
La Acrópolis es uno de los monumentos más importantes de la historia antigua del mundo occidental, y el principal reclamo turístico de Atenas, la capital de Grecia. A pesar de que las vicisitudes de la historia no han permitido que se conserve en perfecto estado, sigue siendo un lugar muy especial que da gusto visitar.
Muchas de las antiguas ciudades griegas tenían una acrópolis que servía tanto de lugar de culto como lugar defensivo. La Acrópolis de Atenas es la más representativa y la más espectacular de todas. Está situada sobre la cima de una colina a unos 156 metros sobre el nivel del mar desde la que se tiene una vista panorámica de 360 grados de toda Atenas fantástica.
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Visitar la Acrópolis de Atenas
En todo viaje a Atenas la visita a la Acrópolis es obligatoria ya que es su principal atractivo turístico. Sin dudas es una de las visitas que hay que ver en Atenas sí o sí. Para visitarla tienes que dedicarle al menos medio día. Si te levantas pronto y llegas a una hora decente puedes visitarla en unas horas y terminar la visita para la hora de comer.
Si llegas temprano podrás recorrerla sin prisas y con menos gente de la que hay a medida que avanza el día. Después de pasearte por ella te da tiempo a subir a la colina vecina de Filopappos desde la que se tienen unas vistas de Atenas y, sobre todo, de la propia Acrópolis que valen mucho la pena.
Desde su cima tienes unas vistas desde un ángulo que te permiten hacer las mejores fotos de la Acrópolis. Muchas de las fotos de folletos y guías de viaje se toman desde aquí.
Para empezar la visita a la Acrópolis de Atenas te recomiendo que la hagas por la entrada principal, la que está justo al lado de la estación de metro Akropoli. Hay varias entradas pero el circuito más lógico y organizado se hace desde este punto.
El precio de la entrada se ha encarecido muchísimo. Desde el 1 de abril de 2016 la entrada cuesta 20 euros, 30 si compras la entrada combinada que te da también acceso a otras cosas como el Ágora Antigua, Kerameikos y su museo, el Ágora Romana, la Biblioteca de Adriano, el Templo de Zeus, y otros.

En función de las cosas que vayas a visitar te sale a cuenta un precio o el otro. En mi caso compré la sencilla ya que de los sitios a los que me daba acceso la entrada combinada sólo tenía previsto pagar en el Ágora Antigua además de la Acrópolis.
Sitios como el Ágora Romana, la Biblioteca de Adriano o el Templo de Zeus se pueden ver perfectamente desde fuera, sin necesidad de pagar entrada, y otros como Kerameikos no me daba tiempo a acercarme.
Podrás acceder a ella cualquier día de la semana (consulta los horario de los días festivos), desde las 8:00 de la mañana a 8:00 de la tarde. La hora límite de entrada es 30 minutos antes de su cierre. El acceso es bastante sencillo. La acrópolis se encuentra muy bien comunicada. La parada de metro Akropoli te dejará muy cerca de la entrada (concretamente en la base de la colina).
Empiezas la visita en la parte baja pasando por el Teatro de Dioniso, el Odeón de Herodes, y después subes a la cima donde hay cosas tan interesantes como el Erecteion, el Templo de Atenea Niké, o el Partenón entre otros.
Una vez visitada la Acrópolis de Atenas te recomiendo que subas a la colina Filopappos para disfrutar de una panorámica tanto de la Acrópolis como de la propia ciudad de Atenas. En el ascenso hay alguna cosita interesante como la prisión (más bien una cueva con barrotes) donde encarcelaron a Sócrates.
Cuando bajes sal por la parte del barrio de Thissio. Está plagado de pequeños restaurantes donde comerás buena comida tradicional griega.
Mi recomendación: Busca algún restaurante especializado en Mezes y date un buen homenaje aderezado con Ouzo.

Un poco de historia de la Acrópolis
A pesar de que los primeros vestigios encontrados en la Acrópolis de Atenas datan de la época micénica, la forma actual y gran parte de las edificaciones que hoy en día pueden admirarse datan de la época de Pericles, entorno a los años 499 a.C a 429 a.C. En esta época se reconstruyó la Acrópolis tras la destrucción que provocaron las tropas persas de Jerjes I. El Erecteion o el Partenón datan de estos años.
El siguiente gran evento que desgraciadamente marcó su aspecto actual fue el asedio de Atenas por parte de los venecianos en el año 1687. Por esas fechas la ciudad estaba en manos de los otomanos que convirtieron algunos de los edificios de la Acrópolis en un polvorín. Los venecianos la bombardearon y causaron grandes daños. De ese bombardeo viene la destrucción del Partenón tal cual se ve hoy.

Qué ver en la Acrópolis de Atenas
Entre las numerosas cosas que se pueden ver en la Acrópolis de Atenas los edificios que más destacaría son los siguientes:
Teatro de Dionisio
Cuando accedas a la acrópolis por la ladera sur, con lo primero que te encontrarás es con el teatro de Dionisio (del siglo IV a.C.). Es uno de los teatros más antiguos que se conservan. En su época se juntaban más de 17.000 espectadores para ver las obras de grandes maestros griegos como Sófocles o Eurípides.
Odeón de Herodes Ático
Una vez que salgas del teatro atravesarás el templo de Asclepio y la columnata del rey Eumenes II. Después de eso habrás llegado al Odeón de Herodes Ático: otro teatro, del siglo II, con una acústica impresionante en el que actualmente se celebran conciertos de ópera y música clásica.
El Partenón
Si subes a la cima de la Acrópolis te toparás con el Partenón. Este monumento es el más emblemático de la ciudad. Hoy en día está en pleno proceso de restauración. Como dato: se empezó a construir en al año 447 a.C. Es el edificio más importante de los que hay que ver en la Acrópolis de Atenas.
El templo del Erecteion
Frente al Partenón se encuentra el templo del Erecteion, el templo más sagrado. En él destacan las cinco cariátides (las cinco columnas en forma de cuerpos femeninos). Se dice que es el lugar más sagrado ya que, en teoría, en ese lugar se enfrentaron los dioses Poseidón y Atenea por el control de la ciudad. Las cariátides originales se encuentran en el Museo de la Acrópolis.
El templo de Atenea Niké
Este templo podrás encontrarlo en la parte occidental de la Acrópolis. Como su nombre bien indica está dedicado a la diosa Atenea, como símbolo de agradecimiento por el éxito que se tuvo durante la guerra contra los persas. Es un templo que se construyó para celebrar ceremonias al aire libre y que ha sido fielmente restaurado.

El museo de la Acrópolis
Es uno de los museos más importantes de Atenas. Tiene una colección fantástica de piezas de la Grecia antigua, y se enfoca principalmente a la Acrópolis y los restos que proceden de ella. En el museo hay diversas exposiciones de monedas, esculturas, frisos del Partenón y cosas así.
Además de exponerse objetos de uso cotidiano de casas, talleres o santuarios hay varias galerías especializadas como la galería arcaica, la galería del Partenón, una parte dedicada a la exposición de los frisos y las cariátides originales, y otra parte en la que se recogen estatuas, relieves y restos que corresponden a fechas comprendidas entre el siglo V a.C al siglo V d.C.
La visita del museo de la Acrópolis es una de esas cosas que hay que hacer en Atenas que siempre se recomienda, y la verdad es que su visita vale la pena.
Sin embargo si vas con el tiempo ajustado, no tienes tiempo de visitar varios museos, y sólo tienes planeado visitar uno de los museos de Atenas, te recomiendo el Museo Nacional Arqueológico. Es el más importante y más espectacular que el Museo de la Acrópolis.
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