
Si visitas Tenerife, no te puedes perder bajo ningún concepto una visita a San Cristóbal de La Laguna, y para que no te pierdas nada aquí te propongo una lista de las mejores cosas que hacer en La Laguna.
San Cristóbal de la Laguna es la segunda ciudad más poblada de Tenerife. Quizás en ello tenga que ver el hecho de que fue la primera en crearse en las islas durante la época colonial, la primera capital de Tenerife y la primera en tener universidad.
Dicen que es la más bonita de la isla, para mí no hay lugar a dudas al respecto. Es la más bonita y la más elegante.
Esta ciudad tinerfeña conserva el trazado de las calles originario del siglo XV y un valioso patrimonio colonial rebosante de palacios históricos, casas señoriales y templos, que han conllevado que sea la única del archipiélago que goza del reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad.
Además, su ubicación es ideal para explorar algunos de los lugares más interesantes de la isla como el Parque Rural de Anaga, Santa Cruz de Tenerife, y otras ciudades de la costa norte.
En su costa podrás disfrutar de playas (aunque para mi gusto las mejores playas de Tenerife no se encuentran en la costa norte), charcos y piscinas naturales, que la convierten en un destino muy práctico para combinar visitas culturales, naturaleza y playa.
Vayamos ya a las mejores cosas que hacer y ver en La Laguna.
Si todavía no te has informado bien sobre la isla, empeiza a preparar tu visita leyendo sobre qué ver y hacer en Tenerife y también sobre dónde alojarse en Tenerife para que aciertes en tu elección.
Qué hacer en La Laguna: los 30 planes imprescindibles
1. Haz un free tour de Civitatis por La Laguna

El mejor modo de aproximarse a una ciudad es realizando un free tour, puesto que permite conocer todo tipo de detalles y comprender en profundidad su cultura, idiosincrasia, historia y sus rincones más emblemáticos.
El que propone Civitatis es uno de los más recomendables que puedes hacer en San Cristóbal de La Laguna, ya que realiza un recorrido muy completo.
Parte de la plaza del Adelantado, situada en el corazón del casco antiguo. Es un popular lugar de reunión de los locales y el mejor punto de partida posible, por cuanto permite ver algunos edificios emblemáticos como el ayuntamiento, la ermita de San Miguel, la fachada del convento de Santa Catalina de Siena o el palacio de Nava.
Continúa en dirección a otras construcciones populares como la capilla de la Cruz Verde o la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
Las siguientes paradas del recorrido son las calles Herradores y Obispo Rey Redondo, que concentran numerosas casas coloniales con fachadas coloridas y arquitectura típica, que conviven con variedad de tiendas, librerías, cafés y galerías de arte.
La parte final del free tour es la más especial, pues recala en los edificios históricos más importantes de la antigua capital de Tenerife como la Casa de los Capitanes, la Casa del Corregidor, la Casa de la Alhóndiga, la catedral y, finalmente, el Teatro Leal.
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2. Entra en el interior de la catedral de San Cristóbal
Si el free tour ha despertado tu curiosidad acerca de la catedral y su historia, es el momento idóneo para conocer por tu cuenta esta joya arquitectónica y adentrarte en el interior.
Guarda los restos de Alonso Fernández de Lugo, quien fundó la ciudad y conquistó las Islas Canarias incorporándolas a la Corona de Castilla. Por este motivo, los Reyes Católicos le concedieron el título de Adelantado Mayor de las Islas Canarias.
Además, este templo, al que también se la conoce como la catedral de la Virgen de los Remedios, guarda patrimonio cultural y artístico. Especialmente destacado es el púlpito de mármol de Carrara, que está considerado el mejor de estas características de las Islas Canarias.
A este se suman el precioso coro neoclásico y el retablo barroco de la Virgen de los Remedios. Además de ser el más grande de las islas, está consagrado a la patrona de la ciudad.
Su exterior luce una mezcla de estilos arquitectónicos: neoclásico en su fachada y neogótica en la parte central. Sin embargo, la cúpula es el elemento más sobresaliente, que destaca en el skyline de la ciudad.
3. Adéntrate a los sabores tradicionales canarios en el mercado de San Cristóbal de la Laguna
Cuando visito alguna ciudad siempre me gusta entrar en alguno de sus mercados. Son ideales para conocer cómo se relacionan los locales y aproximarse a las propuestas gastronómicas locales más típicas, y también llevarte alguna cosilla de vuelta a casa.
Se encuentra en la plaza del Cristo y cuenta con más de un centenar de puestos donde venden productos locales como quesos de oveja y vaca, mojo rojo y verde, vinos procedentes de las viñas cercanas o dulces como los rosquetes de milhojas rellenos de cabello de Ángel, la leche asada o el frangollo, hecho de harina de millo, pasas y miel.
Sin duda, esta visita es una de las cosas que hacer en la Laguna si quieres llevarte algunas delicatessen locales.
4. Conoce la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción

Ahora vamos con una de las imágenes más representativas y conocidas de La Laguna: la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción y su campanario.
Este templo religioso ostenta el honor de ser el más antiguo de Tenerife (data del siglo XVI) y, por lo tanto, el primero en celebrar una misa. Además, está declarado Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural.
Su exterior es de estilo barroco y en él destaca la espigada torre del campanario. Tiene una base cuadrada y está rematada con un bonito templete octogonal, que trae a la mente su homóloga de Turín.
Si subes a lo alto de la torre campanario, podrás ver una de las mejores panorámicas de la ciudad. Por otra parte, visitar el interior de esta vetusta iglesia también es interesante, más si te apasiona el arte y la arquitectura religiosa.
Guarda magníficas obras de arte de artistas canarios, como Luján Pérez o Fernández Estévez, retablos y altares de gran valor, siendo especialmente destacados el Altar Mayor y los retablos de la Virgen de los Dolores, la Sagrada Familia y la Piedad.
Curiosamente, el templo también da cabida a una pequeña talla de la Virgen de Monserrat, patrona de Cataluña. Además, atesora reliquias como el Lignum Crucis, es decir, madera de la Cruz de Cristo.
5. Adéntrate en el folclore canario en la casa-museo de los Sabandeños
Ahora te propongo una actividad fuera del rádar de la inmensa mayoría de visitantes de la ciudad. Su temática es un tanto particular.
Este espacio es uno de los lugares que ver en la Laguna imprescindibles para los interesados en la cultura y el folclore popular. A modo de curiosidad, recibe este nombre tan curioso en homenaje al grupo del mismo nombre.
Nació con el objetivo de dar a conocer las canciones más tradicionales del folclore canario,(han lanzado al mercado 79 discos) convirtiéndose en un referente de la música tradicional de las Islas Canarias.
El museo recoge el legado de este popular grupo como los premios y reconocimientos que han logrado a lo largo de sus más de cincuenta años de trayectoria e incluso una curiosa exposición de instrumentos musicales.
Si quieres llevarte un trocito de su legado, siempre puedes comprar uno de sus discos en la tienda que hay que la salida.
6. Pasa una tarde en el Teatro Leal
Ubicado en el corazón histórico de la ciudad, justo al lado de la catedral, este teatro es una joya artística por su fachada, la cual mezcla elementos renacentistas con detalles ornamentales modernistas.
Fíjate en las máscaras que hacen las veces de ménsulas y los medallones que representan a Calderón de la Barca y Lope de Vega. Igualmente hay que fijarse en su interior, más concretamente en las pinturas murales del techo.
Asimismo, constituye un referente de la cultura tinerfeña, pues fue el lugar escogido para estrenar las primeras películas en la isla y por su amplia y variada oferta de espectáculos: musicales, ópera, danza, obras de teatro…
Así que si este tipo de representaciones te gustan y tienes tiempo es un plan cultural inmejorable que hacer en La Laguna.
7. Visita la casa de los Capitanes Generales

Las calles que recorren el casco histórico de San Cristóbal, especialmente San Agustín y la Carrera, atesoran más de 600 casonas y palacetes de época colonial, que dan buena cuenta del esplendor y la riqueza que poseían los propietarios de la época.
Buen ejemplo de ello es la casa de los Capitanes Generales, también conocida como la de Álvaro Bracamonte, así llamada porque ha sido el hogar de seis capitanes generales.
Originaria del siglo XVII, constituye uno de los mejores ejemplos del barroco canario. En su fachada exterior toman el protagonismo los ventanales, que se distribuyen de manera irregular a lo largo de la misma.
Además, están enmarcados en piedras de toba volcánica de color rojizo, que le aportan distinción y elegancia y le han hecho valedora del reconocimiento de Bien de Interés Cultural.
8. Sumérgete en los orígenes de San Cristóbal en el museo de Historia y Arqueología (MHA)
Otra cosa que hacer en La Laguna es visitar este museo que permite conocer los orígenes y la historia de la isla y entender cómo dichos elementos influyen de manera determinante en cómo es hoy.
Su localización ya merece una visita, pues está en la Casa Lercaro, una suntuosa casona que cuenta con más de cuatro siglos de antigüedad y luce arquitectura típica canaria.
Aunque organiza interesantes exposiciones temporales, la permanente ofrece una visión completa y cronológica de la evolución histórica de San Cristóbal desde el siglo XV al XX.
En sus salas puedes ver una extensa colección de piezas arqueológicas, cerámicas, vestimentas, instrumentos musicales, documentos históricos, fotos, arte y objetos de diferentes épocas de la historia de las Islas Canarias.
Entre estos, llaman la atención los pozos que servían para abastecer al palacio de agua o los carruajes del siglo XVIII y XIX.
Si las historias de almas errantes reclaman tu atención, estás en el lugar adecuado. Cuenta la leyenda que por la casa sigue rondando el espíritu de la hija de su antiguo dueño, Catalina. Esta se quitó la vida arrojándose al pozo de la casa tras ser obligada a contraer nupcias con un hombre al que no amaba.
9. Más cosas que hacer en La Laguna: Acércate hasta el palacio Salazar
El pasado y el presente de San Cristóbal están indisolublemente unido a las casas y los palacios señoriales. Así que visitarlos es uno de los planes que hacer en La Laguna.
Este palacio de estilo barroco, al que también se le conoce como palacio Episcopal, es uno de los máximos exponentes de la arquitectura civil tradicional canaria.
Fíjate como en su fachada de sillería oscura se abren paso los escudos de mármol, las gárgolas, las figuras zoomórficas y verjas.
A pesar del incendio que sufrió en 2006, el cual destruyó un buen volumen de su patrimonio, conserva relevantes obras pictóricas y escultóricas de artistas locales como Francisco Bonnnin o Manuel López Ruíz.
10. Pasea por la plaza del Adelantado
Ubicada en el corazón del casco antiguo, es el punto de partida de todas las cosas que ver en la Laguna. Es también el lugar de encuentro de los laguneros y el que más importancia histórica tiene.
No en vano, se levantó en honor de Alonso Fernández de Lugo, quien conquistó Tenerife -también La Palma- en el siglo XVI. Además, construyó su casa en uno de los lados de la misma.
El centro de esta señorial plaza lo ocupa una esbelta fuente de mármol traída de Marsella, a cuyos lados se extienden bonitas zonas ajardinadas por las que se puede pasear.
La rodean construcciones y casas con arquitectura colonial que crean una gran armonía arquitectónica y en la que toman el protagonismo elementos propios, como las barandillas de hierro forjado.
Entre los edificios más destacados figuran la Ermita de San Miguel, el Convento de Santa Catalina, el palacio de Nava, o del Ayuntamiento
11. Iglesia y convento de Santa Catalina de Siena

Durante el siglo XVII, el convento de Santa Catalina fue uno de los más prolíficos por sus riquezas. En la actualidad, es el hogar de las monjas dominicas.
Merece la pena echar un vistazo a su exterior, cuya arquitectura presenta elementos mudéjares que la diferencian del resto de construcciones. Buen ejemplo de ello son las tejas árabes que la coronan, los miradores hechos con madera tallada y las numerosas referencias ornamentales de clara inspiración mudéjar.
Aunque lo más curioso son los dos balcones –ajimeces- de madera tallada y celosías, desde donde las religiosas podían ver sin ser vistas.
Por su parte la iglesia, a la que puedes acceder directamente por la plaza del Adelantado, presenta una fachada sencilla custodiada por una espigada espadaña.
El interior acopia tiene un vasto patrimonio artístico, siendo especialmente importantes la imagen de Santa Catalina con el hábito del convento, los tres retablos barrocos elaborados con madera tallada y el sepulcro de la Siervita de Dios, una monja dominica a la que se le atribuyen varios episodios milagrosos. Es una de las figuras más veneradas de la isla.
12. Ermita de San Miguel
La pequeña ermita de San Miguel Arcángel, situada en la misma plaza del Adelantado, destaca por su austera portada dominada por un arco de medio punto y dos curiosas espadañas a cada lado.
13. Ayuntamiento
Este edificio de estilo neoclásico es uno de los ejemplos mejor conservados. Ocupa la antigua casa del Corregidor, que era el lugar de residencia de los corregidores que ocuparon el cargo desde el siglo XVI.
Para quienes no lo sepan, eran funcionarios delegados por la realeza, los cuales desempeñaban las funciones de alcaldes en la isla. Por lo tanto, eran la máxima autoridad.
Su interior guarda testimonios de gran importancia histórica como la Real Cédula por la que Juana la Loca concedió el título de Villa a la ciudad en 1510.
14. Casa del padre Anchieta
La casa toma el nombre del padre Anchieta, un misionero al que muchos consideran el fundador de São Paulo (Brasil), por ser su lugar de residencia durante la infancia. Data del siglo XVII y luce una bonita fachada de estilo neoclásico con dos alturas.
15. Palacio de Nava
Se sitúa en la esquina noroeste de la plaza. Su fachada es uno de los máximos referentes del eclecticismo arquitectónico al combinar la arquitectura tradicional canaria con elementos manieristas, barrocos y neoclásicos como consecuencia de las diferentes épocas constructivas por las que pasó, que le han valido el reconocimiento de Bien de Interés Cultural.
16. Entra en la iglesia y convento de San Agustín, la sede de la primera universidad de las islas

Situada en el corazón histórico de la ciudad, esta iglesia originaria del siglo XVI es una de las construcciones más recomendables que ver en la Laguna por su historia, su significado y valor (está declarada Bien de Interés Cultural).
La fundaron los monjes agustinos y, como todas las iglesias más importantes de la ciudad tinerfeña, fue construida teniendo en cuenta el calendario solar.
En un comienzo fue la sede de la primera universidad de las Islas Canarias. No obstante, ha desempeñado muchas más funciones a lo largo de la historia: religiosa, sede de la primera biblioteca provincial, convento e incluso una cárcel durante el franquismo.
En el exterior, lo más llamativo es la torre campanario, que está construida en cantería y tiene tres cuerpos.
En su interior guarda dos preciosos claustros, siendo el principal el más relevante, puesto que constituye un referente del estilo renacentista canario. Por su parte, el de los Cipreses, que es un poco más moderno al datar del siglo XVIII, está sustentando por columnas creadas con pino canario.
En torno a estos hay seis capillas, que conservan algunas bonitas muestras de pinturas murales en las paredes. Y en el centro, unos preciosos jardines.
Aunque la imagen más impactante que te llevarás de su interior es la parte que está calcinada como consecuencia del incendio que sufrió en 1964, que dejó únicamente las columnas y las paredes de cantería. Actualmente, acoge exposiciones temporales.
Ésta fue una de las visitas que más me gustaron de La Laguna. No la pases por alto.
17. Tómate un barraquito
También conocido como zaperoco, se trata de una bebida tradicional de las Islas Canarias cuyo principal ingrediente es el café. A este le acompañan la leche condensada, un licor dulce, leche espumada y canela.
La apariencia es de lo más estimulante visualmente al presentarse en capas. Es decir, los ingredientes no se mezclan debido a sus diferentes densidades.
18. Asómate a la isla desde el mirador de Jardina
Se encuentra justo al comienzo del Parque Rural de Anaga, rodeado de montañas. Es el primero que te encontrarás si partes de La Laguna, por lo que su visita puede ser el mejor comienzo o el broche de oro a tu visita a la isla tinerfeña.
Desde este puedes contemplar unas vistas increíbles de San Cristóbal de La Lugna, los pueblos que lo circundan, los campos de cultivo locales y, en días claros, el imponente Teide al fondo, que es la montaña más alta del país.
19. Entra en el Real Santuario del Cristo
Este santuario se encuentra en la plaza del Cristo, muy cerca del mercado de la Laguna. Su importancia estriba en que atesora uno de los mayores símbolos religiosos y con mayor devoción en todas las islas, el Cristo de la Laguna.
Representa la imagen de Cristo crucificado en una cruz barroca revestida de plata. Su estética es típica de las Islas Canarias, pues porta una corona de oro circular que emula los rayos del sol y que recibe el nombre de solideo.
20. Acércate hasta la casa de la Alhóndiga
Ubicada entre las casas del Corregidor y los Capitanes, la alhóndiga es uno de esos lugares de ayer que merecen una visita hoy.
Se construyó durante el siglo XVIII para abastecer a los vecinos menos pudientes en épocas de escasez, de modo que les vendía el pan y otros productos más baratos e incluso le prestaba trigo para la siembra.
Hoy forma parte del ayuntamiento de la ciudad, pero merece la pena acercarse para contemplar su exterior, dominado por un estilo neoclásico en el que predominan los elementos de cantería y madera.
21. Haz senderismo por el Parque Rural de Anaga

Declarado Reserva de la Biosfera, el Parque Rural de Anaga es uno de los parajes naturales de Tenerife más destacables por sus paisajes y por su biodiversidad.
En sus más de 15.000 hectáreas conviven centenarios bosques de laurisilva, antiguas chimeneas volcánicas, acantilados y montañas con escarpadas cumbres de las que parten barrancos que se encuentran con el mar.
El mejor modo de descubrirlo es recorriendo sus senderos. La forma más rápida de acceder partiendo de San Cristóbal de La Laguna es desde las Mercedes.
Antes de comenzar, conviene hacer una parada en la Cruz del Carmen. Aquí se encuentra el Centro de Visitantes donde facilitan toda la información necesaria para descubrir este gran pulmón verde.
Hay más de una decena de rutas por el parque. Así que escoger una no es una tarea fácil. El Sendero de los Sentidos es una buena opción para los que se inician en el senderismo o van con niños.
Se realiza en una hora y apenas presenta dificultad. Era usado antiguamente por los locales para desplazarse entre Anaga y La Laguna. Transcurre entre bosques de laurisilva, permitiendo descubrir su variedad de aromas y texturas y la quietud de sus bosques.
El sendero de la Cruz del Carmen, que parte de Cruz del Carmen, cuenta con tres rutas de diferente dificultad. La primera es de baja dificultad y también apta para personas con movilidad reducida.
Discurre entre vegetación típica de Anaga y llega hasta el mirador de Llano de Los Loros, que regala preciosas panorámicas de la costa Norte.
Las dos restantes presentan mayor nivel de exigencia. Pasa por imponentes paisajes agrestes, como los bancales cultivados de calabazas y papas, barrancos como Tomadero y las cuevas más hondas del parque hasta llegar a la Punta del Hidalgo.
Si prefieres hacer senderismo por el parque de la mano de un guía puedes contratar esta excursión: Senderismo por el Parque Rural de Anaga
22. Zambúllete en las piscinas naturales de Bajamar
Bajamar es un pueblo costero, al que puedes llegar en menos de 20 minutos en coche desde San Cristóbal. Es uno de los sitios que ver en la Laguna si no quieres regresar sin disfrutar de un baño en uno de los enclaves más sorprendentes del panorama costero canario.
Se trata de dos piscinas naturales de agua salada al borde del mar. Están protegidas del intenso oleaje que este tiene aquí por una barrera de rocas volcánicas, que permiten disfrutar de un chapuzón en aguas tranquilas.
Las mareas del Pino, que suelen ser en septiembre y octubre, producen gigantescas olas que rompen con fuerza sobre dicha barrera, creando una imagen digna de inmortalizar. Están equipadas con escaleras y, además, tienen acceso al mar.
Si eres más de playa, aneja a estas está la del Castillo. Al igual que las piscinas, también está protegida del fuerte oleaje por una escollera. De este modo puedes disfrutar de un baño tranquilo.
Cerca de esta, está el paseo marítimo. Cuenta con una buena oferta de bares y restaurantes, que se presentan una ocasión perfecta para disfrutar de pescado fresco como sargos, meros o viejas, que se sirven fritos o guisados y saben mucho mejor acompañados de papas arrugadas o un típico mojo.
23. Prueba las viejas en Punta del Hidalgo
Aunque es posible comer pescado fresco en todas las partes de la isla, lo cierto es que algunas de las mejores propuestas se encuentran en las localidades costeras como Punta del Hidalgo, que se encuentra a escasos 20 km de La Laguna.
Se trata de una localidad con gran tradición pesquera en la que siguen capturando el pescado con caña en pequeñas embarcaciones cerca de la costa (la gran mayoría de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora de la Consolación).
Entre las propuestas que gozan de más popularidad se encuentra la vieja, que suelen servir junto con sabores tradicionales canarios como el mojo colorado o de cilantro y papas arrugadas.
No obstante, también es el lugar perfecto para probar otras propuestas locales como las cabrillas, el abadejo, el murión, los chernes o las morenas. En la avenida marítima encontrarás diversidad de restaurantes con preciosas vistas al mar.
24. Haz una excursión a Santa Cruz de Tenerife
A pocos kilómetros de San Cristóbal se encuentra Santa Cruz de Tenerife, la capital de la isla. Una ciudad que merece que le dediques un día para explorar sus atractivos turísticos.
Uno de sus tesoros monumentales es el castillo de San Cristóbal. Ostenta el honor de ser la construcción más antigua de la ciudad y la primera más importante que se construyó en la isla para su defensa.
Únicamente se conservan algunos restos, que se pueden ver en una galería subterránea ubicada en la plaza España, el centro neurálgico de la ciudad. También contiene objetos insólitos como el cañón de bronce que se empleó en la batalla contra la Armada inglesa dirigida por el almirante Nelson.
A este se suma el castillo de San Juan Bautista, también conocido como el castillo negro por el color de su piedra volcánica. Destaca por su silueta circular y por su ubicación de cara al mar, regalando bonitas vistas.
Por su parte, el Auditorio de Tenerife, proyectado por Santiago Calatrava, marca la diferencia por su original silueta, que emula una ola que mira al mar. Ideal para esas fotos de recuerdo de tu paso por la isla.
En el plano cultural, destacan Tenerife Espacio de las Artes (TEA), que constituye una cita con el arte contemporáneo, y el museo de Naturaleza y Arqueología (MUNA).
Este último ofrece una completa visión del pueblo que ocupaba la isla antes de la llegada de los europeos, a través de sus colecciones de momias, maquetas y objetos. También es una oportunidad para descubrir el valor natural de la isla gracias a sus exposiciones de botánica, minerales o bichos singulares.
La capital de la isla también atesora lugares inéditos para los aficionados a la botánica como el Palmetum, un jardín botánico que custodia la mayor colección de palmeras de LA UE al incluir más de 600 especies procedentes de todos los rincones del mundo.
25. Despide el sol en la playa de Benijo
Apenas 30 km separan San Cristóbal de esta playa. Posiblemente, es una de las más espectaculares de Tenerife por su marco paisajístico, al estar en el entorno del Parque Rural de Anaga, encajonada entre los roques Benijo y La Rapadura, que le confieren un aspecto salvaje.
Se llega a ella a través de un sendero escalonado, que además regala preciosas vistas de la costa. Es una playa de arena volcánica de tonos oscuros lo que le imprime más singularidad.
Quédate a despedir el sol, pues ofrece uno de los atardeceres más bonitos de la isla.
26. Compra recuerdos de tu visita en calle Carrera

Esta calle, cuyo nombre oficial es Obispo Rey Redondo, es el eje vertebrador de La Laguna.
Además, concentra una amplia oferta de bares, restaurantes, cafeterías tradicionales y coquetas pastelerías, que se alternan con valiosos edificios coloniales, librerías, galerías de arte y variedad de comercios.
Así que pasarte por esta céntrica calle es una de las cosas que hacer en La Laguna ineludibles si te gusta ir de shopping o quieres comprar recuerdos de tu estancia en la localidad tinerfeña.
27. Descubre la cerveza local Chutney
Si eres cervecero, prueba la cerveza Chutney. Esta cervecería, oriunda de La Laguna, elabora cervezas artesanas, al modo de siempre desde hace siglos. Tiene hasta cinco variedades, que además presentan con un etiquetado original. Son propuestas con carácter y con mucho cuerpo y complejidad.
28. Visita el museo LM Arte Colección
Este pequeño museo se sitúa en el casco antiguo de la ciudad, cerca de la catedral. Se encuentra en el interior de una casona canaria de arquitectura tradicional, y supone una cita con el arte canario desde el siglo XVIII hasta la actualidad.
Tiene una colección de más de 600 piezas de artistas locales e internacionales. La exposición permanente, Las estancias imaginadas, reconstruye la historia y las historias de los distintos espacios que integran la casa, así como el uso que durante épocas pasadas se le daban.
Sin duda, una visita que permite ver qué ha pasado en el arte canario y cómo ha evolucionado el concepto de casa con el devenir del tiempo.
29. Entra en una vivienda típica canaria en la Casa de Carta
Esta casona se encuentra en el valle de Guerra, a unos 20 minutos en coche de San Cristóbal de La Laguna. Merece la pena visitarla si quieres ver una típica casa canaria solariega del siglo XVIII en perfecto estado de conservación. Tanto es así que goza del reconocimiento de Bien de Interés Cultural.
En la actualidad, esta casa, que perteneció a la familia más prestigiosa de Santa Cruz, es una de las sedes del Museo de Historia y Antropología.
Cada una de las estancias embarca al visitante en un viaje al pasado, la cultura y las tradiciones canarias a través de los numerosos objetos como cerámicas, cestería, prendas tradicionales, instrumentos musicales, aperos agrícolas tradicionales…
Incluso tiene una exposición sobre el gofio, uno de los alimentos más tradicionales de la gastronomía canaria, que sirve de base para la elaboración de numerosas propuestas típicas.
30. Adéntrate en la historia guanche en la Barranquera
Barranquera es uno de los pueblos costeros más auténticos y con más personalidad del municipio. Tiene escasa población (apenas tiene 40 habitantes), y vive ajeno al turismo de masas.
Cuenta con varias playas de arena volcánica, como la Caleta, cuyo oleaje es perfecto para practicar surf. Desde el embarcadero puedes ver la partida y la llegada de los pescadores locales con sus capturas, una de las principales actividades económicas del pueblo.
Como atractivo extra, atesora una zona arqueológica sobre el acantilado costero. Se trata de un antiguo poblado guanche, que se asentó en la zona para explotarla.
Se han descubierto cinco unidades domésticas guanches, las cuales permiten conocer la relación de los guanches con el mar y cómo explotaban los recursos marinos locales.