
Icod de los Vinos es uno de los pueblos que vale la pena visitar en Tenerife. Y para que no te pierdas nada en tu visita, en este artículo te recomiendo las mejores cosas que hacer en Icod de los Vinos.
Este pueblo está situado en la parte norte de la isla. Sus orígenes datan de 1496, y los viñedos han sido parte importante de su economía desde hace siglos.
El municipio está formado por bosques de pinos en las laderas superiores y de un rico y fértil suelo volcánico en los valles, con condiciones ideales para el crecimiento de las palmeras locales, la flora y el cultivo de viñedos y plataneras.
Icod de los Vinos es un típico pueblecito canario donde el tiempo no corre. Sus estrechas calles empedradas que serpentean por el pueblo, sus iglesias, y sus balcones de madera y sus cestas con plantas coloridas que alegran casas y comercios, conforman un pequeño y bonito casco histórico que vale la pena visitar.
Sin embargo, por lo que es realmente conocido, es por su Drago milenario. Este árbol es el auténtico símbolo del pueblo, y uno de los más reconocibles de la isla.
El pueblo realmente se visita en un 2 o 3 horas si te circunscribes a lo más emblemático, y su visita combina muy bien con un itinerario en el que incluyas otros pueblos como la Orotava o Garachico.
Antes de entrar en materia sobre los mejores planes que hacer en Icod de los vinos, déjame recomendarte que si llegas en coche aparques en el parking del Drago, situado justo al lado de la entrada al Parque del Drago.
El parking es muy barato y te ahorrarás el dolor de cabeza de intentar aparcar en la calle. Por una parte es algo complicado encontrar aparcamiento libre, y por otro el pueblo tiene mucha cuesta empinada que dificulta aparcar.
Quítate de dolores de cabeza y aparca ahí. Estarás en pleno centro, listo para empezar a explorar el pueblo.
Qué hacer en Icod de los Vinos: los 15 mejores planes
1. Únete a un Free tour para conocer el pueblo
Unirte a un free tour es ideal para conocer acerca de la historia y de los puntos de interés de Icod de los Vinos. Un guía en español te llevará por un recorrido por el casco histórico que incluirá los principales atractivos turísticos del pueblo.
Entre los lugares por los que pasarás se encuentra la Iglesia de San Marcos, el exconvento de San Francisco, la Casa Museo Emeterio Gutiérrez Albelo, la casa del Inquisidor, la plaza de la Pila, la Calle de San Agustín, o el Drago Milenario entre otros.
El tour como su nombre indica es gratuito. Únicamente tendrás que aportar una propina voluntaria para el guía si su trabajo te gustó al final del tour.
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2. La Plaza y la Iglesia San Marcos

Situado junto al Parque del Drago y compartiendo espacio con el Parque Andrés Lorenzo Cáceres data del siglo XVI y es una plaza bordeada por una mezcla de palmeras y laureles de Indias, que proporcionan la sombra necesaria para protegerse del caluroso sol.
La plaza se ha ido ampliando a lo largo de los siglos, y en el límite de la plaza se encuentra la Iglesia de San Marcos y un acogedor bar-cafetería con asientos al aire libre donde podrás descansar un rato.
El parque también ofrece excelentes vistas del drago desde su mirador y está cerca de muchas otras cosas que ver y hacer en Icod de los Vinos.
Sobre la Iglesia de San Marcos, la leyenda local dice que una estatua de San Marcos fue arrastrada hasta una playa local y, a principios del siglo XVI, se construyó una pequeña iglesia en su honor.
Dos siglos más tarde, la iglesia sufrió una importante reconstrucción que la convirtió en lo que vemos hoy. Blanca, con tres naves, portadas de piedra, y su característico campanario.
En su interior, la iglesia cuenta con un altar y una cruz de plata, esculturas, y varias pinturas que forman parte del pequeño museo de arte sacro que acoge la iglesia.
3. Convento de San Francisco, ahora una impresionante biblioteca municipal
Otro majestuoso edificio que ver en Icod de los Vinos es la biblioteca principal de la ciudad. Fundado en el siglo XVII como Convento de San Francisco, es uno de los pocos conventos que no sufrieron daños durante los frecuentes incendios que asolaban la zona.
Construido en estilo rococó portugués, su uso como edificio religioso terminó a principios del siglo XIX. A lo largo de los años, ha sido utilizado como escuela, teatro, cementerio, cuartel y finalmente como biblioteca municipal.
Con su bello interior de patio y balcones de madera típicos canarios, fue declarado Bien de Interés Cultural en 2002.
4. El Drago Milenario, el principal atractivo turístico de Icod de los Vinos

El viejo Drago Milenario de casi 20 metros de altura es uno de los símbolos de Tenerife. A pesar de su nombre, los estudios científicos han situado su edad entre 600 y 800 años. No son 1000 años, pero sí una respetable edad que lo convierte en el organismo vivo más viejo de la isla.
La especie, Dracaena Draco, es endémica sólo de los archipiélagos de Canarias, Azores y Madeira, y se dice que el árbol de Icod es el abuelo de todos. Fue declarado Monumento Nacional en 1917.
Para visitar el Drago Milenario hay que pagar la entrada de 5 euros al Parque del Drago. Si no quieres visitar el parque, no te preocupes, desde la plaza San Marcos, cruzando la calle, tienes un mirador excelente que te permitirá verlo perfectamente y sacarte esas fotos tan buscadas.
5. Parque del Drago, el hogar del Drago Milenario y otras especies endémicas
Visitar el Parque del Drago, además de permitirte ver de cerca el Drago Milenario, también te permitirá admirar otras especies vegetales endémicas de la isla.
El parque es muy reciente. Se creó a principios del siglo XXI para proteger el drago que, antes de su construcción, se erigía solitario en el centro de la ciudad.
La entrada cuesta 5 euros por adulto y la mitad para los niños.
6. Museo Malvasía, para conocer más acerca de la historia y la producción de la viticultura local
El Museo Malvasía trata sobre la centenaria historia de la viticultura local y los productos asociados que producen.
Inaugurado en 2010 y situado junto al Parque del Drago, el museo se propone ofrecer un recorrido lleno de sabores, aromas, historia y participación sensorial.
El museo organiza diversos actos, cursos y talleres a lo largo del año. Y, por supuesto, no hay que olvidar la degustación de vinos durante la visita.
En la tienda del museo también podrás comprar vinos y otros productos, como mermelada de ginebra y tónica, aceite de pepitas de uva e incluso crema antiarrugas.
7. Degusta vinos y productos típicos

Ya que estás en Icod de los Vinos prueba algunos de los productos típicos del pueblo. Hay varios sitios donde podrás hacer una degustación gratis de vinos y otros productos gastronómicos como por ejemplo la Casa de los Reyes.
Probarás vinos tradicionales autóctonos y otros más innovadores como los hechos a base de plátano, junto a otros productos como mojos, quesos, almogrote, miel de palma, marmeladas etc..
8. Cueva del Viento, una de las visitas más impresionantes pero con una carretera de acceso que da un poco de vértigo
La Cueva del Viento es uno de los grandes atractivos turísticos que hay que ver en Icod de los Vinos. Situada en las afueras del pueblo, la cueva se formó hace 27.000 años a partir de la actividad volcánica junto al Teide.
Para los interesados en la espeleología, con sus 18 kilómetros, es actualmente el quinto tubo de lava más largo del mundo, por detrás de los cuatro de Hawai. Digo actualmente, porque gran parte está aún por explorar.
Verás cascadas de lava, estalactitas de lava, terrazas laterales y lagos de lava. También se conocen 190 especies de fauna que viven en la oscuridad total. Quince de ellas son nuevas especies descubiertas en las cuevas.
Los precios de las entradas son: adultos visitantes 20 euros, residentes 10 euros, niños hasta 12 años 8,50 euros. No se admiten niños menores de cinco años.
Las entradas deben reservarse y pagarse por internet o en el centro de visitantes, y sólo se realizan visitas guiadas. La excursión parte del centro de visitantes de Icod de los Vinos, donde te equiparán con casco y linterna.
Se recomienda llevar buen calzado para caminar y pantalones largos, así como una chaqueta impermeable, o al menos de abrigo, para cuando se entre en la cueva.
Esta era una de las visitas que más ganas tenía de hacer en Tenerife. Desgraciadamente el día que me acerqué estaba cerrado.
Te aviso que la subida en coche hasta la cueva del Viento impresiona un poco. La carretera que sube desde Icod es francamente empinada y para quienes no están acostumbrados a conducir por montaña puede asustar un poquito.
9. La Plaza de La Pila

A unos pocos minutos a pie de la plaza de San Marcos se encuentra otra de las plazas que no te puedes perder: La Plaza de La Pila. Esta plaza también recibe el nombre de Plaza de la Constitución.
Con una fuente de piedra que da nombre a la plaza y que data del s. XVIII, cuenta con palmeras y plantas de hibisco y un pequeño jardín.
En la plaza podrás admirar algunos de los edificios más emblemáticos del pueblo como la Casa Palacio de Lorenzo Cáceres,
10. La Casa de los Cáceres, una de las mansiones más emblemáticas que ver en Icod de los Vinos

Esta casa fue construida a principios del siglo XIX por su propietario, el coronel Lorenzo Cáceres, y se cree que fue la primera propiedad neoclásica construida en Icod de los Vinos.
De tres plantas, con una larga veranda de madera, un patio central y una preciosa puerta arqueada, el edificio es ahora un museo de arqueología y cultura local.
11. El Museo Guanche, una visita que hacer en Icod de los Vinos para entender la historia de los aborígenes guanches
Situado en la zona comercial de La Magalona, a poca distancia del centro de la ciudad, el Museo Guanche se centra en la cultura, costumbres, hábitos y estilo de vida de los aborígenes guanches del norte de África, los primeros habitantes de las Islas Canarias.
El recorrido incluye recreaciones a tamaño real, escenas y reproducciones de cómo vivían los aborígenes de la Isla en sus cuevas, sus costumbres y hábitos de supervivencia.
También se incluyen en la exposición réplicas de diversas pinturas y grabados rupestres hallados en las zonas de cuevas que se sabe fueron habitadas por los guanches.
12. La iglesia de San Agustín
Otra de las iglesias que hay que ver en Icod de los Vinos es la iglesia de San Agustín. Situada en el casco histórico, junto al ayuntamiento del pueblo, esta iglesia data del siglo XVI.
Esta iglesia de nave única con dos capillas laterales acoge en su interior varios retablos y esculturas, y se caracteriza además por las tribunas familiares ubicadas junto a la entrada de la iglesia.
13. Mariposario del Drago, un plan que hacer en Icod de los Vinos con niños

El Mariposario del Drago es una visita popular que hacer en Icod de los Vinos para familias con niños.Se encuentra cerca del centro de la ciudad justo al lado de la entrada al Parque del Drago.
Se trata de un jardín convertido en una gran casa de cristal que alberga más de 800 mariposas de más de 150 especies de todo el mundo.
Con plantas autóctonas de lugares como Malasia, Costa Rica, Filipinas y Kenia reproducidas en el jardín, todas las mariposas se crían en cautividad, y muchas se reproducen regularmente en el parque.
14. Playa de San Marcos, una playa cercana para tomar el sol y bañarte tras tus visitas
Hay tres playas a poca distancia de Icod de los Vinos. Todas son playas de arena de lava oscura, pero sólo una es adecuada para nadar y tomar el sol fácilmente.
La playa de San Marcos está a unos 3 km de Icod. Esta pequeña y pintoresca playa tiene unos 100 metros de longitud, y está protegida dentro de una bahía.
Es fácil aparcar cerca de la playa. El acceso a la playa también es apto para personas con diversidad funcional.
En la urbanización hay un pequeño paseo marítimo con algunas tiendas, bares y restaurantes.
15. Casa del Plátano, conoce la historia del plátano canario
Seguro que en tus viajes por Tenerife pasarás por multitud de plantaciones de plátanos cubiertas como protección del sol. Tal vez te preguntes qué ocurre debajo.
Otro de los planes ideales que hacer en Icod de los Vinos es realizar una visita a la Casa del Plátano. Un lugar donde aprenderás acerca de cómo es una plantación de plátanos.
La visita comienza en la sección del museo, donde podrás ver fotos antiguas de la recolección de la fruta y parte de la maquinaria agrícola que se utilizaba antaño.
Después podrás pasear por su pequeña plantación para ver cómo se realiza la cosecha moderna. Además, durante la visita aprenderás a diferenciar los plátanos canarios de los de otras partes del mundo.
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