una visita imprescindible que hacer en Mahón

La Fortaleza de la Mola es un complejo militar situado en la península del mismo nombre, construido justo en la entrada del puerto. Está considerada como una de las fortificaciones militares más grandes e impresionantes de España.
La construcción de esta fortaleza comenzó en 1848 y se completó en 1875, constituyendo uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar del siglo XIX.
Se concibió como instrumento de defensa contra la constante amenaza británica, ya que servía como defensa terrestre y marítima, con la ayuda de los acantilados que rodean la península de la Mola.
La fortaleza de la Mola cuenta con un sistema de galerías subterráneas que conectan las diferentes baterías y se utilizaban para el transporte de municiones y suministros. También tiene varios puentes levadizos y una puerta principal que se abre mediante un sistema de poleas.
Durante la visita se pueden explorar varias salas en los niveles terrestre y subterráneo, disfrutando de vistas imponentes de la ciudad y del puerto de Mahón. Además, alberga un museo que muestra la vida diaria de los soldados y exhibe armas y objetos militares.
El entorno natural en el que se encuentra también ha sido declarado Área Especial de Protección de Aves.
15. Visita la isla del Rey y empápate de arte
Además de conocer a fondo la ciudad, Mahón ofrece la posibilidad de realizar interesantes excursiones, para conocer lugares como la isla del Rey.
Es un lugar tranquilo, con una hermosura natural, en el que se puede aprender más sobre la historia y cultura de la región. Accesible en barco, se trata de una pequeña isla ubicada en la bahía de Mahón, destacada por su importancia histórica y arqueológica.
La isla fue utilizada durante siglos como lugar de descanso y curación para soldados enfermos y heridos. En el siglo XVIII, el Ejército Británico construyó un hospital militar en la isla, que fue utilizado durante la Guerra de la Independencia Española y la Primera Guerra Mundial.
Igualmente, se pueden visitar los restos de una basílica paleocristiana del siglo VI, y disfrutar de unas vistas impresionantes de Mahón. y del puerto.
Además, cabe destacar que también es una de las sedes de la prestigiosa galería de arte Hauser & Wirth. La apertura de esta conocidísima galería en Menorca ha puesto a la isla en el mapa del arte europeo.
16. Descubrir las huellas de la cultura prehistórica talayótica cerca de Mahón

La isla de Menorca conserva una impresionante cantidad de vestigios arqueológicos de la prehistórica cultura talayótica, que habitó la isla en la Edad de Bronce y la Edad de Hierro.
Unos vestigios que incluyen construcción megalíticas propias de esta cultura como los Talayots o las Taulas.
En las cercanías de Mahón podemos encontrar algunas de estas construcciones megalíticas tan características en el patrimonio cultural menorquín.
Es el caso de los poblados talayóticos de Trepucó, a tan solo 2 km del centro de Mahón, o el de Talatí, a 4 km de Mahón.
También vale la pena visitar el talayot de Torelló, uno de los más grandes y mejor conservados de Menorca, una gran torre de planta circular construida con grandes bloques de piedra y con un diámetro de unos 14 metros.
En la carretera que une Mahón con Alaior se encuentra el talayot de Sa Cudia Cremada, uno de los más emblemáticos de Menorca. Se trata de una imponente construcción de planta circular que se acerca a los 15 metros de diámetro y cuenta con una cámara funeraria en su interior.
Otro importante yacimiento arqueológico cercano a Mahón se encuentra en el cabo costero de Caparrot de Forma, cerca de la urbanización de Es Canutells. Se trata de una necrópolis compuesta por 23 cuevas artificiales o hipogeos, rodeados por una muralla.
17. Recorrer algunos tramos del icónico Camí de Cavalls
El Camí de Cavalls es un antiguo camino que recorre toda la costa de la isla y permite conocer de cerca las características del litoral menorquín. En una visita a Mahón podemos seguir algunos de sus tramos.
Uno de ellos, parte desde el puerto de Mahón hasta la playa de Es Grau. El tramo pasa por Cala Mesquida, o la Caleta Binillauti ofreciendo vistas espectaculares de la costa.
Aún más bonito es el tramo que parte desde la Playa de Es Grau y recorre la zona cubierta por la zona protegida del Parque de S’Albufera des Grau dirección el faro de Favaritx.
18. Acercarse hasta el emblemático faro de Favàritx

El Faro de Favàritx, situado en el extremo noreste de la isla de Menorca, cerca de Mahón, es, probablemente, el más famoso de toda la isla.
Su arquitectura única y su ubicación en un paisaje lunar, sobre una roca de pizarra negra, lo hacen un lugar especial y popular entre los turistas y los amantes de la fotografía, porque desde allí se disfrutan impresionantes vistas a la costa menorquina y al mar.
Fue construido en 1922 para ayudar a guiar a los barcos que navegaban en la costa norte de la isla. Especialmente, tras naufragios tan famosos como el del Général Chanzy, en 1910.
El faro está construido con bloques de piedra y tiene una altura de casi 30 metros, destacado por su aspecto con una característica banda negra en espiral sobre fondo blanco.
Su luz es visible desde una distancia de 16 millas náuticas y es una guía importante para los barcos que navegan en la zona.
En el interior del faro se encuentra una exposición de señales marítimas que está abierta a escuelas y asociaciones y se pueden solicitar visitas guiadas. En sus cercanías hay senderos que permiten a los visitantes explorar los acantilados y el paisaje rocoso del cabo.
19. Tomar una copa del típico Gin Xoriguer
Durante la visita a la ciudad, una experiencia muy gratificante puede ser tomarse un descanso y probar una de las bebidas más populares de Menorca, como es el Gin Xoriguer.
Esta famosa Ginebra se elabora de manera artesanal en la destilería Xoriguer, que se encuentra en el puerto de Mahón, en una antigua fábrica de hielo.
Es una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad, ya que se pueden realizar visitas guiadas, para conocer el proceso de producción y degustar la bebida al final de la visita.
El Gin Xoriguer se elabora mediante la destilación de vino con enebro y otras plantas aromáticas, siguiendo una receta tradicional del siglo XVIII que produce un gin suave y ligeramente dulce.
El origen de esta ginebra propia de la isla parece encontrarse en la idea de algunos artesanos de Mahón de producir para las tascas una bebida para marineros y soldados ingleses, que echaban de menos su ginebra nacional.
El Gin Xoriguer se puede disfrutar solo o en cócteles, a menudo mezclado con limonada o tónica y resulta muy popular entre los habitantes locales y turistas. Especialmente en festividades y eventos locales, como la fiesta de Sant Joan.
20. El Portal de Sant Roc

Uno de los rincones más icónicos de Mahón y con mayor historia es el portal de Sant Roc, una puerta histórica de la muralla que rodeaba la ciudad.
Construido en 1359, es el único vestigio visible de estas murallas medievales, que fue profundamente restaurado en el siglo XVI, tras el terrible saqueo del pirata Barbarroja.
Es de estilo gótico y está formado por dos torres cuadradas de muros gruesos de piedra y mortero, rematadas por los correspondientes matacanes.
Destaca su arco de medio punto y una hornacina con la imagen de San Roque en la parte superior de la puerta. En el exterior, se pueden ver dos cañones que se utilizaban para proteger la ciudad.
Justo al lado del portal se encuentra la Plaza Bastión donde encontrarás numerosos bares y restaurantes que ofrecen una amplia variedad de productos y platos típicos de la cocina menorquina y opciones de tapeo.
21. Más cosas que hacer en Mahón: Navegar en una excursión hacia la isla del Aire
Desde el puerto de Mahón parten varias excursiones en barco, ideales para disfrutar de la belleza de la costa, las playas y los acantilados de la isla. Una de las excursiones más populares es la visita a la Isla del Aire.
El viaje en sí es una experiencia única, porque permite disfrutar de vistas espectaculares del Puerto de Mahón y de la costa de Menorca.
La Isla del Aire es una pequeña isla situada frente a la playa de Punta Prima en la costa sur y considerada como reserva natural protegida. Alberga una gran cantidad de flora y fauna autóctona que la convierte en un lugar muy atractivo para los amantes de la naturaleza.
Esta isla destaca por ser un lugar donde habitan especies únicas de aves como el cormorán moñudo, el halcón de Eleonor y el vencejo culiblanco, entre otros.
También se pueden observar especies de reptiles como un tipo de lagartija negra exclusiva de este islote y la culebra de herradura, así como especies de plantas autóctonas como el enebro, el sabinar y el romero.
Una vez en la isla, aparte de disfrutar de la tranquilidad del paisaje se pueden llevar a cabo diversas actividades, como senderismo, buceo, natación y snorkel en las aguas cristalinas.
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22. Respirar el ambiente de un clásico pueblo de pescadores en Binibeca
Aunque se encuentra en la localidad de Sant Lluís a algo menos de 15 km de Mahón, el Pueblo de Pescadores de Binibeca es un imprescindible que hay que visitar en Menorca.
Famoso por sus encaladas casas y calles estrechas y laberínticas que invitan a perderse en ellas y disfrutar de la belleza de sus escaleras, túneles y pequeñas plazas.
Un lugar para pasear y explorar y al tiempo disfrutar de algunos restaurantes interesantes en la zona como Sa Musclera, que ofrecen platos típicos de la cocina mediterránea y local, como el pescado fresco y los mariscos.
Fue construido en 1972 al modo en el que se edificaban las casas antiguas de los pescadores y, aunque tenga la apariencia de parque temático, las casas están habitadas de verdad,algunas por propietarios otras funcionan como apartamentos turísticos, y sigue siendo un lugar encantador para visitar.
Además, se puede disfrutar de su fantástica playa, situada a tan solo 10 minutos a pie del pueblo de pescadores, una hermosa cala de arena blanca y aguas cristalinas de color turquesa, ideal para nadar, hacer snorkel o simplemente relajarse y tomar el sol.
23. De compras por el centro de Mahón… cómprate unas abarcas

La capital menorquina no se caracteriza por grandes almacenes. Sin embargo, su centro histórico acoge varias calles comerciales donde encontrarás tiendas de las típicas marcas internacionales, junto a boutiques y otras tiendas más locales.
Además de los productos locales agroalimentarios, uno de los más populares es el calzado menorquín. Podrás comprar zapatos de marcas menorquinas tan presitigiosas como Mascaró, Pretty Ballerinas, Ursula Mascaró o Pons Quintana.
Y por supuesto, no te vayas de la isla sin comprarte unas abarcas, el calzado típico menorquín.
24. Ca’n Oliver y el Centro de Arte e Historia Hernández Sanz
Exceptuando el Museo de Menorca, la oferta museística de Mahón no es muy extensa. A fin de cuentas, se trata de una ciudad pequeña e insular. Aún así, hay algunos espacios que vale la pena visitar como este.
Ca´n Oliver es una casa señorial del siglo XIX donde se exponen varias colecciones interesantes relacionadas con el arte y el patrimonio cultural de Menorca.
Así hay salas dedicadas al periodo británico y su influencia, otras centradas en el patrimonio cultural de la isla donde se exhiben trajes tradicionales, una sala dedicada a mapas antiguos, y varias salas donde se expone la Colección de obras de arte de Hernandez Sanz entre otras.
La visita también permite subir a la torre de vigilancia de la propiedad desde la que se tienen buenas vistas del puerto.
25. Divertirse en la Cova d’en Xoroi
Aunque no está en Mahón, su cercanía hace que sea una parada ideal al finalizar tu jornada de visitas coincidiendo con el atardecer, o ya entrada la noche para los que buscan planes nocturnos.
La Cova d´en Xoroi es un lugar verdaderamente mágico. Se trata de una gruta o cueva natural ubicada en un acantilado situada en Cala en Porter y que constituye uno de los lugares más populares y visitados de Menorca, porque aúna belleza natural y diversión.
Durante el día, se puede disfrutar de vistas espectaculares desde las terrazas y miradores en distintas alturas y escuchar música en vivo en el bar. Es un lugar ideal para contemplar impresionantes puestas de sol sobre el Mediterráneo.
Por la noche, la cueva se transforma en una sorprendente discoteca que atrae a turistas y locales por igual. En ella se organizan fiestas famosas en la isla y acuden artistas internacionales.
La cueva tiene su propia leyenda local, que dice que fue habitada por un hombre llamado Xoroi, supuestamente un pirata turco, quien llegó a la isla por mar y vivió allí durante años.
Al parecer sobrevivió a base de robos y utilizando la cueva como refugio. Según esta historia, secuestró a una mujer local y cuando fue descubierto saltó al mar y nadie volvió a verlo.
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