
¿Tienes planeado un viaje a la capital griega? Estas son mis propuestas de las cosas que hay que hacer en Atenas imprescindibles. Toma buena nota y no te perderás nada de lo más importante. Tu visita te saldrá perfecta.
Para ponernos en contexto, Atenas es una de las ciudades más importantes de la historia de las civilizaciones, pues aquí surgieron las grandes artes y la democracia en el siglo I a.C.
Sus calles, rebosantes de historia, conservan numerosos restos arqueológicos y valiosas construcciones clásicas, que la convierten en un auténtico museo al aire libre y en un referente de la Antigüedad.
Cosas para ver, desde luego no te van a faltar. Sin embargo, esta ciudad no va solo de patrimonio histórico. Atenas te ofrece un buen número de actividades, tiene un ambiente muy auténtico y vibrante, y es una ciudad francamente divertida tanto de día como de noche.
Los planes imprescindibles que hacer en Atenas
1. Apúntate a un free tour por Atenas
No hay nada mejor que empezar, o complementar, tu visita con un free tour que te lleve por los lugares más emblemáticos de la capital griega. Las explicaciones del guía te permitirán conocer de una forma amena más sobre su historia y su idiosincrasia.
Lo mejor de todo es que estas visitas guiadas son gratuitas, únicamente debes aportar una pequeña propina para el guía si su trabajo te gustó. Todavía no ha habido free tour que me haya decepcionado y el de Atenas seguro que te dejará buen sabor de boca.
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2. Visita la Acrópolis, un imprescindible que hay que hacer en Atenas
No se puede viajar a Atenas y no visitar la Acrópolis. Este conjunto monumental es el principal reclamo turístico de la ciudad.
Construido en el siglo V a.C., domina lo alto de una colina de más 150 metros de altura, por lo que es visible desde casi cualquier punto de la capital helena. Fue la antigua ciudad alta y sirvió para defenderse frente a posibles ataques enemigos, así como para la celebración de cultos religiosos.
Ha sido objeto de varios ataques y saqueada varias veces, pero el gobierno griego restauró sus restos. Gracias a ello, conserva construcciones de un valor cultural incalculable, entre los que se incluyen algunos de los más simbólicos de la Grecia clásica.
Entre las cosas que podrás visitar en la Acrópolis se puede destacar el Partenón, el templo de Atenea Niké, el Erecteion, el Teatro de Dionisios, o el Odeón de Herodes Ático
La Acrópolis es, sin duda, la joya más valiosa de Atenas y un imprescindible que ver en Atenas. Planea dedicarle entre 3 y 4 horas como mínimo. Puedes hacer la visita con un tour guiado o simplemente comprando la entrada y visitarla a tu aire.
3. Visita el Ágora Antigua

Otra de las visitas imprescindibles que hay que hacer en Atenas es el Ágora Antigua, que encontrarás al noroeste de la Acrópolis.
Fue el centro sociopolítico y comercial de Atenas durante la Antigüedad. Así que ha sido testigo de numerosos acontecimientos como intensos debates políticos, tradicionales actuaciones teatrales, festejos religiosos e incluso competiciones atléticas.
Está conformado por tres áreas. La del gobierno era el lugar en el que los atenienses se reunían para tomar decisiones sobre los asuntos políticos de la ciudad. Alberga importantes edificios como el Bouleuterion o Casa del Consejo y el Tholos, la sede central del Consejo.
En el recinto sagrado se encontraban los templos levantados en honor de los dioses olímpicos, siendo especialmente destacados el de Hefesto, cuya estructura trae a la mente el Partenón, y el de Ares.
Por último, el mercado era el espacio donde se realizaban todo tipo de intercambios y transacciones comerciales.
Aquí también se encontraba la Estoá Pikiliun, donde se enseñaban todas las filosofías relacionadas con Zenón de Citio, y célebres monumentos como el de los Héroes Epónimos, que conmemora a los héroes de las diez tribus.
Mención especial merece la Stoa de Átalo, un regalo del rey de Pérgamo en el 150 a.C. Fue el centro comercial, pero hoy acoge el museo del Ágora Antigua.
Alberga piezas de gran valor histórico del Neolítico, la Edad de Bronce o del Hierro halladas en las excavaciones. Además, regala maravillosas vistas a la Acrópolis y el Ágora.
Aunque muchas construcciones no se conservan en las mejores condiciones, seguro que te gustará la visita al Ágora Antigua.
4. Viaja a la Grecia clásica en el Museo de la Acrópolis
Este museo se encuentra en la falda de la colina de acceso a la Acrópolis y expone los restos arqueológicos hallados en ella. Aunque lo interesante está en su interior, su exterior exige detenerse.
Luce una arquitectura contemporánea y está conformado por una estructura de cristal, hormigón y acero, cuya distribución está pensada para sacar el máximo partido a la luz natural.
La entrada está formada por un suelo de cristal para ver los restos arqueológicos de una parte de la ciudad antigua de Atenas.
Las obras más buscadas son las cariátides originales que sustentaban el Erecteion, el busto de Alejandro Magno, la lechuza de mármol, el Moscóforo y las korés.
La planta baja contiene los hallazgos encontrados en la ladera de la Acrópolis. Aunque el detalle original es su suelo inclinado, que simboliza el camino que se hacía para llegar a ella.
La visita se puede hacer perfectamente por libre aunque también hay visitas guiadas, algunas de las cuales combinan una visita por la ciudad más el Museo de la Acrópolis.
5. Relájate en el Jardín Nacional de Atenas
Ubicado justo detrás del Parlamento griego, es el pulmón verde más importante de la capital griega y una parada que hacer en Atenas de lo más recomendable para descansar de tanta historia y monumentalidad.
En sus más de 160.000 metros cuadrados conviven más de 500 especies de árboles y plantas diferentes, entre las que se cuelan bonitos estanques, que son el hogar de numerosas aves acuáticas, un pequeño jardín botánico e incluso un zoo, cuya visita se perfila como un excelente plan si viajas en familia.
También conservan algunos restos arqueológicos, como capiteles corintios o mosaicos, y bonitos bustos como el de Dionisos Solomos, creador del himno de Grecia, o Ioannis Kapodistrias, el primer gobernador griego.
6. Pasea por la plaza Monastiraki

Esta plaza, que preside el barrio del mismo nombre, es una de las más importantes y transitadas de la capital griega. Da acceso a los barrios de Plaka, que es la zona vieja de la ciudad, y Psiri, una de las zonas de bares y restaurantes más populares.
Debe su nombre a la preciosa iglesia bizantina de Pantanassa que la preside, que es una de las más antiguas de Atenas. Aquí también se encuentra la mezquita otomana de Tzisdaraki, que actualmente es una de las sedes del Museo de Arte Popular Griego.
Bajo los soportales que la rodean abren sus puertas numerosas cafeterías, donde puedes sentarte a tomar un frappé o un típico café griego -ellinikós kafés-, que hacen sin filtrar y sirven acompañado de un vaso de agua, como los turcos.
Y, si miras hacia arriba, verás la Acrópolis. Así que la estampa es inmejorable.
7. Prueba los sabores griegos
La cocina griega goza de una gran reputación gracias a la peculiaridad de sus sabores, que son el resultado de la influencia de las culturas que la han habitado y los países vecinos.
En ella toman el protagonismo los productos mediterráneos, las especias y el aceite de oliva griego.
Entre sus platos más tradicionales se encuentran el tzatziki, salsa de yogur con ajo y pepino; la moussaka, lasaña de berenjena y tomate con carne picada de cordero; el souvlaki, brocheta de carne o pescado a la plancha; y el gyros, un pan de pita relleno de cordero o pollo y salsa.
De postre: loukoumi, elaborado a base de almidón y azúcar, o koulouris, que es la rosquilla típica griega.
Si te apetece beber algo típico, prueba el Ouzo, un licor dulce hecho a base de anís y uvas maduras, que desprende un intenso aroma a regaliz.
Están en la carta de cualquier restaurante. Una buena zona para comer o cenar en restaurantes típicos es el encantador barrio de Plaka. Allí se encuentran muchos de esos restaurantes con terrazas en calles escalonadas que salen en muchas fotos.
Curiosamente, y digo curiosamente porque reconozco que nunca he contratado este tipo de tours, hay tours gastronómicos por Atenas que te llevan por varios mercados de la ciudad y te dan a degustar las especialidades típicas.
8. La plaza Sintagma, el corazón de la Atenas actual
A la plaza Sintagma, ubicada en el centro de la ciudad, también se la conoce como la plaza de la Constitución por ser el lugar en el que los atenienses reclamaron al rey Otón de Grecia que aceptara la Constitución de 1843.
Está rodeada de preciosas construcciones como el lujoso Hotel Grand Bretagne, que destaca por su preciosa fachada neoclásica y por ser el lugar escogido por importantes personalidades políticas para alojarse.
No obstante, las más representativas son el Parlamento o Vouli y la Tumba del Soldado Desconocido, que siempre está custodiada por dos evzones de la Guardia Presidencial vestidos con peculiares uniformes tradicionales.
9. Presenciar el cambio de guardia, una actividad popular que hacer en Atenas
Atenas también tiene su popular cambio de guardia. Se produce en la Plaza Syntagma en la tumba del soldado desconocido. Esta tumba está custodiada por dos evzones, militares de élite vestidos con sus curiosos uniformes tradicionales.
El cambio de guardia se produce cada hora en punto. Los domingos a las 11h tiene lugar un cambio de guardia más especial y solemne. Si tu visita coincide en domingo intenta estar en la zona a eso de las 10 45 para situarte bien y no perderte detalle.
¿No tienes claro en qué zona alojarte? Lee este post: Dónde dormir en Atenas: Las mejores zonas
10. Piérdete por Plaka, un barrio encantador que hay que ver en Atenas
A este barrio, al que se accede por la puerta de Adriano, también se le conoce como el «barrio de los dioses» por estar situado a los pies de la parte oriental de la Acrópolis.
Además, ostenta el honor de ser el más antiguo del callejero ateniense y es uno de los más animados y con más encanto de la capital helena.
Está conformado por un entramado de placitas y callejuelas estrechas y adoquinadas, en las que perviven, a pesar del turismo, la esencia de barrio de siempre y antiguas casas neoclásicas del siglo XIX.
Aquí abren sus puertas muchas tabernas típicas, que son un lugar de referencia para saborear la cocina griega tradicional, en especial el tzatziki y los meze, que, salvando las distancias, podría decirse que son el equivalente de las tapas españolas.
Suelen montar las mesas, vestidas con coquetos manteles de cuadros, en las terrazas y poner música tradicional griega.
También hay muchas tiendas de souvenirs y puestos ambulantes con productos y objetos típicos griegos como estatuas de dioses en yeso, libros de mitología griega, bisutería, amuletos contra el mal de ojo como el mati, típico vino Retsina, licores e incluso hojaldres rellenos de frutos secos y miel.
11. Sumérgete en los orígenes de la Grecia antigua en el museo Arqueológico Nacional

Ocupa el interior de un precioso edificio neoclásico, al que se accede por la céntrica avenida Patission. Se creó a finales del siglo XI y ostenta el honor de ser el museo más grande de Grecia en su categoría y uno de los más importantes del mundo sobre la Grecia antigua.
Se trata de un museo de tamaño mediano muy especializado en su temática. A pesar de ello, no tiene la espectacularidad de otros grandes museos de historia o arqueológicos como el Museo Británcio, su visita vale mucho la pena.
Las dos plantas que lo conforman exponen colecciones ordenadas cronológicamente en cinco temáticas: Prehistoria, esculturas, cerámicas, bronce y las colecciones egipcias y del Próximo Oriente. Es decir, representan a todas las culturas que florecieron en el país.
De las más de 2.000 piezas que lo integran, la más buscada es la máscara de Agamenón, que está fabricada en oro y data del siglo XVII a.C., época micénica.
No obstante, también hay otras de gran valor como Kouros de Volomandra, con influencias del arte egipcio, la escultura El niño de Maratón, que fue hallada bajo el mar, La estela de despedida y las gigantescas esculturas en bronce de Poseidón y Zeus.
Además, tiene una interesante colección de fotografías y organiza exposiciones temporales temáticas, que lo convierten en uno de los más completos del mundo y, por lo tanto, en un lugar imprescindible que ver en Atenas.
12. Visita el estadio Panatenaico, la sede de los primeros Juegos Olímpicos modernos
Este estadio, que está en las proximidades de la plaza Sintagma, tiene una gran relevancia histórica, pues fue la sede de los primeros Juegos Olímpicos de nuestra era, que tuvieron lugar en 1896.
Además, ha sido testigo de un sinfín de acontecimientos deportivos como, por ejemplo, la Eurocopa de fútbol de Portugal de 2004.
Pero su historia comienza en el 330 a.C., cuando abrió sus puertas al público para acoger las competiciones que tenían lugar durante las Panateneas, una de las fiestas religiosas más importantes de la Atenas antigua que se hacían anualmente en honor de Atenea, la diosa protectora de la ciudad.
Cada cuatro años adquirían más importancia con la celebración de las Grandes Panateneas, que reunía a grandes deportistas para competir en las disciplinas más prestigiosas como el atletismo, las carreras de cuadrigas o la lucha.
La visita por el Kalimarmaro, así también llamado porque está construido en mármol, incluye un paseo por las gigantescas gradas, el campo e incluso puedes subirte al pódium para ponerte en el papel de los vencedores.
Si no quieres pagar la entrada, puedes simplemente verlo y fotografiarlo desde fuera.
13. Adéntrate en la historia musical de Atenas en el museo de Instrumentos Populares Griegos
Este museo, ubicado en el encantador barrio de Plaka, al lado de la Torre de los Vientos, es un lugar que ver en Atenas de lo más recomendable para los viajeros más inquietos e interesados en la cultura musical.
En sus tres plantas se exponen más de mil instrumentos musicales antiguos, algunos de ellos sumamente curiosos como las flautas de caña forradas con piel de serpiente o las que hacían los pastores con piel de cabra e incluso baglamas con cajas de resonancia hechas con caparazones de tortugas.
Lo que hace mucho más interesante la visita es que las piezas están ordenadas en función del sonido que emiten. Además, se puede escuchar a través de los auriculares que posee cada uno y saber el tipo de música que se toca con ellos.
Si te quedas con ganas de más música tradicional o de llevarte un recuerdo de la visita, puedes pasarte por la tienda que hay en el interior. Encontrarás muchas propuestas: discos de música griega tradicional, libros de música, instrumentos musicales de lo más peculiares…
14. Shopping en la calle Ermou
Se extiende desde la céntrica plaza Sintagma hasta el barrio de Monastiraki, en el casco antiguo, y es la principal zona comercial de la capital griega. Así que si en tu lista de cosas que hacer en Atenas está ir de compras, esta calle es el lugar.
Aquí hay multitud de tiendas de moda y centros comerciales por lo que siempre está muy concurrida, especialmente durante las rebajas.
Se alternan con un buen número de puestos de comida y cafeterías con terrazas al aire libre donde puedes relajarte entre compra y compra.
Si buscas objetos o souvenirs de tinte religioso, puedes acercarte hasta la calle Mitropoleos, que se encuentra justo detrás.
En ella hay muchas tiendas de arte religioso y de objetos relacionados con el culto ortodoxo, que es el mayoritario en Grecia. Como atractivo extra, está muy cerca del mercado de Monastiraki.
15. Date un homenaje de pescadito y marisco en el Puerto del Pireo

Se ubica a unos ocho kilómetros de la capital griega y se accede a través de la avenida Syngrou y la Avenida Pireos. Está considerado el puerto de Atenas a pesar de que es una población independiente.
Además, es uno de los más grandes de Europa y el más importante de Grecia. Así que, con tales méritos, su visita es una de las cosas que hacer en Atenas de lo más recomendables.
Constituye el punto de entrada y salida a Grecia y los cruceros por las islas que la componen y el Egeo. Pero su peculiaridad estriba en que está conformado por tres bahías naturales.
Desde el punto de vista turístico, las más interesantes son Zea, donde atracan las embarcaciones más lujosas y la dirección de referencia para disfrutar de la animación nocturna, y Mikrolimano, plagado de restaurantes de pescado fresco.
16. El Ágora romana, el testigo del paso de los romanos por Atenas
El Ágora romana, a la que también se la denomina Foro romano, se encuentra en el barrio de Plaka, muy próxima al Ágora Antigua y la Acrópolis. Se construyó durante el mandato de Augusto, si bien es cierto que el emperador Adriano la amplió posteriormente.
Tras la invasión del pueblo germánico de los hérulos, se convirtió en el epicentro de la vida política, social y comercial en la Antigüedad, sustituyendo en dichas funciones al Ágora Antigua.
Estaba conformada por un conjunto de edificios y comercios y las letrinas públicas. Muchos de ellos han desaparecido, pero se conservan algunas columnas de mármol que conformaban el patio, una parte de las letrinas y la torre de los Vientos.
Esta última estaba construida con mármol del monte Pentélico y fue reloj público y brújula, pues cada una de sus caras representa un punto cardinal.
Otro de los edificios destacados es la biblioteca de Adriano. Se construyó en el año 132 d.C. para guardar los numerosos libros que había acopiado el emperador. En su origen estaba rodeada por cien columnas corintias, de ahí que también se la conozca con el sobrenombre de «la biblioteca de las cien columnas».
Aunque no se conserva en su totalidad, los restos que quedan en pie permiten hacerse una idea de la grandiosidad de este edificio y la relevancia que tuvo durante la época.
17. Visita la catedral de Atenas
Conocida por los atenienses como Mitropoli, se ubica en la calle Mitropoleos, entre las plazas Sintagma y Monastiraki. Es uno de los edificios que ver en Atenas si quieres conocer el lugar donde se casaron los reyes eméritos don Juan Carlos y doña Sofía.
Aunque su arquitectura también es una buena razón para visitarla a pesar de que está en continua remodelación tras los daños que le ocasionó el terremoto de 1999.
Su exterior luce un estilo greco-bizantino, en el que llama la atención la entrada formada por columnas corintias, jalonadas por dos campanarios gemelos. En el interior, guarda preciosos frescos de origen bizantino.
18. Sumérgete en el arte griego contemporáneo en la Galería Nacional
También conocida como museo Alexandros Soutzos, es la pinacoteca más importante del país, pues contiene una colección de más de 16.000 piezas de arte griego y europeo de los siglos XIX y XX.
Entre estas últimas destacan las obras de El Greco, Delacroix, Picasso o Matisse. No obstante, la mayoría pertenecen a artistas griegos contemporáneos como Thanassis Makrís, Volanakis o Theófilos Hadjimiháil.
Es muy sencillo de visitar, ya que las colecciones están expuestas en orden cronológico, permitiendo al visitante tener una idea lineal y de lo más completa.
Aunque no está a la altura de otros homólogos como El Prado, su visita es totalmente recomendable.
19. Encuentra las mejores gangas en el mercado de pulgas de Monastiraki

Abre sus puertas en el barrio de Monastiraki, extendiéndose desde la plaza homónima hasta Psíri. Las siete calles que lo conforman están llenas de tiendas de todos los tipos: antigüedades, juguetes, sombreros, botellas, moda, calzado…
Pero también es la dirección de referencia para encontrar objetos de coleccionista como monedas, sellos, armas de la Segunda Guerra Mundial, obras de arte…
Sin duda, pasearte por aquí es una de las cosas que hacer en Atenas si quieres comprar recuerdos curiosos o completar tu colección particular.
Está abierto todos los días, pero es el domingo cuando está más concurrido. A las habituales tiendas de la zona se le unen también vendedores ambulantes.
20. Contempla Atenas a vista de pájaro desde Filopappos
Esta colina, a la que los atenienses la llaman «la colina de las musas», es una de las más altas de Atenas con 147 metros de altura.
Es una ubicación inmejorable para llevarse las mejores fotos a casa y contemplar una panorámica de lo más completa de la capital y la Acrópolis, que además incluye el Pireo y las islas del golfo Sarónico.
La cumbre, a la que se accede por un sendero de dificultad fácil resguardado por vegetación, está coronada con el monumento funerario a Filopapo, que fue un cónsul romano.
Desafortunadamente, solo queda en pie una parte de la fachada y detalles ornamentales como los frisos y las estatuas, pero permite hacerse una idea de cómo era en realidad.
En la colina también se encuentra la prisión en la que Sócrates, uno de los filósofos más importantes en el pensamiento de la Grecia antigua, donde fue encarcelado y posteriormente murió (o al menos eso es lo que se cree).
Está conformada por habitáculos excavados en la roca y sellados por rejas, los cuales permiten hacerse una idea de cómo pasó sus últimos días este filósofo clave para la filosofía occidental.
Cerca se levanta la iglesia bizantina de Agios Dimitrios Loumbardiaris, cuyo interior está adornado con preciosos frescos. La leyenda que se ha creado en torno a este templo es de lo más curiosa.
Según esta, los cristianos la eligieron para refugiarse del ataque de los turcos. Cuando parecía que iban a ser derrotados, un rayo destruyó el cañón de los enemigos, lo que otorgó la victoria a los cristianos.
21. Explora el corazón moderno de Atenas en Kolonaki
El barrio de Kolonaki, así llamado por una antigua columna que preside su plaza central, ocupa el espacio comprendido entre la plaza Sintagma y el monte Licabeto; el centro moderno.
Es uno de los más elegantes del callejero ateniense, puesto que la mayor parte de los edificios que lo integran son de arquitectura modernista o neoclásica y pertenecen a las clases más pudientes de la sociedad ateniense.
Se alternan con numerosos espacios verdes, elegantes cafeterías y refinados restaurantes, que se concentran especialmente en la plaza Philikis Eterias.
También hay numerosas tiendas y boutiques con moda de diseñadores griegos y otras marcas de lujo. Aunque tu presupuesto no te alcance, siempre puedes dar un paseo y curiosear.
Otro punto interesante de la zona es su animada vida nocturna, más chic y exclusiva que la de otras zonas como Gazi o Psiri. Una de las direcciones de referencia es la plaza Dexameni, ya que concentra numerosos bares e incluso un cine al aire libre.
Como atractivo extra, en el barrio hay varios museos muy interesantes como el de Arte Cicládico o el Benaki.
22. Conoce más detalles sobre la historia de Grecia en el museo Benaki
Este museo, que se encuentra en pleno centro de Atenas, en frente del Parque Nacional, se perfila una visita de lo más interesante para quienes quieran profundizar en la cultura e historia griegas. Es, de hecho, uno de los museos de Atenas más importantes.
La colección incluye más de 45.000 objetos, todos ellos acopiados por el comerciante que da nombre al museo, que se exponen en 40 salas.
Abarcan desde el 3000 a.C. hasta comienzos del siglo XX e incluye piezas bizantinas, joyas y tallas de madera e incluso trajes regionales.
Entre los elementos más curiosos y buscados están un escritorio que era propiedad de Lord Byron y la sala Kozani, que muestra una reproducción de un salón del siglo XVIII.
23. Descubre la iglesia de Kapnikarea

Se encuentra justo en la mitad de la calle Ermou y es una de las joyas arquitectónicas de Atenas, cuya popularidad se ve ensombrecida por el resto de construcciones y los restos clásicos.
No solo es una de las más antiguas de la capital helena, si bien es cierto que la fecha de su construcción no se sabe con exactitud, sino que también constituye uno de los máximos exponentes de la arquitectura bizantina en Atenas.
Su interior guarda preciosos frescos creados por Fotis Kontoglou a mediados del siglo XX.
24. Puesta de sol en el Cabo Sunión
El Cabo Sunión es uno de los sitios donde podrás disfrutar de las mejores puestas de sol de Grecia. A la magia de la puesta de sol se le une la estampa de los restos del Templo de Poseidón.
Construido en el año 444 a.C. sobre un acantilado de más de 60 metros, sus restos suponen una de las imágenes más utilizadas en las guías de viaje del país.
Es uno de esos puntos que deben figurar en cualquier itinerario por Grecia. Así que si dispones de tiempo suficiente intenta visitarlo. Puedes ir en coche o autobús, el trayecto por carretera lleva en torno a 1 hora, por tu cuenta o contratar una excursión organizada.
25. Sube al monte Licabeto, otra cosa que hacer en Atenas para disfrutar de buenas vistas
Filipapos es posiblemente la colina panorámica más popular de Atenas, especialmente recomendable para contemplar la Acrópolis. Pero hay otras que merecen una visita como Licabeto, que ostenta el honor de ser la más alta de la ciudad con 277 metros.
Preside el barrio de Kolonaki y su origen está ligado a la mitología griega. Según esta, la diosa Atenea quería que la Acrópolis estuviera lo más cerca posible del cielo. Así que decidió colocar una enorme roca de 278 metros en la base de la Acrópolis.
Sin embargo, durante el viaje, se le cayó accidentalmente, originando el monte Licabeto.
Al margen de esta particular historia mitológica, el monte, al que puedes subir en funicular o andando (aunque el trayecto es un poco largo y cuesta arriba) permite disfrutar de una magnífica panorámica de Atenas, especialmente al caer el sol, en la que toma el protagonismo la Acrópolis.
En la cima también hay algunas construcciones de interés como la capilla de San Jorge, que destaca por el blanco inmaculado que luce su fachada, y un teatro, cuya cartelera adquiere más relevancia durante el festival de verano.
A estas se suman varios restaurantes y cafeterías, ideales para tomar algo o comer con privilegiadas vistas.
26. Llévate esos recuerdos especiales en la calle Adrinaou
Adrinaou es una de las calles comerciales más conocidas de Atenas. Es una larga calle que discurre por el barrio de Plaka en las faldas de la Acrópolis ideal para hacer tus compras de souvenirs.
Está plagada de tiendecitas que venden recuerdos y artesanías muy chulas, joyerías, bares y restaurantes que le dan un ambiente muy animado.
27. Callejea por Anafiotika, el barrio más pintoresco de Atenas
Se encuentra dentro del popular barrio de Plaka y más que un barrio de Atenas parece un pueblo del Egeo. La razón estriba en que está conformado por un laberinto de callejuelas estrechas, empinadas y adoquinadas, que discurren por las laderas del Acrópolis.
A un lado y a otro, se levantan casas con arquitectura típica de las Cícladas: blancas, coronadas con tejados de terracota y adornadas con macetas y flores. Esto y la tranquilidad que destila lo han convertido en uno de los barrios más concurridos por los viajeros.
28. Recorre Kerameikos, la necrópolis más grande de Grecia
La necrópolis de Kerameikos está en el barrio del mismo nombre, al que también se le conoce como el barrio de la cerámica, pues, durante la Antigüedad, concentraba los talleres de los alfareros.
Fue creada en el siglo XI a.C. y su interés e importancia estriba en que no es un campo santo más, sino que es la mayor necrópolis de Grecia y, por lo tanto, de Atenas.
No se conserva en su totalidad, únicamente quedan los restos de algunas sepulturas y lápidas, que permiten hacerse una idea de cómo era realmente.
Las más impresionantes de dicha necrópolis, a la que se accedía por la puertas de Dipilón o Sacra, se encuentran en la Avenida de las Tumbas, lugar destinado a las clases sociales adineradas.
No obstante, si la visita ha despertado tu curiosidad y quieres ver más elementos relacionados, tienes la oportunidad de hacerlo en el museo Arqueológico donde se exponen con información detallada.
29. Acude a un espectáculo en el Odeón de Herodes Ático, el teatro más impresionante de la Grecia clásica
Este teatro, que se levanta junto al de Dioniso, en la ladera sur del Acrópolis, es uno de los más espectaculares de cuantos se conservan en la capital helena, a pesar de que es más pequeño que su vecino.
Se construyó en el año 161 d.C. para acoger audiciones musicales y funcionó hasta que los hérulos ocuparon la ciudad en el 267 d.C.
Su estado de conservación es excelente y luce un estado similar al original. Conserva los mosaicos que decoraban el suelo, los más de 5.000 asientos y los muros revestidos de mármol blanco.
Lamentablemente ha perdido el elemento que lo diferenciaba del resto: el techo de madera de cedro que lo cubría.
Actualmente, se usa para la celebración de actuaciones y espectáculos musicales y teatrales, y muchos acontecimientos significativos de la agenda cultural ateniense como el Festival de Atenas, uno de los más relevantes de Grecia.
30. Alucina con las dimensiones del templo de Zeus Olímpico

También conocido como Olimpeion, se yergue a unos quinientos metros de la Acrópolis y a unos setecientos de la céntrica plaza Sintagma. Su construcción comenzó en el siglo VI a.C. y se concluyó en el II a.C., durante el reinado de Adriano.
Actualmente solo se conservan unos pocos restos, pues un terremoto acaecido durante la Edad Media lo destruyó parcialmente.
Sin embargo, los restos que quedan en pie permiten ver su grandiosidad. Medía 18 metros de altura, 96 de largo y 40 de ancho, lo que lo convirtió en el templo más grande de las épocas helenística y romana.
Estaba rodeado por un centenar de columnas con capiteles dóricos, de las que únicamente se conservan quince. Sin embargo, permiten hacernos una idea de su importancia y el colosal tamaño que tenía.
En una de las esquinas, se encuentra la Puerta de Adriano. Se trata de un gigantesco arco de mármol de 18 metros de altura que separaba la ciudad antigua (ciudad de Teseo) de la ciudad moderna (ciudad de Adriano).
31. Explora Psíri, el barrio hipster de Atenas
Ubicado en el centro de Atenas, muy cerca de Monastiraki, es uno de los barrios que están más de moda para salir a cenar o tomar una copa.
En sus calles abren sus puertas numerosas galerías de arte, tiendas de moda vintage, empresas de carácter innovador, talleres de artesanía, ateliers de diseñadores, así como numerosos cafés de diseño, bares y restaurantes.
Todo esto junto con el ambiente bohemio y alternativo que reina, lo convierten en una de las direcciones de referencia para alternar o saborear gastronomía tradicional.
Además, muchas construcciones están decoradas con arte urbano, especialmente las que bordean la plaza de los Héroes, que lucen enormes murales. Si buscas experiencias diferentes, anótalo en el listado de cosas que hacer en Atenas.
32. Compra productos locales en el mercado central
El mercado central, cuyos nombres en griego son Dimotiky o Kentriki Agora, se localiza entre las calles Mitropoleos y Athinas. Es el más importante y el más transitado, pues a él acuden 30.000 personas cada día a llenar la cesta de la compra de productos locales.
Visitar este espacio, que está dentro de un precioso edificio neoclásico, es una de las cosas que hacer en Atenas para quienes quieran sumergirse en el vida cotidiana de los locales o comprar productos típicos como queso feta, aceitunas de kalamata, licor Ouzo o yogur.
33. Sumérgete en el pasado de las Cícladas en el museo de Arte Cicládico
Este museo, uno de los más importantes e interesantes de Atenas, custodia una colección de más de 3.000 objetos con una antigüedad de 5.000 años procedentes de las Cícladas, la antigua Grecia y Chipre, distribuidos en cuatro plantas.
Las piezas más destacadas del museo son la colección de figurillas y el lécito funerario, una vasija funeraria cuyos dibujos representan una pelea.
34. Recorre la calle Evripidou
Esta calle, que discurre por el centro de Atenas, es una de las más curiosas y sorprendentes para los sentidos. Está repleta de puestos de especias de todas las clases inimaginables (canela, nuez moscada, bukovo, pimienta…) que le dan un marcado aire oriental.
Se alternan con puestos de infusiones, frutos secos y escarchados o hierbas medicinales, creando una mezcla de aromas muy embriagadora.
35. Haz una excursión a Delfos
Desde Atenas se pueden hacer varias excursiones de un día muy interesantes. Una de las más populares es la de Delfos. Declarada Patrimonio de la Humanidad, es una de las ciudades más famosas de la Grecia Antigua y un destino que suele figurar en todos los itinerarios por Grecia.
Paseando por sus ruinas podrás visitar monumentos tan conocidos como el Templo de Apolo, el teatro con una capacidad para albergar a 5000 personas, o el estadio. También vale la pena visitar el Museo Arqueológico.
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