
En este post encontrarás algunas sugerencias sobre las mejores zonas donde alojarse en la Toscana. Zonas que van desde ciudades que combinan un gran patrimonio cultural con dinamismo urbanita hasta zonas rurales con una fuerte identidad vinícola.
Situada entre las ciudades de Génova y Roma, esta región es famosa por muchas razones.
Entre ellas, por el patrimonio cultural de ciudades como Florencia, Pisa o Siena; los buenos vinos y aceites de Chianti; sus escarpados Montes Apeninos donde realizar todo tipo de escapadas o sus pueblos costeros y playas.
En las siguientes líneas quiero darte unas pinceladas sobre algunas de las mejores opciones para dormir en la Toscana. Buenos campos base con perfiles diferentes entre sí. Para que encuentres lo que buscas.
Las mejores zonas donde alojarse en la Toscana
Antes de repasar algunos destinos concretos, seguro que te viene bien conocer un poco el tipo de alojamiento que te encontrarás en la zona.
Por un lado, en ciudades como Florencia, Siena o Pisa, se concentra la mayor oferta y variedad de alojamientos. Esto incluye hoteles de 5 estrellas, pero también alojamientos más económicos como hostales y albergues.
Mientras, en poblaciones más pequeñas e incluso en zonas rurales, se han prodigado los resorts de lujo con Spa incluido.
Algo más económicos (aunque no siempre) y también comunes son las villas y haciendas dedicadas al agroturismo, que incluyen alojamiento y experiencias culinarias como catas.
Además de estas opciones en los pueblos rurales hay algunas hospederías y bed and breakfast con precios asequibles, todo con un aire muy local y algo rústico.
1. Florencia, la ciudad más popular donde alojarse en la Toscana

Bien comunicada por avión y tren, es una ciudad conocida por su enorme patrimonio arquitectónico y artístico, lo que la ha convertido en el lugar más turístico de la Toscana.
Hay pocas ciudades en el mundo que puedan compararse en este aspecto, sobre todo en lo referente a su patrimonio artístico.
Para empezar a conocer la ciudad ubícate en la Plaza del Duomo. En ella se encuentra la gran Catedral de Santa Maria del Fiore, con su famosa cúpula, el Campanile de Giotto, y el Battistero di San Giovanni.
Una vez allí, comprobarás que es un hervidero de gente y los alrededores son muy comerciales, especialmente Vía Roma, al oeste de la plaza y donde hay tiendas y boutiques de las primeras marcas.
En la zona tampoco faltan restaurantes, aunque es importante ver las cartas porque algunos son bastantes caros. No te preocupes, también hay muchas opciones asequibles.
Florencia está llena de otras grandes plazas, y todas ellas dan nombre a barrios: Plaza di Santa Croce, Piazza Della Signoria, donde se ubica el Palazzo Vecchio (no te pierdas su visita) o Piazza Della República.
No faltan en ninguna de ellas palacios, monumentos, museos y grandes iglesias como la Basílica di Santa Croce di Firenze.
Pero si hay un lugar que todo el mundo visita en su estancia en Florencia, ese es la Galería de la Academia, gran museo al noroeste de Duomo donde se encuentra la famosa estatua de 5 metros de altura El David de Miguel Ángel.
Otro museo imprescindible si te va el arte es la Galleria degli Uffizi, una de las pinacotecas más importantes de Italia.
Florencia ofrece otros muchos atractivos turísticos como el Ponte Vecchio o el Palazzo Pitti. Echa un vistazo a este post sobre los principales atractivos turísticos de Florencia y hazte una lista de lo que no debes dejar de visitar.
Por último, no me olvido de la oferta de ocio nocturno en Florencia que es de las mejores de la Toscana. Los lugares más populares se reparten por todo el casco antiguo.
En Plaza Della Signoria puedes disfrutar en alguna terraza de espectáculos de música callejera, y entre las Plazas Della Republica y la orilla del río Arno, encontrarás algunas discotecas y coctelerías.
Alrededor de la Piazza Santa Maria Novella hay buenos pubs irlandeses y algún que otro local nocturno para alargarse en la noche. La Piazza di Santo Spirto y alrededores es otra de las zonas populares para salir de marcha.
Florencia es ideal para alojarse en la Toscana si buscas una ciudad que te aporte innumerables visitas turísticas, compras, restaurantes de todo tipo, y algo de vida nocturna.
Esto también tiene su contrapunto, especialmente en el casco antiguo, y es que para muchos hay demasiado ajetreo.
En cualquier caso, siempre puedes alojarte en las afueras, como en la orilla occidental del río Arno, donde hay un ambiente más tranquilo y alojamientos más económicos, o en la campiña florentina.
Si quieres conocer sobre las mejores ubicaciones donde reservar tu hotel consulta este artículo sobre las mejores zonas donde alojarse en Florencia.
A nivel de alojamiento es el sitio donde más variedad y cantidad vas a encontrar. Sea cual sea tu presupuesto, y sean cuales sean tus expectativas de calidad, aquí lo vas a encontrar.
2. Siena, cosas para ver, buenos restaurantes, un poco de compras y algo de vida nocturna

Al sur de Florencia y bien comunicada con esta, Siena es una ciudad mucho más típica de la Toscana. Sobre todo porque la rodean valles fértiles, típica estampa de la región.
Además, el ayuntamiento no permite el tráfico rodado en el casco antiguo lo que ayuda a que el aire en la ciudad sea más puro.
Aunque tiene seis veces menos población que la capital de la Toscana, no le puede envidiar en variedad y número de alojamientos. Estos se extienden desde el norte, en Montarioso, hasta la zona sur de Tartuca.
No obstante, la mayor densidad de hoteles, hostales y demás opciones alojativas se da alrededor de las plazas del Duomo y del Campo, en pleno casco histórico y Patrimonio de la Humanidad.
La llamada Plaza del Duomo puede ser el mejor lugar para empezar a recorrer el casco histórico de la ciudad. No necesitarás transporte, ya que los lugares de mayor interés están muy cerca los unos de los otros.
En la plaza mencionada te encontrarás con la Catedral de Siena, dedicada a la Virgen de la Asunción. Es del siglo XIII, diseñada en estilos románico y gótico y destaca por su fachada, su cúpula y campanario.
Además del templo, hay otros edificios religiosos, dos museos y la biblioteca Piccolomini. Alrededor de la plaza, junto a los alojamientos, podrás elegir entre variados restaurantes ubicados en calles antiguas y peatonales.
El precio en general es alto y los menús no suelen bajar de los 20€, excepto en lugares como burgers y pizzerías.
El otro centro turístico de Siena es la Plaza del Campo, donde se organizan los principales eventos (incluso carreras de caballos) de la ciudad al contar con mucho más espacio:.
De este lugar, hay que destacar que el suelo y el edificio principal están construidos con ladrillos medievales.
Este último es el Palacio Comunal de Siena, en estilo gótico, sede el ayuntamiento y que tiene adosada la gran Torre del Mangia, también del siglo XIV, campanario y que supera los 100 metros de altura.
A diferencia de la Plaza del Duomo, la del Campo está mucho mejor equipada a nivel turístico, sobre todo en número de restaurantes. Podrás elegir entre los que hay en la propia plaza o los de las calles adyacentes.
Precisamente desde esta plaza, en dirección sur, se extiende ya parte de la campiña que puedes disfrutar en un paseo por la Via Porta Giustizia.
Por último, si sales de noche encontrarás un ambiente muy juvenil en la ciudad, ya que casi la mitad de los residentes son estudiantes de la Universidad de Siena. Además de que los precios en clubs también son algo caros, las discotecas están en las afueras.
Como ves Siena, aunque más pequeña, te ofrece muchas cosas similares a Florencia. Entre ellas; mucho que visitar, una buena oferta restaurativa, zonas comerciales, y algo de vida nocturna.
3. Pisa, gran patrimonio arquitectónico, playas cerca, alojamiento asequible y aeropuerto importante

Aunque es la mitad de pequeña que Florencia, su aeropuerto internacional tiene más destinos, por lo que es posible que aterrices en Pisa en tu visita a la Toscana.
Como su capital, Pisa es atravesada por el río Arno, ya con un caudal más ancho antes de desembocar en el mar.
También como Florencia, la oferta en alojamientos es de las más densas de la Toscana, pero con precios más económicos.
El origen de la ciudad es incierto, aunque es posible que fueran los ligures o los etruscos quienes la fundaran. Ya en la Alta Edad Media la ciudad se convirtió en un puesto marítimo de primer orden para luego, en el siglo XIII, convertirse en una República Marítima.
En aquella época –precisamente el siglo XII– es cuando se empezó a construir el gran símbolo de la ciudad: la Torre de Pisa, de 56 metros de altura y 4º de inclinación.
También por aquel entonces se construyó –ambas en arte románico–, la Catedral de Pisa, en la Plaza Miracoli, el lugar más visitado de la ciudad. En esta zona también se encuentran el Baptisterio de Pisa, ya en gótico, y el Camposanto Monumental.
Al sur de este complejo, se encuentran otros lugares de interés como la Piazza dei Cavalieri, el Jardín Botánico de Pisa (que presume de ser el más antiguo del mundo) y, ya al otro lado del río Arno, la Iglesia de Santa María Della Spina y el Palacio Azul.
Además, gracias a la anchura del río Arno, una experiencia agradable puede ser recorrerlo por los paseos de ambas orillas.
Y si quieres disfrutar de un lugar más tranquilo, al oeste de la ciudad, en dirección al mar, se extiende el Parque Regional Migliarino. Este tiene varios palacetes, un hipódromo y ya en la costa, playas tranquilas.
Al sur de estas, vuelta al ajetreo en la Marina di Pisa, hay un lugar con puerto deportivo, restaurantes, pubs y hasta un parque de aventuras para disfrutar en familia.
De vuelta al casco antiguo, te recomiendo visitar algunos museos como el Nacional de San Mateo o el Palacio Real para conocer mejor el arte e historia de la ciudad.
Entre visita y visita puedes parar a comer algo en los muchos restaurantes de la ciudad, especialmente cerca del río. Algunos bastante populares son La Ghiotteria y Alle Bandierine, especializados en comida italiana.
Y si quieres comer barato, Pisa cuenta con locales de comida rápida como i Porci Comodi, especializado en paninis o, un poco más al norte, L’Ostellino, con menús para grupos.
Pisa también es una excelente opción si quieres combinar las visitas de interior con algo de tiempo en la playa dada su cercanía a la costa.
También, gracias al buen ambiente universitario (Pisa cuenta con una de las universidades más antiguas del país: del siglo XIV), la zona entre la Piazza dei Cavalieri y el río ofrece una buena oferta en pubs, cervecerías y alguna que otra discoteca.
- (€€€) Pisa Tower Plaza
- (€€) Hotel Bologna
- (€) Safestay Pisa
4. Lucca, donde dormir en la Toscana en una bonita y bien ubicada ciudad

La ciudad que vio nacer al gran compositor de ópera Giacomo Puccini está a poco más de 10 kilómetros al noreste de Pisa y en la ribera del río Serchio.
Esta pequeña ciudad, donde todo el mundo va andando o en bicicleta a los sitios, tiene un casco antiguo rodeado por una gran muralla.
Esta fue construida en el siglo XVI, está muy bien conservada, cuenta con varias puertas y baluartes y su parte superior es un gran paseo con árboles.
En cuanto al casco antiguo dentro de la zona amurallada, es el lugar con mayor densidad y oferta de alojamientos, no mucho más caros que en extramuros.
Casi todos sus atractivos están en el casco antiguo. Uno de los que vale la pena visitar es la casa natal de Puccini, en Corte San Lorenzo 9, frente a la Plaza Cittadella, donde hay una estatua del compositor.
Hoy en día, el lugar es un museo y en él se conserva el piano con el que compuso algunas de sus grandes obras.
Por la zona hay otros lugares de interés como el Cinema Centrale, coqueto y frente al museo, o la Iglesia de San Miguel en Foro, del siglo XII y ubicada en la Plaza San Michele.
Hablando de templos, el más importante de la ciudad es el Duomo di San Martino o Catedral de San Martín, empezada a construir en el siglo XII sobre otra iglesia anterior del siglo XI. Cuenta con un museo muy interesante y está pegada a la zona sureste de la muralla.
Y si buscas un lugar donde haya ajetreo, restaurantes y mercado, ese es la Plaza del Anfiteatro, en la zona norte del casco antiguo y con las fachadas de los edificios en colores claros y vivos.
Un poco más al sur –seguro que ya la habrás visto destacar sobre el skyline de la ciudad-, también puedes pasarte por la Torre Guinigi, de casi 45 metros.
Desde ella tendrás unas vistas privilegiadas de la ciudad y estarás a la sombra porque tiene un jardín con varias encinas. Algo nunca visto en torres antiguas. Realmente curioso.
Otra torre famosa es la Torre del Oro, la más alta de la ciudad con 50 metros y en Via Fillungo.
Y el último monumento de intramuros que puedes visitar, muy cerca de la Plaza del Anfiteatro, es la Basílica San Frediano. Es famosa por ser uno de los edificios más antiguos y por el mosaico de su fachada.
Lucca también es un lugar donde realizar compras y probar buenos productos gastronómicos. Entre la Torre del Oro y la Plaza de Napoleón, encontrarás la zona de tiendas más animada, con mercado incluido en la plaza del general francés.
En cuanto a restaurantes, en el centro vas a encontrar numerosas trattorías y osterías como la popular Baralla, en la Via dell’ Anfiteatro. La calidad de la comida es buena, pero hay que estar atentos a los precios que, de media, son altos, incluso en las trattorías.
¿Hay algo de interés más allá de las murallas de Lucca? A nivel histórico, lo más destacado es el Puente de San Quirico.
Sin embargo, la actividad de mayor interés es visitar pequeñas haciendas como Colle di Bordocheo, a unos quince kilómetros al noreste de la ciudad y donde comprar o probar el vino y el aceite de la región.
En definitiva, Lucca es una opción más tranquila para dormir en la Toscana que las grandes ciudades de la región. Tiene atractivos turísticos y una oferta de restaurantes más que suficiente.
Su ubicación te permitirá visitar con facilidad y sin grandes trayectos las principales ciudades de la Toscana como Pisa, Florencia o Siena.
5. Arezzo, donde alojarse en Italia en una de las ciudades más antiguas de Italia

Es una de las poblaciones turísticas de la Toscana más al este y la ciudad donde nació el gran poeta prerenacentista Petrarca. Está al sur del río Arno y cuenta con parada de tren.
Pero, lo más interesante es que estarás en una de las ciudades pobladas continuamente más antiguas de Italia: del siglo IX a.C. y fundada por los etruscos.
Después de casi 3.000 años de historia, la ciudad ha tenido sus altibajos. Sin embargo, hoy es un importante destino turístico por su patrimonio y el buen ambiente que se respira en sus calles.
La Piazza Grande es uno de los lugares más interesantes por su oferta gastronómica y arquitectura típica de esta zona de Italia.
Además, se celebran muchos eventos como la Fiesta de la Giostra del Sarracin, un torneo de lanzas entre caballeros de las antiguas cuatros zonas de la ciudad.
No muy lejos, a unos 100 metros al oeste, puedes pasarte por la iglesia del siglo X Santa Maria Della Pieve. Y a otros cien metros al norte está la casa donde nació el poeta Petrarca.
El patrimonio histórico por la zona no acaba con este lugar. La Catedral de Arezzo está a sólo una manzana al norte y a su alrededor se extiende un bonito parque que se fusiona ya con la campiña de la Toscana.
Como el lugar es tan bonito y apacible, un poco más al este del parque, la familia de los Medici mandó construir la Fortezza Medicea.
Si te diriges al noroeste encontrarás otros lugares que merecen una visita: la iglesia gótica de San Domenico, el Museo Casa Vasari y el Museo Medieval.
De vuelta a la zona centro, pásate por la Basílica de San Francisco que, aunque es de estilo gótico, tiene un diseño sobrio. Todo lo contrario que su interior, que conserva los frescos que pintara Piero Della Francesca Leyenda de la Cruz.
Y si quieres viajar más atrás en el tiempo, al sur se encuentra un anfiteatro romano de gran tamaño y hoy museo antropológico: Gāius Cilnius Mæcēnās.
Si te gusta el cine es posible que, paseando por Arezzo, reconozcas algunos exteriores de la película de Roberto Benigni La Vida es Bella.
También es posible que en calles como Via Pescioni te sientes a probar la cocina local. En esta calle y paralelas encontrarás buenos establecimientos como Antica Hostería l’Agania, centrada en cocina toscana y con precios económicos.
Aunque siempre hay algún restaurante más caro, la media en precios de los restaurantes de Arezzo es inferior a la de otras ciudades como Florencia.
Y si quieres salir de noche, ya que en la ciudad hay dos universidades, en el caso antiguo (donde está la sede de la Universidad de Sienna en Arezzo), hay un ambiente bastante juvenil.
En cuanto a alojamientos por la zona, la población de Arezzo los tiene muy concentrados en su casco histórico, entre la estación de tren y la catedral.
Hay un poco de todo y los precios de media no bajan de los 50€. Sin embargo, la ventaja de estar en el centro es que podrás visitar el patrimonio de la ciudad en cortos paseos.
- (€€) Etrusco Arezzo Hotel; Sure Hotel Collection by Best Western
- (€€) Graziella Patio Hotel
- (€) Residence Peloni
6. San Gimignano, dónde alojarse en la Toscana en la ciudad de las torres

Con algo menos de 8.000 habitantes y al suroeste de Florencia, a San Gimignano la llaman “el Manhattan de Toscana”.
Cuando te vayas acercando a este pueblo medieval lo entenderás: posee 13 torres de gran altura en su casco antiguo (Patrimonio de la Humanidad) y construidas en la Baja Edad Media.
Pero lo más curioso de todo es que, en aquel entonces la “ciudad” de San Gimignano, llegó a tener 72 en total. ¿Cuál es la razón? Los más ricos de la ciudad competían a ver quién construía la torre más alta.
De todas aquellas, hoy en día la que más altura alcanza es la Torre Grossa, con 54 metros y la única accesible para los turistas.
El pueblo está ubicado en una colina de algo más de 300 metros de altura, se llega bien en coche y hay línea de autobús directo con Florencia.
San Gimignano no ha cambiado mucho en los últimos 700 años. Prueba de ello es su muralla y las puertas de entrada como la de San Mateo y San Giovanni.
Como en el casco hay bastantes lugares que visitar y hay que pagar en la mayoría de ellos, te recomiendo que te hagas con la tarjeta turística San Gimignano Pass.
Ya en el centro, el primer lugar que hay que visitar es la Plaza del Duomo, donde se encuentra el ayuntamiento o Palacio Comunal de la ciudad que tiene adosada la Torre Grossa y el Museo de Arte Sacro.
En la misma plaza también está la Iglesia de Santa María Asunta y, alrededor, están las torres de Dei Salvucci y Chigi.
Otra curiosidad de la Plaza del Duomo es que es paso obligado de la Via Francigena, ruta para peregrinos entre la ciudad inglesa de Canterbury y el Vaticano. Como también la Plaza Della Cisterna, al sur de la del Duomo y flanqueada por las torres de Ardinghelli y Becci.
El patrimonio histórico, artístico y cultural no acaba aquí. Sólo tendrás que andar unos metros y podrás visitar el Museo San Gimignano 1300 o el Museo de la Criminología Medieval.
Como toda población turística, San Gimignano aprovecha las visitas para fomentar el comercio en forma de pequeñas tiendas que venden productos locales.
Las podrás encontrar en la Vía San Matteo, que empieza una vez cruzas la puerta del mismo nombre, y San Giovanni, al sur.
Los restaurantes, bares y demás establecimientos de ocio también se distribuyen por esta zona. Para finalizar, muchos que visitan San Gimignano recomiendan tomarse un helado en Dondoli, una heladería en la Plaza Della Cisterna.
Los alojamientos no bajan de los 50€ por noche, especialmente en el casco antiguo. Fuera de él, tampoco es que los precios bajen mucho pero sí cambia el entorno, que pasa de ciudad medieval a campiña típica de la Toscana.
- (€€€) Hotel La Collegiata
- (€€) Relais Santa Chiara Hotel
- (€) Hotel Le Colline
7. Viareggio, donde dormir en la Toscana para unas vacaciones de playa

A unos veinte kilómetros de Pisa y gracias a su aeropuerto, llegar a Viareggio es muy fácil. También, si viajas por la Toscana en coche o en tren, las comunicaciones son muy buenas.
Cuando llegues a Viareggio te encontrarás con una ciudad que se ha desarrollado a lo largo de la costa y donde se encuentran la mayoría de los alojamientos. Especialmente, al norte del puerto y orientados a parejas, familias y grupos.
Desde ese punto también parte la gran playa de la ciudad con una anchura media de 100 metros. Cuando llega el verano, se equipa con miles y miles de tumbonas, sombrillas y demás recursos turísticos.
Al sur del puerto, si prefieres un ambiente más tranquilo, se extiende otra gran playa frente a un gran bosque de matorral mediterráneo donde puedes hacer algo de senderismo. Al este de este espacio verde hay algo de zona urbana, pero sobre todo campos de cultivo.
Y más allá, un gran humedal y el Lago de Massaciuccoli. En su orilla este, se encuentra la Villa Puccini, lugar donde vivió el compositor, que posee un museo y la Torre Orlando donde, de hecho, se hospedó el músico.
Del puerto ya te he hablado, pero no del buen número de barcos y veleros que se fabrican en él y desde hace siglos. De hecho, Viareggio es famosa por la fabricación de estas embarcaciones.
Como experiencia, puede ser interesante seguir el puerto hacia el este hasta que encuentres un canal que va a parar al humedal y donde todavía verás salpicados por allí y allá astilleros de todo tipo.
Precisamente ese canal te llevará a la zona más antigua de la ciudad y uno de los monumentos principales: Torre Matilde. Esta edificación se construyó en el siglo XVI con la intención de servir de torre vigía para defenderse de los corsarios.
Desde la torre, nace la Via Regia, calle principal en tiempos medievales que hoy todavía conserva parte de su trazado y que da nombre a la ciudad.
Además del turismo que llega en verano, Viareggio también es uno de los principales destinos en Carnavales.
Los que se organizan en la ciudad son de los más populares del país, y hasta hay un recinto (la Ciudadela del Carnaval de Viareggio), al norte de la ciudad y donde también hay un museo.
Estos eventos festivos comenzaron a celebrarse en 1873 y todavía recorren la ciudad hasta la zona de playa. Además, gracias a la tradición artesana de Viareggio, los disfraces están muy logrados.
Junto a lugares como la Villa Argentina o la Plaza Mauricio, Viareggio cuenta con otros atractivos como es la producción de flores. El “Jardín de Italia”, la llaman algunos.
Además de las tiendas que encontrarás por la ciudad, recomendarte en primavera y verano recorrer el Paseo Marítimo, donde organizan coloridos mercadillos.
Y en cuestiones de gastronomía, la ciudad está bien preparada, aunque no es excesivamente barata y, más allá del Burger, es difícil encontrar restaurantes con menús que bajen de los 15 euros.
Aún así, la comida es variada, con la especialidad en mariscos y cocina tradicional local. Pasa algo parecido con los pubs y cervecerías, ubicados al norte del puerto, y en la zona más al sur, en la Marina di Torre del Lago Puccini.
8. Pienza, pequeña, tranquila y Patrimonio de la Humanidad

Vuelvo al interior, al sur de Siena, donde se encuentra esta población de algo más de 2000 habitantes y bien comunicada con línea de autobús y por coche, en caso de que estés visitando la región con coche de alquiler.
El lugar es famoso por su oferta de centros agroturísticos y ser el núcleo de la mejor oferta artística del Valle d’Orcia. Hay que destacar que su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Esa mezcla de patrimonio y recursos naturales también se nota en la oferta hotelera, que varía de hostales y hoteles en el núcleo urbano, a casas rurales y villas en la zona de campo.
De hecho, no muy lejos de la ciudad de Pienza, en la Strada di Terrapille y después de la Iglesia de Corsignano, se encuentran algunos de los campos por los que Máximo Décimo Meridio (el protagonista de Gladiador) paseaba.
Ya que estás por la zona, un poco más al oeste, a unos dos kilómetros y al sur de un bosque, se encuentra Chapel Vitaleta. El lugar es también una típica zona de la Toscana más auténtica.
Antes de hablarte de los lugares de interés en el casco antiguo de Pienza, quiero recordarte que en sus alrededores puedes disfrutar de experiencias agroturísticas como la Hacienda Agrícola Casagori o visitar la tienda de productos locales Binza Enzo.
Pero, vamos ya con el patrimonio arquitectónico de Pienza, cuyos principales atractivos están muy cerca unos de los otros y rodeados por la antigua muralla de la ciudad.
El primer lugar es la Catedral o Concatedral de Pienza con más de 600 años, un gran campanario y ubicada en la Piazza Pio II.
A su lado, otro lugar de interés es el Palazzo Piccolomini, con unos bonitos pórticos, museo interior y arquitectura renacentista. Y ya que hablamos de Renacimiento, en Pienza también hay una construcción de la poderosa familia valenciana Borgia.
Es el Palazzo del mismo nombre y representa esa riqueza artística que te comentaba antes. En su interior hay pinturas, retablos, tapices y otras obras del siglo XII en adelante.
Dentro del casco amurallado, Pienza también posee un buen número de tiendas, especialmente en la calle principal Corso il Rossellino. Con precios típicos para turistas, hay tiendas de vinos, de ropa, queserías, pastelerías y tiendas para llevarte algún recuerdo.
Los restaurantes, sin embargo, están más al norte de la calle citada, con unos precios de media algo más asequibles que en otras ciudades de la Toscana. Algunos de los más populares son Sette Di Vino o Trattoria da Fiorella.
- (€€) Relais Il Chiostro Di Pienza
- (€€) Hotel Rutiliano
- (€) Il Giglio B&B
9. Chianti, donde alojarse en la Toscana para disfrutar de su tradición vinícola

Además de por sus paisajes, la Toscana también es muy famosa en el mundo por su producción vinícola, la cual se concentra en el Valle de Chianti, al norte de Siena y con su propia denominación de origen.
Debido a que está muy cerca de Florencia y hay buenas comunicaciones, esta región es muy visitada durante todo el año. Y, como el lugar está bañado de pueblos aquí y allá, el número de alojamientos también es numeroso: desde castillos a Hoteles Spa.
Greve in Chianti es la capital de la región y el lugar que puedes elegir como “cuartel general” para conocer la zona.
Para recorrerla es importante contar con vehículo, sobre todo para visitar los viñedos, granjas y pequeñas poblaciones.
Un lugar especial es el Castello di Verrazzano, que ofrece experiencias culinarias con visita a los viñedos, a su bodega y hasta cata.
Otro lugar famoso por su producción de uva chardonnay y merlot es Fattoria di Montemaggio. O la Azienda Agrícola Montefioralle, con uno de los mejores vinos de la zona.
El número de bodegas y viñedos es infinito. Prácticamente, cubren toda la región a un lado y otro de las carreteras y alrededor de los pueblos.
De todos ellos, el más ajetreado y el que más te recomendaría visitar es el mencionado Greve in Chianti, con algo más de 14.000 habitantes. Es un lugar que resume un poco en productos y patrimonio el propio valle.
En Greve in Chianti podrás conocer la relación de la región con el vino en su Museo.
También hay otro de arte sacro en un antiguo convento, una basílica (la de Santa Croce) con una fachada muy colorida, el Castillo di Uzzano a las afueras, y en la Piazza Matteotti puedes probar la gastronomía local en sus restaurantes o comprarlas en sus tiendas.
10. Montepulciano, donde dormir en la Toscana para disfrutar del campo, el vino y la buena comida

Llegamos al final de este viaje por la Toscana con la visita a una de sus poblaciones más antiguas. Si hacemos caso de los historiadores. Montepulciano fue fundada por los Etruscos hace 2.400 años, por lo que el patrimonio acumulado es de gran interés.
Situado al sur de Siena, se levanta sobre una colina de más de 600 metros para ofrecerte unas buenas vistas de la zona. Ésta también es famosa por sus viñedos y por su Vino Nobile, que utiliza uvas de la región.
La ciudad contaba con una muralla de la que hoy todavía quedan restos como la Porta al Prato, el acceso norte.
Desde este lugar a la Fortaleza de los Medici, se suceden otros monumentos: el Palacio Bucelli, la Iglesia de San Agustín, el Palacio de Cervini, el Convento de San Francisco, la Catedral de Santa María de la Asunción o el Museo de la Tortura.
Algo más de un kilómetro de estrechas calles que también albergan bodegas como De’ Ricc Cantina, Contucci o la Hacienda Agrícola Crociani, cerca de la puerta de entrada oriental Delle Farine.
Además de las bodegas mencionadas, tanto el centro de Montepulciano como los alrededores aprovechan su fama vinícola para ofrecerte catas y maridajes. En los restaurantes también encontrarás buenos vinos y comida, pero a precios algo altos.
Y los alojamientos, como en otras zonas rurales, se reparten entre el casco antiguo, donde hay palacios convertidos en hoteles, y villas y casas rurales con la oferta agroturística tan común en la Toscana.
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